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Intervencion de Carmen Castillo en la inauguración del Memorial del MIR en el Cementerio General de Santiago

«Permanecer fieles a lo que fuimos es no ceder al mandato de los vencedores»

Fuentes: Rebelion

Unidos hoy por afinidades electivas, la base mas solida de los afectos y de la fraternidad, nuestras vidas entrelazadas a un proyecto revolucionario, a una organizacion, el MIR, que aunque no vigente como tal, continua vivaz a existir en cada uno de nosotros y mas alla de nosotros, ya que el espiritu revolucionario no puede […]

Unidos hoy por afinidades electivas, la base mas solida de los afectos y de la fraternidad, nuestras vidas entrelazadas a un proyecto revolucionario, a una organizacion, el MIR, que aunque no vigente como tal, continua vivaz a existir en cada uno de nosotros y mas alla de nosotros, ya que el espiritu revolucionario no puede ser exterminado ni enterrado. El pasado no pasa y con el vivimos la intensidad del presente.

Unidos, entonces, como colectivo y amigos, se decidio crear un lugar abierto adonde poder descansar juntos. Una evidencia para los que lo desearan. Un reconocimiento a nuestros itinerarios, hoy dispersos en cartografias sociales diversas, pero siempre activos desde el territorio en que nos encontramos, guardando intacta la indignacion de nuestra juventud ya que las razones de indignarse, rebelarse y trabajar organizada y coletivamente nadie puede arrebatarnoslas. Nuestro compromiso es el mismo aunque tome formas distintas. Ya estamos viejos pero mientras haya un soplo de vida, en las trincheras, humildemente, estaremos. Pequeñas acciones, pequeños gestos, como los que en el pasado realizamos, ya que fue la suma de ellos los que dieron forma a un camino y dibujaron un horizonte.

Ese horizonte de sentido de nuestras vidas que a veces, en este largo tiempo en que tuvimos que pasar de la sobrevida a la existencia, parecia que habia desaparecido, ha sido iluminado con el que hacer y las luchas de las nuevas generaciones, a la escala de nuestras vidas hemos pasado del dolor mas terrible, la muerte y la derrota politica, al asombro de ver la esperanza abrirse paso obstinadamente en nuestras cabezas cansadas. Y una energia nueva nos mueve a continuar. El centro, la esencia de esa energia la dan nuestros muertos que con su vida y su muerte nutren de iluminaciones, recuerdos intimos el torrente de la historia haciendose. Sin los dolores y las alegrias del pasado no hay presente ni maniana.

Movidos entonces por esa conviccion, que nada tiene que ver con el culto a la muerte, es que nos decidimos a crear esta tumba colectiva, una suerte de monumento necesario a la cristalizacion del recuerdo. Un lugar digno y simple. Fui testigo de los esfuerzos, del trabajo dia a dia, vi otra vez operar el milagro de la accion colectiva, se junto el dinero, se sumaron los talentos y los oficios de los unos y de los otros y se construyo este sobrio mausoleo.

Reunidos hoy en la inauguracion de este espacio, recordamos a nuestros muertos. Recordamos a Miguel que con su gesto de combate marca de un sello luminoso y para siempre el flujo de la historia de Chile y, me atrevo a decirlo, de la humanidad. Vemos en este dia lluvioso su sonrisa y su mirada, sus manos y su rostro, nos dejamos trasportar por su manera de ser y su inteligencia, sabemos que sus ideas circulan sin descanso y libremente entre el cielo y la tierra. Estoy convencida que la compania de los muertos no tiene nada de morbido, sé que nuestros ausentes solo moriran el dia de nuestra propia muerte, pero sé tambien que cada muerte es una perdida, una perdida que nos deja más pesados. Sin embargo, ese peso es lo opuesto a una carga, es un mensaje compuesto no con palabras, sino con actos y heridas.

El mundo es otro, ha cambiado, rechazamos ser la caricatura del pasado y porque aun estamos vivos hemos ido tambien trasformando nuestro pensar y nuestro que hacer.

En los tiempos oscuros del capitalismo triunfante, digamos a partir de los noventa, fuimos con tozudez, con perseverancia, aprendiendo a cepillar la historia a contrapelo.

No renunciamos a cambiar el estado del mundo, pero hoy más que nunca, sabemos que nuestro compromiso es una apuesta lógica sobre la incertidumbre. Una apuesta ordinaria, reanudada cada día. Es la que hacen, con toda simplicidad, miles de militantes sindicalistas, asociativos, políticos, a través del mundo. Por lealtad hacia ellos, cuando nos implicamos es por mucho tiempo. No tenemos derecho a tirar la esponja, a rendirnos, a la menor lasitud, al menor accidente de recorrido, a la menor, y ni siquiera, incluso, a la peor decepción. Lo más grave son las derrotas internas, por abandono, por decepción y por desilusión, por negación y traición… Las derrotas sin combate que son primero y sobre todo debacles morales.

Frente a ello reinvindiquemos la politica, la politica esa imperiosa obligación de comprometerse, de apostar sin ninguna certeza de triunfo, como una especie de melancólica tirada de dados.

Si, porque nosotros, que estábamos apurados, tuvimos que someternos, contra el tiempo que siempre apremia, a la ruda escuela de la paciencia y aprender la lentitud de la impaciencia.

Pero nuestra reflexión es sencilla: El mundo como está no es aceptable, por lo tanto hay que tratar de cambiarlo. Incluso sin ninguna garantía de conseguirlo. En el fondo se trata de eso. No solo de abrazar una causa concreta, o un partido, sino de vivir cada dia una relación con el mundo sin reconciliación posible.

Permanecer fiel a lo que fuimos es no ceder al mandato de los vencedores, no rendirse a su victoria, no volver al redil. Al contrario del apego canino a un pasado marchito, es permanecer «fiel a los encuentros», amorosos, políticos o históricos.

Reafirmemos hoy el pacto a la unica fidelidad con los ausentes que nos queda: continuar a trabajar para lo incierto, luchar por un mundo mas justo y humano, luchar para ahorrarnos, al menos, la vergüenza de no haberlo intentado. La duda está relacionada con la posibilidad de lograrlo, no con la necesidad de tratar de hacerlo…

6 de octubre de 2012

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.