El régimen espurio de Pepe está mostrando de que está hecho. Tras comprometerse a dialogar con los maestros y maestras sin represalias, si suspendían la huelga, decisión que estos efectivamente tomaron en las consultas realizadas con la base, resulta que acaba de decretar la suspensión de centenares de maestros y maestras de sus cargos, en […]
El régimen espurio de Pepe está mostrando de que está hecho. Tras comprometerse a dialogar con los maestros y maestras sin represalias, si suspendían la huelga, decisión que estos efectivamente tomaron en las consultas realizadas con la base, resulta que acaba de decretar la suspensión de centenares de maestros y maestras de sus cargos, en su mayoría dirigentes intermedios, de base y activistas, según el acuerdo ejecutivo emitido el día de ayer [miércoles].
Es claro que el régimen solo esperaba que se suspendiera la medida de presión de la huelga para hacer este intento de decapitar a la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (FOMH) y así asestar un duro golpe al gremio y al movimiento popular. Lo dicho demuestra que nada se ganara sentándose a dialogar con este régimen sino solo perder el tiempo. Porque al igual que en diciembre pasado, firmara lo que sea con tal de desmovilizar al magisterio para despues no cumplirlo, aunque lo aprovechara para aprobar sus leyes neoliberales y destruir las organizaciones populares.
Hay que tener claro que este no es un paso aislado, sino parte de una estrategia con la cual busca tres cuestiones: 1) Obligar al magisterio a desviar la atención de la lucha por la defensa de la educación pública, por el rescate del INPREMA y por la derogación del decreto que elimina la indexación salarial, distrayéndolos con las suspensiones de activistas a nivel nacional; 2) intentar dividir al FOMH para que unos colegios magisteriales se enfrenten contra otros y en rio revuelto asestarle golpes a las organizaciones, incluso dividiéndolas internamente; y 3) dar un golpe a la Resistencia Popular, de la cual el Magisterio es nuestro destacamento mas numeroso y disciplinado… ¡Y uno de los pocos que hacen huelga de verdad!
Qué deben hacer los maestros y maestras para contrarrestar esa estrategia gubernamental, es algo que ellos y ellas deben decidirlo. En cambio yo me permitiré escribir por quienes, sin ser maestros(as), compartimos con ellos y ellas una causa común, y estamos dispuestos a seguir luchando por ella.
Considero que la Resistencia debemos salir nuevamente a las calles a respaldar a nuestros compañeros y compañeras, no solo porque su lucha -la defensa de la escuela pública-es nuestra lucha, sino también porque si permitimos que hoy los descabecen, mañana vendrán por el resto y nuestras conquistas estarían amenazadas de desaparecer.
Desde hace más de un mes, la Asamblea Nacional del FNRP decidió hacer dos Paros Cívicos: uno el pasado 30 de marzo -que se cumplió-y otro el próximo martes 12 de abril. En este último la principal reivindicación debe ser la defensa del magisterio y el cumplimiento de sus demandas. La experiencia ha demostrado que aunque hagamos un buen Paro como el del 30 de marzo, debe formar parte de una estrategia más amplia a la cual contribuir para que el impacto sea mayor y efectivo; pues de lo contrario, todo termina con una gaseada sin pena ni gloria. En ese sentido la conducción nacional del FNRP tiene la responsabilidad de planificar esa estrategia, tomando en cuenta la experiencia acumulada, y dar las orientaciones a toda la organizacion; y nosotros como base disciplinada, a cumplirla.
La Asamblea de la Resistencia también dio mandato a la Coordinación Nacional para convocar a un gran Encuentro Nacional de Luchadores y Luchadoras sociales en donde se defina una estrategia común para unificar nuestras luchas, hoy dispersas, en torno a un programa de demandas populares, porque la unidad y la movilización es la única manera de derrotar este regimen antipopular. Sin embargo, el tiempo pasa y no tenemos noticia de ninguna convocatoria.
Así que manos a la obra, que no se trata de «apoyar» a nuestros hermanos y hermanas maestras, sino de luchar POR NOSOTROS MISMOS, porque mañana puede ser demasiado tarde.
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