La escena tiene lugar en Europa, seguramente en un zulo ubicado dentro de un edificio acristalado, pero nadie sabrá lo que allí estuvo sucediendo sino cinco o seis años más tarde. Es una gran sala de conferencia, o una secuencia de estos espacios más bien neutros donde se suceden febrilmente a lo largo de […]
La escena tiene lugar en Europa, seguramente en un zulo ubicado dentro de un edificio acristalado, pero nadie sabrá lo que allí estuvo sucediendo sino cinco o seis años más tarde. Es una gran sala de conferencia, o una secuencia de estos espacios más bien neutros donde se suceden febrilmente a lo largo de los próximos dos días un rosario de audiencias en las que un alto enviado de un país extranjero monologa casi, según el reporte ahora filtrado, con los representantes de todos los países del continente europeo. Los anfitriones aparecen en la escena bien comidos y bien vestidos, avituallados de por vida con toda clase de lujos de fulgor ténue y sonidos amortiguados, como corresponde a la alta burocracia de la vieja o la más vieja aún, EUROpa, o Eupócrita, según como la veamos.
Con exquisita cultura, cordialidad y cinismo escuchan lo que viene a explicarles el consejero legal sobre (o para, según, y también, tras, pero no sin) la guerra contra el terrorismo que les ha enviado su en ese entonces majestad imperial Bush. Entre todos concluirán armoniosamente, como se evidencia al final del cable filtrado que es el objeto de este comentario: » por lo general, los interlocutores europeos de Bellinger», que asi se llama el consejero ‘legal’ estadounidense, «respondieron – muy positivamente a su visita. Sus preguntas fueron muchas y muy variadas, y todas las reuniones estuvieron marcadas por discusiones vigorosas pero constructivas».
Los funcionarios europeos saben ya en ese momento, en febrero del 2006, que todo este discurso o enema oral, o moral, que se les suministra en ese momento es falso, pero sin embargo asisten compungidos y solidarios, como socios leales, quien más quien menos, en la continua guerra en expansión: partícipes con aportaciones propias de miembros activos de un equipo por entero abocado a la creación del marco legal de la acción ilegal de la guerra, o sea, de sus justificaciones.
El reporte final de esas reuniones que envía por aquellos días la embajada estadounidense en Bruselas indica la preocupación de los dueños de casa por avanzar en la construcción de un entramado legal que pudiera encajar en el Derecho Internacional algunos daños colaterales que empiezan ya en esa época a salpicar por todos lados y cada vez más frecuentemente, incluso, en los propios ámbitos de soberanía restringida de esos mismos anfitriones europeos. Hay que agregar en su descargo que el cable señala que -a pesar de todos los embates argumentales que hará este secretario legal o inventor de leyes-, «está claro que muchos europeos continúan creyendo que el Artículo 3 de las Convenciones de Ginebra puede ser aplicado a los combatientes enemigos.»
Pero la verdadera preocupación de los anfitriones se revela en este otro párrafo que figura en el final del reporte despachado, como una síntesis del contenido fundamental del pensamiento de los socios transatlánticos:
» Algunos gobiernos se centraron en las ‘rendiciones’, y la posibilidad de que existiesen revelaciones negativas que impacten directamente sobre estas.» De refiere a «las persistentes preocupaciones (alimentadas por percepciones públicas negativas)».
Sigue el encabezado del cable, que irá resumido, a veces con fragmentos en extenso, alternados con mis comentarios:
Referencia: 06BRUSSELS524 Fecha del Cable: 2006-02-15 17:05 Clasificación: CONFIDENCIAL Origen: Embajada de Bruselas Asunto: Consejero legal sobre la guerra contra el terrorismo.
2. (SBU) El 7-8 de febrero, el Consejero Legal del Sec. de Estado John Bellinger se reunió con un amplio rango de funcionarios estatales y de la Unión Europea, que incluyeron a Robert Cooper, Director General para la Política Extranjera y de seguridad Común en el Consejo Secretarial de la Unión Europea; Jean-Claude Piris, Director General de los Servicios Legales del Consejo Secretarial de la Unión Europea; Michel Petite,
Director-General de los Servicios Legales de la Comisión Europea; Jim Cloos, Director del Secretariado del Consejo para las Relaciones Trasatlánticas, Derechos Humanos y las Naciones Unidas; y Gijs de Vries, Coordinador de la Unión Europea para la Lucha contra el Terrorismo.
