Una aclaración importante, este puede ser un aviso turístico: Certificamos que este artículo esta libre del virus de la mentira y sólo se acepta como pago el amor por la verdad.
Un artículo similar publiqué el 6 de mayo de 2006, titulado Cuba: La isla prohibida, pero ¡Qué linda es Cuba!, que por la vigencia de sus argumentos considero importante retomar y enriquecer a la luz de las nuevas medidas represivas del actual dictador de la Casa Blanca contra los estadounidenses (ciudadanos, instituciones y empresas), y los cubanos (ciudadanos, instituciones y empresas).
Ya es conocido que después de una corta etapa de intentos de normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos a partir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas durante la etapa final del mandato de Obama, tan pronto asumió su cargo Donald Trump comenzaron a subirse de tono las declaraciones contra Cuba y se fueron adoptando distintas medidas tendientes a abortar la política de respeto mutuo y acercamientos entre ambos países.
Como es tradicional en los gobiernos de EE.UU., empezaron a tejerse distintas campañas que, como las presuntas agresiones sónicas contra los diplomáticos yanquis y el retiro de la función consular de la embajada, llegó a su climax con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton y las prohibiciones reguladas de las visitas de norteamericanos a Cuba, así como las prohibiciones a navieras y a otras modalidades de transporte, entre otras medidas. Se trata de un intento demencial y criminal de asfixiar al pueblo cubano, a la vez que se proclama la buena intención del genocida de «ayudar al pueblo cubano».
Así que, como decíamos en el 2006, este artículo puede convertirse en un AVISO TURÍSTICO dirigido a todos los ciudadanos del mundo, ya que según los Estados Unidos (USA), Cuba representa «el infierno en la tierra» y es un ejemplo de un modelo político, económico y social caduco y fracasado. Es según su percepción el último vestigio del experimento del socialismo en el mundo contemporáneo, y cuya imagen merecería ser guardada en un museo para ilustrar a las generaciones futuras «las aberraciones que la maldad de los hombres» (es decir, los revolucionarios), fueron capaces de concebir. Además, afirman, que Cuba forma parte de una triada infernal con Venezuela y Nicaragua, y es responsable de la permanencia del presidente Maduro y de la Revolución Bolivariana en Venezuela. En concordancia con tal posición cavernaria, el Gobierno de Estados Unidos ha diseñado una estrategia «para la transición democrática de Cuba», equivalente a la destrucción de la nación cubana sin miramientos de las normas y principios internacionales vigentes. Veremos qué van añadir en la ONU cuando en pocos meses se discuta la resolución contra el bloqueo contra Cuba en la Asamblea General. Pero antes y después van a tener que oír la condena general del mundo por la política genocida implantada y constar su aislamiento político y moral en esa instancia.
Como ya es suficientemente conocido en el lapso de 60 años, para evitar la posible contaminación del ambiente político mundial, los Estados Unidos ha tratado, por todos los medios posibles (agresiones, invasiones, bloqueos, acusaciones falsas, campañas mediáticas, estímulo y coacción a terceros países para promover el asedio diplomático y de otras naturalezas, etc., etc.), de aplastar esta experiencia, aunque ello conllevara el exterminio por hambre y enfermedades del pueblo cubano, que según su parecer, merece por ser un defensor rebelde de su causa. Además prohíbe, aún a expensas de violar este derecho constitucional, que sus ciudadanos visiten a Cuba, y procura impedir también que los ciudadanos del resto del mundo visiten ese «antro perverso y demoníaco» situado en el Caribe.
Al parecer, con «noble y justificado temor», USA, la mayor potencia hegemónica del mundo y de la historia, quiere impedir este mal ejemplo que Cuba constituye para la humanidad Esto puede reflejarse en hechos objetivos e incontrovertibles como los siguientes:
Es una islita demasiado rebelde en la época revolucionaria, caracterizada en otras partes por tanta cobardía y genuflexión ante el insolente amo imperial. Persiste en construir una sociedad nueva y mantener su independencia, su soberanía y autodeterminación a pesar de la globalización neoliberal de moda en estos tiempos. Y aprueba recientemente una Constitución que garantiza y es fiel al rumbo originario de la Revolución Cubana y al ideario de sus próceres.
Es un país raro que ofrece educación gratuita en todos los niveles de enseñanza (desde la primaria hasta la universitaria, y desde maestrías hasta doctorados en ciencias).
