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El avance de la utltraderecha en Chile

Nuevo alcalde de Santiago propone crear «zonas» para peruanos en la ciudad

Fuentes: Rebelión

Las racistas palabras dirigidas hacia los ciudadanos peruanos residentes en Chile del flamante nuevo alcalde de Santiago, Pablo Zalaquet Said, un descendiente de palestinos llegados al país tras la expulsión israelí, nos abre nuevamente la interrogante de la profunda gravedad que encierra el triunfo de la extrema derecha en varios municipios importantes del país, en […]

Las racistas palabras dirigidas hacia los ciudadanos peruanos residentes en Chile del flamante nuevo alcalde de Santiago, Pablo Zalaquet Said, un descendiente de palestinos llegados al país tras la expulsión israelí, nos abre nuevamente la interrogante de la profunda gravedad que encierra el triunfo de la extrema derecha en varios municipios importantes del país, en las elecciones de alcaldes disputadas el domingo pasado.

Ideas como «construir un lugar cerrado para que los peruanos conversen entre ellos, sin violentar el ornato y el buen desempeño de la ciudad de Santiago es perfectamente factible» (hasta Ariel Sharon se hubiera ruborizado por cierto) expresadas por Zalaquet en plena campaña, se han impuesto con el no despreciable porcentaje del 48 por ciento en la capital chilena.

El triunfo resultó un colorario para el avance de las ideas integristas de la derecha, en un país donde hasta hace poco se arrojaba al mar a los militantes de izquierda desde helicópteros frente al litoral central con rieles adosados para evitar dejar evidencias.

Como es costumbre las mujeres con su votación han encabezado el avance, en un país donde la píldora del día después es cuestionada y no existe despenalización del aborto terapéutico. Medidas que concitan el amplio rechazo de las mujeres pero que nunca terminan expresándose electoralmente, lo que nos recuerda la interrogante de Orwell: ¿Cómo sabemos tan poco con tanta información disponible?.

Por su parte el oficialismo de centroizquierda aún no sale de su desazón ante lo que consideran inexplicable abandono de parte del electorado, sin advertir nunca claro que si prendes una radio, cualquiera, algún canal de televisión al azar, incluyendo el exótico canal estatal, todos los periódicos. En todos los medios de comunicación, hay urras por el neoliberalismo, apelaciones gratuitas a la violencia, exaltación del poder y la obediencia y una prédica unánime a la aceptación acrítica, con buenas dosis de distractivos sexuales y deportivos. Resta suponer la clase de ciudadanos que resultan de la exposición a esta dosis diaria.

Resulta preocupante el avance de la ultraderecha en el país, un hecho agravado por el expectante lugar que ocupa en las encuestas el candidato presidencial de derecha, el especulador financiero Sebastián Piñera. Sin embargo tampoco parece tan extraordinario dado la forma en que los ciudadanos se educan u obtienen la información, algo que interroga la obra de la propia coalición oficialista. 

*Periodista chileno, [email protected]