La curiosa controversia sobre la pertinencia o irrelevancia de los contenidos de los cables filtrados por Wikileaks sigue alimentando febriles elucubraciones que en general pueden agruparse en dos bandos:
Por un lado están los que dicen que lo que revelan estos reportes enviados desde sus bases (embajadas) en el exterior por altos funcionarios de EEUU, son datos que todos ya sabíamos, que no agregan nada, un chismorreo redundante.
Vargas Llosa, previsible, el 16 de enero:
«Lo que prevalece en ellas (se refiere a las informaciones contenidas en los cables) es sobre todo una chismografía destinada a saciar esa frivolidad que, bajo el respetable membrete de transparencia, es en verdad el entronizado derecho de todos a saberlo todo: que no haya secretos y reservas que puedan contrariar la curiosidad de alguien… caiga quien caiga y perdamos en el camino lo que perdamos. Ese supuesto ‘derecho’ es parte de la actual imbecilización social», termina afirmando este personaje al que algunos consideramos, en alguna época, inteligente.
Vargas Llosa no está solo, lo sigue una larga lista de políticos comprometidos con las revelaciones, que tuercen levemente el rostro y se ruborizan y como diciendo yo no fui, dicen no es nada, fue un pedito, como en el caso de Aznar, o Berlusconi. No sé qué dijo Tony Blair que debe estar escondido además, o buscando defenderse de los nuevos cables palestinos que lo ponen en evidencia, una vez más, como un personaje siniestro incluso para altos funcionarios del gobierno de Israel que según estos últimos cables filtrados por Al Jazzera confiesan que a Blair no se lo puede tomar en serio. Y finalmente también la inefable Hillary. ¡Je, je!, no es nada, y tuerce la boca y dispara secretamente a sus asistentes, ¡cierren las cortinas! Como señaló un periodista estadounidense sobre tan grandes contrastes: ¿cómo se puede entender que los mismos que rebajan a chismes insustanciales el contenido de estos cables filtrados por Wikileaks, (de Wikileaks para empezar, porque parece que seguirán apareciendo fuentes jugosas), sean los mismos que se enfurezcan por estas revelaciones que, juran, le han hecho tanto daño a EU? Y después piden que por lo tanto y en consecuencia, se ajusticie a Assange, de ser posible, en la plaza pública.
Veamos por otra parte quienes eran, quienes son, algunos de los anfitriones europeos que escuchan al Consejero Legal del Sec. de Estado John Bellinger. Solo elegiré a Robert Cooper, porque dice algo en esta reunión según el informe, pero hay más si quieren buscarlos en internet:
Robert Cooper, Director General para la Política Extranjera y de Seguridad Común en el Consejo Secretarial de la Unión Europea
Las citas de un artículo de este alto funcionario son de la época en que era un alto funcionario de Tony Blair. Después ambos se reciclaron. Cooper actualmente es miembro del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales. Los extractos de su puño y letra están sacados de un artículo titulado «The New liberal imperialism» publicado por el Observer el 7 de abril del 2002, época de plena ocupación, aceleradísima, en la construcción de la malla de mentiras dirigida entre otros por Tony Blair para justificar la guerra de Irak. Robert Cooper era entonces, digamos, el asistente de cámara de Tony Blair. Este era el asistente de cámara de Bush.
Asi lo presenta, antes de dejarle la palabra, el Observer:
«Robert Cooper ha dado forma a los llamados del Primer Ministro Tony Blair para un nuevo internacionalismo y una nueva doctrina de intervención humanitaria que podrian poner límites a la soberanía de los estados».
«Cooper aboga por un nuevo liberal imperialismo y la admisión de la necesidad de doble standards en política exterior.»
Y ahora si, ¿ qué es lo que escribía Robert Cooper?:
«En el mundo posmoderno la razón de estado y la amoralidad de las teorías de Machiavello sobre el arte de gobernar, que definían las relaciones internacionales en la era moderna, han sido reemplazadas por una conciencia moral que se aplica tanto a las relaciones internacionales como a los asuntos domésticos: de ahí el renovado interés por aquello que constituye una guerra justa».