Y también ofrece los servicios de salud a todos los niveles y para todos sus ciudadanos, en forma enteramente gratuita (desde una consulta a una persona sana hasta un trasplante de corazón u otros órganos).
Es un país cuyo pueblo padece de una enfermedad contagiosa llamada solidaridad e internacionalismo, que le lleva, a pesar de sus limitaciones económicas, a ofrecer ayuda solidaria a otros pueblos necesitados sin que medien condicionamientos irrespetuosos o humillantes. Sus médicos andan con la adarga solidaria al brazo como Quijotes en pleno siglo XXI, recorren el mundo de misión en misión, desde un confín a otro del planeta, allí donde el dolor los llama y el deber los lleva. En todas partes depositan consuelo, concitan simpatía, siembran amor, curan las heridas físicas y del alma, y salvan vidas. Sin embargo, esto que todo el mundo reconoce, el gobierno de USA y sus agentes lo manipulan y torpedean su generosa misión.
Es un país que contrariamente a la realidad social de otros pueblos subdesarrollados adscriptos al modelo capitalista de desarrollo, ha logrado poseer el primer lugar en el mundo en los índices de educadores, de médicos, y de entrenadores y profesores de educación física, por habitantes.
Es un país que ha reducido la mortalidad infantil hasta niveles similares o por debajo de los países del mundo desarrollado (4.0 x 1000 habitantes), y en particular de Estados Unidos. ¿Quieren un atrevimiento mayor?
Es un país que ha logrado en los Juegos Olímpicos más medallas que todos los países juntos de América Latina y del Caribe, y sus resultados son superiores a los de algunas potencias ricas de Occidente. ¿Habrá otro motivo más palmario para el resentimiento de Estados Unidos?
Es un país extrañamente pacífico, en un mundo caracterizado por los continuos conflictos y las represiones bárbaras de los cuerpos armados contra sus pueblos. En Cuba, como reflejo de que su ejército es el pueblo uniformado, jamás se ha reprimido al pueblo, sino que ha combatido y construido junto a ese pueblo del cual forma parte indisoluble. Y cosa más extraña aún para la visión made in USA de las cosas, no participa en guerras crueles e ilegítimas, no hace alianza con los conquistadores ni acepta los edictos imperiales, no practica las torturas ni tratos humillantes para la condición humana. Y vaya que es atrevido este país llamado Cuba, que se planta en treinta y uno para decir que está contra la guerra y contra el terrorismo. El propio Papa Francisco ha expresado que Cuba es tierra de paz y promoverte de la paz a nivel mundial.
Es un país con tal potencial científico que ya ha hecho sus aportes relevantes al mundo, incluyendo medicamentos y vacunas, que por ser exclusivas, también pudieran salvar vidas de norteamericanos. Sus resultados científicos están sin condiciones a disposición de la humanidad, que constituye para los cubanos la gran patria común.
Es un país con ansia de redimir al género humano de tanta incultura y ceguera física y espiritual. Plantea y defiende la estrategia y brinda sus recursos para eliminar el analfabetismo de comunidades, países y el mundo. Nunca nadie oyó tal osadía en los escenarios internacionales para poner fin a esta ignorancia cultural.
También desde muchos decenios se ha propuesto contribuir y brindar una alternativa para formar los médicos que necesita el mundo pobre y hasta el rico, y a la vez enfrentar el SIDA, y la ceguera y otras enfermedades de los ojos. Es una meta que abarcará millones de personas. ¿Qué les cuesta a los operados de cataratas y de otras afecciones oculares? Nada: es gratis. No se asombre. Esta campaña de salud se llama OPERACIÓN MILAGRO, y se concibió en Cuba y se generó con los recursos humanos y materiales del país. Hoy está en marcha este proyecto con la participación activa de otros países beneficiados con este proyecto solidario. Ah, no se olvide, que a pesar de lo noble y hermoso del mismo, Estados Unidos mira esto con malos ojos y con ojeriza colérica.
Es un país convencido de que los niños son la esperanza del mundo, según afirmara su Héroe Nacional José Martí, y por eso dedica el máximo de sus recursos para desarrollarlos integralmente.
