Problema matemático: Si cien personas compran cien panes con cien dólares, ¿cuántos panes comprarán las mismas cien personas con mil dólares? Diez panes es la respuesta correcta de haber mil panes, pero si sólo hay cien panes y ni uno más, entonces cada pan pasa a costar diez dólares. Eso se llama inflación. Ejemplo: Cuando […]
Problema matemático: Si cien personas compran cien panes con cien dólares, ¿cuántos panes comprarán las mismas cien personas con mil dólares? Diez panes es la respuesta correcta de haber mil panes, pero si sólo hay cien panes y ni uno más, entonces cada pan pasa a costar diez dólares. Eso se llama inflación.
Ejemplo: Cuando el dólar se convirtió en moneda nacional una hermosa casa costaba cincuenta mil dólares, hoy la misma casa vale un millón. ¿Por qué hay inflación en Ecuador? Porque los EEUU emiten dólares en exceso. ¿Por qué el valor del dólar no anda por los suelos si los EEUU emiten tanta moneda? Pues porque como ellos están tan endeudado y no tienen con qué pagar, el resto del mundo y nosotros pagamos por su inflación. Ambos fenómenos, el precio de los artículos a nivel mundial y la emisión abundante de dólares, están íntimamente concatenados. Eso se llama latrocinio.
También hubo latrocinio cuando se les entregó las reservas de oro del país a 35 dólares por cada onza, pues hoy con ese dinero no se compra ni diez hamburguesas, pero en cambio para adquirir una onza de oro se debe gastar 1.300 dólares. La estafa es perfecta pues no hay culpables. Mejor dicho sí los hay, pero nadie los persigue ni los castiga porque tienen la sartén por el mango y se arrogan ese y muchos derechos coloniales más.
Aunque mal de muchos es consuelo de tontos, se debe recordar que con el cuento de que Rusia podría invadir a la República Federal Alemana y arrebatarle su oro (porque había Guerra Fría desde que la URSS no aceptara los acuerdos de Bretton Woods), dizque para poner ese oro en buen resguardo lo trasladaron Fort Knox, en EEUU. Pero el oro no retorna a Alemania y no va a retornar por más que los alemanes lo reclamen, a pesar de que ese peligro ficticio feneció a partir de que Gorbachov cristalizara su sueño de mocedad, eliminar la única barrera que impedía al imperialismo colonizar el mundo, cometiendo la mayor traición de la historia desde que Judas vendiera a Jesucristo.
Pero no sólo Ecuador y Alemania pagan los platos rotos sino que el mundo entero lo hace a manera de tributo al imperio; algo que ya comienza a fastidiar a todos. ¿Desde cuándo tributamos? Desde que Nixon, que por tanta maldad ni en la tumba descansa, perpetrara la mayor estafa de la historia al eliminar el patrón oro y establecer el patrón dólar. ¿Hasta cuándo? Hasta ya mismo, porque el cántaro está por reventar y surgen los movimientos de liberación incluso dentro del imperio.
Como reza el dicho: No hay mal que dure cien años.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.