«Pero mientras los miembros del mundo posmoderno no representan un peligro el uno para el otro, tanto el mundo moderno como el premoderno representan amenazas».
«El desafio representando por el mundo pre moderno es algo nuevo. El mundo pre moderno es un mundo de estados fallidos».
«Si actores sin estado, particularmente droga, crimen, o terroristas sindicalizados toman un estado premoderno para usarlo como base para ataques hacia partes más ordenadas del mundo, entonces los estados organizados podrían eventualmente tener que responder. Si se vuelve muy peligroso para los estados establecidos tolerarlo, es posible imaginar un imperialismo defensivo.»
Retomando el tema de la pertinencia o no de las filtraciones de Wikileaks, contrariamente a los que acusan de impertinencia a estos cables están los que afirman que constituyen más bien un sólido paquete de documentación histórica. Como tal, agregan, sirve de prueba de la expansión planificada y sistemática del poder diplomático como un arma colateral en la guerra de terror antiterrorista por medio de la cual, el Estado que antiguamente usufructuaba de un poder unipolar, huye ahora hacia adelante, acosado por los flancos, en medio de la humareda de una emergente, inquietante e irreversible, esperemos, multipolaridad.
La unanimidad casi absoluta en el reconocimiento de este nuevo contexto internacional es algo que llena de tristeza a los nostálgicos amantes de las relaciones carnales con EU.
Según el cable filtrado, ahora si continúo, John Billinger, al que podríamos apodar también Dillinger, empezó diciendo que «los marcos legales que están disponibles, las Convenciones de Ginebra y la ley penal doméstica, no encajan bien en esta situación sin precedentes» y por lo tanto «la respuesta a la pregunta de cuáles deben ser las reglas que rijan la guerra contra el terror, no es una respuesta fácil».
Antes no era asi. Si uno testea en la wikipedia se puede ver que a medida que han pasado los siglos y los milenios la definición de la palabra ‘guerra’ se ha vuelto un terreno pantanoso donde proliferan las elucubraciones más abstrusas mientras que el contenido real de las definiciones, que era nítido y traslúcido en los textos más antiguos, se ha vuelto una papilla intragable para adultos, especialmente balanceada para bebés, colada entre las laberínticas circunvoluciones autoexculpatorias de los diplomáticos que asisten tan asiduamente y en todos los lugares de la tierra a esta clase de comparecencias.
Dillinger en la reunión paneuropea de seguridad continuó: «Conceptualmente, este es un conflicto militar, no es una acción policial para rodear a los criminales. La mayoría de los detenidos han sido capturados por nuestra Fuerzas Armadas en campos de batalla foráneos. Prácticamente, estos casos serán virtualmente imposibles de manejar por nuestros tribunales nacionales, ya que casi no hay testigos, ni declaraciones, ni evidencias documentales o forenses que se ajustasen a los patrones nacionales. De acuerdo con esto, el marco más apropiado serían las reglas del conflicto armado internacional».
En la definición de la palabra guerra en la Wikipedia se lee:
La guerra, dice el Marqués de Olivart, es el litigio entre las naciones que defienden sus derechos, en el cual es el juez la fuerza y sirve de sentencia la victoria. Hugo Grocio la definió como status per vincertatium qua tales sunt. Por su parte, Alberico Gentilis afirmó que Bellum est armorum publicorum ensta contentio. [ 5 ] Funk – Bretano y Alberto Sorel escribieron: «La guerra es un acto político por el cual varios Estados, no pudiendo conciliar lo que creen son sus deberes, sus derechos o sus intereses, recurren a la fuerza armada para que esta decida cuál de entre ellos, siendo más fuerte, podrá en razón de la fuerza, imponer su voluntad a los demás. [ 6 ] «.
Aclaremos que el más arriba mentado Billinguer o Dillinguer, militante fundamentalista, ¿no es una expresión ajustada en este caso?, expone sus definiciones de lo que debería ser la nueva legislación internacional, de acuerdo a lo que conviene a la potencia emprendedora de la nueva guerra, a un auditorio que ya en esa época tenía un conocimiento cabal, detallado, extenso y reiterativo de casos de «rendición», o sea de secuestros ilegales, casos de torturas, asesinatos y otros crímenes de guerra, incluso en el territorio de sus propias soberanías restringidas.