Es un país que profesa una lealtad indestructible por sus hijos, y no los abandona a su suerte. Antes fueron el niño Elián, luego los 5 Héroes prisioneros del imperio, y siempre serán todos los cubanos representados por su pueblo. .
Es un país en que la elección de los órganos de poder estatal a todos los niveles, se hace en forma directa por los ciudadanos o sus representantes, sin que medie manipulación, compra del voto, fraude, promesas engañosas, etc. Sus niños cuidan las urnas durante las elecciones. Sus ciudadanos votan en un porcentaje asombroso, a pesar de que su ejercicio no es obligatorio, sino un honroso deber. Y para mayor transparencia de los resultados eleccionarios, el conteo de los votos en los colegios electorales se realiza en presencia de todos los ciudadanos interesados en este acto.
Es un pueblo que afirma con su Héroe Nacional José Martí que «nada piden los cubanos al mundo, sino el conocimiento y respeto de sus sacrificios, y dan al universo su sangre (…) Y al mundo preguntamos, seguros de la respuesta, si el sacrificio de un pueblo generoso, que se inmola por abrirse a él, hallará indiferente o impía a la humanidad por quien se hace».
Y este pueblo está bien convencido, -que ayer y hoy (¿lo será mañana?)-, que como Martí también expresara «jamás fue Cuba para los Estados Unidos más que una posesión apetecible».
En fin, es un país que para descubrir todo lo que tal parece temer justificadamente los Estados Unidos, tanto en lo bueno como en lo malo, lo que le guste o no a cualquier ciudadano del mundo, debe ser visitado, auscultando sus entrañas y escrutando su imagen real.
Por lo que Colón dijo cuando descubrió esta isla: «esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieran», y por todas las razones que han sido expuestas, vale la pena romper con las aprensiones, desafiar campañas publicitarias y prohibiciones legales e ilegales, para ver con los propios ojos este país tan acosado, cuyo bloqueo dura ya casi sesenta años, y cuya capital -La Habana- cumplirá este año su quinientos aniversario.
Y después que se conozca toda su realidad y se establezcan las comparaciones pertinentes con las realidades imperantes en todos los países subdesarrollados, que saquen los visitantes, sin influencias ajenas, y lo que es más importante, sin que medie el edicto conminatorio del imperio, sus propias conclusiones.
Ah, una última advertencia. ¿Por qué Cuba no teme que se conozca su realidad, si es tan frágil, y, por el contrario, los Estados Unidos, el todopoderoso imperio, lo teme?
Para poder responder a esta interrogante, ciudadanos del mundo, conozcan a Cuba primero. Después, respondan con sinceridad esta pregunta y todas las demás interrogantes que puedan motivar su viaje, al denominado primer territorio libre de América, porque en él, en las playas de Girón, hace cincuenta y ocho años, ocurrió la humillante derrota de la invasión mercenaria, que fue organizada, financiada, apertrechada, dirigida, escoltada por Estados Unidos. Este fue el instante de la historia en que ocurrió la primera derrota del imperialismo en América. ¿Cómo no va a sentir rencor y odio el imperio que hasta entonces hizo villas y castillas en este continente? ¿Cómo no va a sentirlo el imperio hegemónico que pretende ser la Roma americana de estos tiempos, cuando intenta llevar sus conquistas hasta los más apartados oscuros rincones del mundo, pero también, si lo dejan, hasta los más cercanos y claros sitiales del mundo? Eso lo demuestra con sus sanciones a medio mundo, incluyendo a la Unión Europeo y a otros aliados cercanos y lejanos. No lo olviden sus aliados, que si intentan algún día ser verdaderamente independientes, el imperio poseído de sus ínfulas de grandeza ilegítima, puede, (ya lo puede y hace), condenarle con sanciones diversas cuando sus caprichos e ínfulas lo crean conveniente. La era Trump lo demuestra descarnadamente.
Ah, no se olvide: ¿por qué Estados Unidos teme que sus ciudadanos conozcan la realidad de Cuba? ¿Por qué su gobierno le viola su derecho a viajar libremente a cualquier país del mundo? ¿Por qué no quiere tampoco que los ciudadanos del mundo visiten Cuba y se encanten o no con lo que en ella vean y constaten?
Simplemente, porque todo lo que han afirmado y afirman son puras mentiras y campañas engañosas que forman parte de una guerra global diseñada y puesta en práctica contra Cuba desde hace 60 años.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.