Comparten información confidencial de la que nadie habla explícitamente en esas reuniones de dos días y menos fuera de ella, y sobre todo que nadie entre ellos esperaba que nunca fuera difundida.
Con todo y ser un conglomerado débil, emergente o en fase tal vez terminal. Eupócrita ya había propiciado entonces algunas guerras en el interior de su misma zona, y avanzará todavía más después de esa época con el objetivo de reestructurar el mapa previorelativamente quieto desde la segunda guerra mundial (ahora estamos en las 89ª) a favor de los países del continente más ordenados, según la expresión del inglés antes citado.
Dilllinguer continúa ( aclaro que el cable lo copio de la traducción y publicación que hizo Cubadebate, que no replicó seguramente El País): «Después del 11 de Septiembre, los EE. UU. cuidadosamente consideraron si y hasta qué punto las Convenciones de Ginebra eran aplicables. El Artículo 2 de la Tercera Convención de Ginebra declara que estas convenciones se aplican solamente entre Altos Contrincantes. Mientras que Afganistán era un Alto Contrincante, Al Qaeda no lo es. Además, el Artículo 4 dictamina que un POW (prisionero de guerra) debe ser un soldado de un ejército nacional, usar uniforme con insignias marcadas, llevar abiertamente armas y seguir las leyes y costumbres de la guerra. Debido a que el Taliban no posee estas condiciones, ellos no están protegidos como POW bajo las Convenciones de Ginebra.
Ya no se puede hablar con la misma claridad con que lo hacían el Marqués de Olivart o Alberto Sorel, o el archiconocido Carl Von Clausewitz, la guerra es la continuación de la política por otros medios que es la continuación de la guerra por otros medios que es la continuación de la… Ya no se puede.
Para empezar, ninguna rebelión popular de las que dieron origen a la mayoría de las naciones modernas contaba en un principio con uniformes e insignias marcadas debidamente, «para seguir las leyes y costumbres de la guerra», de los que invadían o ocupaban. Además tan exquisitas maneras no impiden que EU (cuando digo EU no digo European Union, sino U$A) ataque cada día con aviones sin distintivos visibles ni tripulantes, con lo que se ahorran los uniformes, ni que soborne poniendo a sueldo a tribus enteras en los países ocupados o a tribus enteras de mercenarios extranjeros que lleva junto a sus expediciones de conquista, como un ejército paralelo
que está más allá o más acá de cualquier convención de guerra.
Más adelante, siguió Dilllinger: «Al Qaeda y el Taliban desestiman completamente las leyes de la guerra y atacan internacionalmente a los civiles» (…) «¿Entonces cual es la condición (estatus) de los combatientes de Al Qaeda y el Taliban? Bellinger aseveró que existe un claro vacío entre estos términos y el vacío es internacional.»
La negativa a reconocer el verdadero valor del contenido de estos cables se parece a la compulsión a invisibilizar que padecían los ciudadanos de un país cuyo rey se paseaba desnudo ante la multitud, multisensorialmente domesticada para seguir una costumbre muy generalizada en esa época y en esa nación, y en todas las épocas y regiones, como es la de negación.
La imagen de un rey desnudo parece que era por entonces tan escandalosa como lo sería hoy ver con tus propios ojos a un gobernante supraplanetario aparecer en público fajado con toda suerte de armas de destrucción masiva, cosa a la que evidentemente solo osaría un niño, aunque todos negarían ese extremo y hasta le concederían un premio Nobel de la Paz, digamos, al rey. Solo un niño lo hizo, jugueteando con Lady Gaga.
Hay que señalar algunas coincidencias que apuntan también hacia ese país cercano a aquel otro país en el que Shakespere identificaba el origen de un olor nauseabundo. Tanto premio dinamita evidentemente apesta. Suma y sigue ahora con la nueva edición del Nobel que culmina con el escenificación de una aparatosa puesta teatral en la que se destaca, con todos los reflectores puestos sobre ella, la silla vacía de un disidente chino, ausente con aviso. ¿Otro guión de cine europeo que apoya la pulseada que EU sostiene con el poder oriental emergente? No sé, yo no soy crítico de cine. Y también el olor a made in Suecia se certifica con el armado de un ataque judicial contra el director de Wikileaks. Una «rendición» lograda con la ayuda invalorable de policías y justicias empáticas, con la cual se encarcela y se presiona para deportar a EU, vía Suecia, a un acusado por un delito por el que no se ha ¡siquiera iniciado un proceso en Suecia! Para que pague por estos cables.
Sigamos con la exposición de Dillinguer: » Además, aunque son combatientes, ellos son mejor definidos como combatientes ilegales que no tienen derecho a protección alguna bajo las Convenciones de Ginebra. Bellinger también explicó que el término «combatiente ilegal» no es un término nuevo, sino que se ha utilizado durante años en tratados y manuales militares para describir a aquellos que se involucran en combate, pero de una manera ilegal.»
Lo que sucede es que los razonamientos del militante fundamentalista desbordan cualquier marco de contención racional y se expanden entre flagrantes contradicciones, presuponiendo, como ocurre entre la gente educada, que sus solidarios socios no expresarán su sorpresa ante los derrapes delirantes que este orador leguleyo pretende esculpir, a martillazo limpio, en la lógica.
Todavía Dillinguer: «El Artículo 5 de la Cuarta Convención de Ginebra, señala, especifica que los «espías y saboteadores» no tienen derechos ni privilegios bajo las Convenciones de Ginebra. Esta designación de «espías y saboteadores», es la designación de las Convenciones de Ginebra que más estrechamente describe a los terroristas de Al Qaeda.»
Los cables filtrados desde bases distribuídas en prácticamente todas partes del mundo ponen en evidencia la existencia de una extensa red de funcionarios estadounidenses que quedarían, asi, según el Artículo 5 de la Cuarta Convención, sin derechos ni privilegios bajo las Convenciones de Ginebra.
Este depredador del Derecho Internacional sigue asi: » el hecho de que EE.UU. esté defendiéndose, de ninguna forma hace legítimos a los combatientes ilegales bajo las propias leyes que ellos no respetan.»
Retomando el tema de la impertinencia de W. en cuanto a documentar lo que «ya todos sabíamos», el hecho de que ya durante el conflicto de la Segunda Guerra Mundial se conociera abundante información sobre la existencia de campos de concentración no invalida toda la documentación adicional que se encontró en los campos de concentración, al final de esa guerra y se difundió, y a veces se manipuló, a partir de entonces.
Ahora transcribiré algunos fragmentos más extensos de la retórica sinusoidal y ablandadora de Dillinger
(esto nunca puede ser demasiado «ya sabido» mientras sigue sucediendo):
«Además, Estados Unidos permanece obligado y comprometido con la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y otros Tratamientos y Castigos Crueles, Inhumanos o Degradantes. Esto incluye el Artículo 4, el cual prohíbe la tortura, y el Artículo 3, el cual prohíbe la transferencia de personas a países donde existe la probabilidad sustancial de que serán torturados. El Artículo 3 se aplica caso a caso. El pobre registro de un país sobre derechos humanos levantará la bandera roja, pero no necesariamente conlleva a una prohibición contra la transferencia de un detenido a ese país. Por el contrario, en cada caso individual Estados Unidos busca la garantía de que la persona involucrada no será torturada, y la transferencia es solo permitida si esas garantías son consideradas creables».
(…)
«En relación con el Artículo 16 de la Convención contra la Tortura, la cual prohíbe el tratamiento cruel, inhumano y degradante, el Senado de EE.UU. expresó reservas durante la ratificación en 1995, ya que no existe definición sobre «el tratamiento cruel, inhumano y degradante» en la Convención. La salvedad (reserva/distingo) del Senado establecía que Estados Unidos atara esta disposición a las prohibiciones de tratamiento cruel e inusual a la Quinta, Octava y Catorce Enmiendas a la Constitución de Estados Unidos. Debido a que estas enmiendas constitucionales se aplican solamente a ciudadanos estadounidenses en territorios bajo la jurisdicción de Estados Unidos, el Departamento de Justicia interpretó que la salvedad (reserva/distingo) del Senado significaba que el Artículo 16 solamente se aplica dentro de Estados Unidos».
(…)
«La Ley para el Tratamiento a los Detenidos del 2005, él explicó, permite a las Fuerzas Armadas utilizar las técnicas de interrogatorio relacionadas en el Manual de Campo del Ejército Estadounidense».
Las actividades del tribunal que juzgó a las juntas militares en Argentina no tendrían sentido para los críticos de las filtraciones de Wikileaks porque «por supuesto todos ya sabíamos» que había desaparecidos y torturados. Pero el informe Nunca Más se refiere, detalla, documenta y prueba las circunstancias de una atroz cantidad de esos crímenes. Dicho esto, su redundancia y su carácter sistemático permitieron deducir la existencia de un plan de exterminio centralizado y oculto por parte de la Junta Militar, su ejército y sus cómplices civiles.
A esta línea de investigación precisamente instiga todo este chorro de informaciones filtradas ahora por W., que estaban destinadas a llegar a través de un embudo, a un agujero negro del tamaño del universo. Las amenazas, coacciones y anuncios de represalías a toda clase de altos funcionarios gubernamentales, legislativos y/o judiciales, en toda escala de altos, medios o bajos Estados (en la escala de ordenados a fallidos, según Robert Cooper) está probada con una sistematicidad suficientemente expuesta en estos cables que se vuelven asi material de prueba. La violación real y cotidiana al derecho internacional es algo que difícilmente perseguirán cualquiera de las mascaradas de tribunales internacionales que hay actualmente, porque estos solo existen para satisfacer el interés punitorio y geopolítico de EU y la UE, euueeuueeu…, suena viniendo desde lejos como un boomerang. Si yo tuviera su número de teléfono llamaría ahora a Lula para preguntarle ¿gosta voce de integrar un comité de auspicio para la entrada en funcionamiento de un Tribunal Internacional Auténtico para juzgar a los crímenes de guerra y a toda clase de violaciones al derecho internacional perpetrados en el marco de la actual y permanente guerra terrorista antiterrorista?¿Quem fala? diría él. Nenhum, outro mais, diría yo. Pero elegiría decirle a Lula, porque él parece honesto, y ha sabido lidiar con el poder mundial, guardando un poco de dignidad. No porque él sea uno de los que ha buscado cambiar las cosas con más profundidad. De esos hay otros, pero, parafraseando al dicho que reza, «no aviven a los giles», digamos, no espantemos a los más percudidos por la contaminación informática. Es posible juntar a cinco personas que sean honestos, consecuentes, famosos, y dignos, ¿por qué no? Seguro que si, pero repasar los dedos de la mano es una tarea de todos.
Sigue otra serie de fragmentos del cable filtrado, por su interés, por si mismos, y para ventilar otros asuntos, lo central en esta argumentación sobre la impertinencia o no de los cables de W. Mientras que siga hablando Dillinger:
«11. (SBU) Bellinger entonces presentó algunas cuestiones más inquietantes. Por ejemplo, de acuerdo con las reglas del conflicto armado internacional, una nación puede retener a los detenidos hasta el final del conflicto, cuando estos ya no signifiquen una amenaza. ¿Cuánto tiempo, sin embargo, durará la guerra contra Al Qaeda? ¿Pueden los detenidos ser retenidos indefinidamente? ¿Qué pasa si algunos son inocentes? Estados Unidos reconoce que estas son cuestiones inquietantes, pero no considera que tales cuestiones pudieran justificar la decisión de no detener a personas que representan un peligro para los ciudadanos estadounidenses.
Para lidiar con este problema en Guantánamo, Estados Unidos ha creado un proceso de Junta de Revisión Administrativa anual para determinar, para cada individuo detenido, si este debe aún ser considerado en estado de guerra contra Estados Unidos. Este proceso ha tendido como resultado en la liberación de 180 detenidos y la transferencia de 76 a otros países, dejando aproximadamente 500 detenidos en Guantánamo. De los liberados, al menos una docena se ha conocido han regresado a la lucha contra Estados Unidos».
Acá solo una breve interrupción a esta larga película de espanto: ¿cuántas denuncias de torturas, detenciones ilegales, secuestros, desapariciones y asesinatos ilegales se han agregado desde este discurso, mientras ellos liberaban, como un gesto magnánimo, a 180 personas contra las que no tenían absolutamente ninguna clase de pruebas?
«12. (SBU) La cuestión ha sido presentada como la posible inocencia de los detenidos en Guantánamo. Como establecen las Convenciones de Ginebra, si existiese alguna duda sobre la consideración de un individuo como prisionero de guerra o no, debiera existir un tribunal como lo establece el Artículo 5. Debido a que los luchadores del Taliban y Qaeda no reunían las condiciones necesarias para el otorgamiento de la condición (estatus) de prisionero de guerra, el Presidente decidió que los tribunales de Artículo 5 no eran necesarios.
(…)
Estos Tribunales de Revisión la Condición (estatus) del Combatiente han traído como resultado la determinación de que no existía suficiente información sobre la cual retener a 38 detenidos.
(…)
La argumentacion inicial es que todo lo que queda en Guantánamo, todas las dudas, la pertinencia incluso de estas reuniones del secretario legal de Eu con sus anfitriones europeos son casos de gente sobre la que no existen pruebas, pero a la que no se puede soltar.»
«13. (SBU) Bellinger señaló que las «rendiciones» han sido utilizadas durante décadas para detener terroristas y criminales que no pueden ser extraditados ni tampoco detenidos ni llevados a la justicia. Él enfatizó que los Estados Unidos no llevan a cabo «rendiciones» «extraordinarias» con el propósito de torturar a sospechosos, ni transferirlos a países en los cuales ellos serán torturados. Existen varias circunstancias en las cuales la ejecución pudiese ser la mejor opción. En todos los casos, las ejecuciones son conducidas de manera consistente con las obligaciones internacionales y la soberanía de otros estados. Los Estados Unidos espera los estados que cooperan en las actividades de ejecución, también lo harán en consistencia con sus legislaciones nacionales».
Hay algunas partes de estas falsas y cínicas argumentaciones que han sido comentadas ya en particular y en extenso por el tiempo, por el desenmascaramiento que les propinó el tiempo, asi que me relevo de comentarlas, pero no de releerlas, porque revelan por anticipado la calidad de las nuevas noticias que nos suministran en los medios hoy o mañana con informaciones circundantes, cercanas, asociadas o amigas.
«14. (SBU) Bellinger trató de disipar las imputaciones de que cientos de personas habían sido secuestradas de las calles europeas. Él señaló que no existen evidencias para tales imputaciones, y que Estados Unidos respeta la soberanía de los gobiernos europeos. Sobre las ejecuciones, los vuelos de la CIA y otras operaciones de inteligencia, Estados Unidos ni confirmará ni negará las imputaciones específicas, para no comprometer la confidencialidad de las operaciones de inteligencia como tal. Bellinger señaló que negar cinco de las seis imputaciones, de hecho, confirmaría las seis. Estados Unidos confía que los gobiernos europeos continuarán siguiendo la misma política».
Y acá llega el motivo central de esta reunión, o digamos, el cometido central de la visita de Dillinger:
«15. (C) Algunos interlocutores de la Unión Europea expresaron preocupación de que algunos estados miembros de la Unión Europea apoyaría una resolución cubana contra las acciones de Estados Unidos en Guantánamo en la venidera Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que podría ser modelada después de la resolución sobre esta materia en el Parlamento Europeo. Bellinger alertó de que el apoyo europeo a una resolución sobre Guantánamo significaría un serio retroceso en la cooperación Estados Unidos – Unión Europea contra el terrorismo, y daría la inaceptable impresión de que la Unión Europea estaba aliada con Cuba contra del Director General del Consejo de la Unión Europea para la Política Común Extranjera y la Seguridad, Robert Cooper, dijo que algunos estados miembros de la Unión Europea podrían sentirse obligados a apoyar la resolución ya que ellos habían acordado el año pasado no hacerlo, en respuesta al compromiso de Estados Unidos para permitirle a Manfred Novak, Reportero Especial de la ONU sobre la Tortura, visitar Guantánamo; ahora, Estados Unidos ha regresado a ese acuerdo. Bellinger explicó que Estados Unidos ha invitado a Novak visitarlo, pero que Novak había escogido públicamente rechazar la oferta estadounidense (para visita en condiciones normales, pero no poder entrevistar a individuos detenidos, como solo puede hacerlo la ICRC). Cooper dijo que la Unión Europea, habiendo cooperado con Estados Unidos en la resistencia contra los intentos chinos de imponer condiciones a la visita del Reportero Especial, estaba teniendo dificultades al justificar los intentos estadounidenses de imponerle condiciones a la visita de Novak a Guantánamo. Ambas partes acordaron que Estados Unidos y la Unión Europea necesitaban consultar anticipadamente para evitar un choque de trenes sobre este asunto en la comisión de Derechos humanos».
Frente a los crímenes masivos un segmento importante de la población, como ocurrió durante y al final del nazismo o como ocurre ahora en el estado de Israel, afirmaron y afirman que ellos no supieron o no saben nada de lo que estaba o está aconteciendo. Había rumores, pero ellos, con una sospecha insistente, como la que ahora enarbolan los que sostienen la inutilidad e incluso la no fiabilidad del origen de estas filtraciones de Wikileaks, negaron y siguen negando.
Brad Mailing, podríamos llamarlo asi, que ahora precisamente estaría siendo torturado en la Guantánamo Propia, en la Guantánamo Interior, es casi un niño que se mueve, o más bien se sacude al ritmo de Lady Gaga, de esto no hace muchos meses, mientras lee, o más bien presencia, átonito, vigilado de cerca por sus guardianes, el paso ante sus ojos de «una montaña de secretos bien guardados» cuyo primer carácter escandaloso proviene de su vivacidad, que a su vez proviene de que la mayoría de esta montaña de anotaciones pormenorizadas estaba destinada a ser borrada, quemada, robada del conocimiento público, después de ser utilizada en secreto.
Él vió, aunque ahora quieran negarlo, que estaba presenciando confesiones o informes de partícipes directos de operaciones diplomáticas generalmente al margen de la legalidad internacional y que trasmitían sus impresiones y registros con nitidez sintética, como corresponde a profesionales de la observación, y agreguemos, de la manipulación. Y en lo que radica el otro componente escandaloso de esta montaña de escenas de la vida conyugal de la conquista y la colonización tal como se dan en estos tiempos, es que los cronistas se sentían amparados por la seguridad de que ningún foráneo externo a su extensa red o club exclusivo podría fisgonear en sus secreteos.
Como los condenados al exterminio que en los campos de concentración nazis se propusieron, más allá de la certeza de su muerte inminente, asociarse en pequeños grupos y registrar con anotaciones microscópicas (también hubo fotos con una cámara entrada de contrabando al campo de concentración) un retrato perdurable de su cotidianeidad infernal, de su vivacidad agónica, para legarlo a quienes quisieran saber la verdad más tarde. Los sacudones rítmicos de Brad Mailing disimulan la primera mirada verdaderamente «átonita» sobre esta montaña de secretos bien guardados destinados a desaparecer en el infierno de un ordenador central y constituyen una valiente y solitaria mirada al futuro, más allá del infierno circundante. (El caso de las heroicas filtraciones desde los campos de exterminio lo cita Didi-Huberman)
Otra consecuencia de estas lecturas indecentes (de cables filtrados) es que ahora, cuando Hillarydad, podríamos llamarla asi, amenaza públicamente con represalías de todo género al nuevo gobierno del Líbano, absolutamente constitucional por otro lado, o cuando declara su confianza y apoyo a la estabilidad y la continuidad de la dictadura de Mubarak en Egipto cuando es jaqueada por levantamientos populares, ahora, digo, podemos fácilmente deducir la existencia de un conjunto de escenas simultáneas y secretísimas que se desarrollan en este preciso momento, y que son tan escandalosas o más que las que revelaron los cables de Wikileaks, y que por ahora permanecerán fuera del alcance de nuestros ojos y de nuestros oídos, y habrá toda clase de controles internos para que no vuelvan a filtrarse, aunque estén involucrando a nuestros presidentes, primeros ministros, ministros de justicia, defensa, información, etc, a altos funcionarios de países asociados, a casi toda clase de políticos y empresarios, ahora en este mismo momento…