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Presentada en México la revista Contexto Latinoamericano no. 13

Fuentes: Ocean Sur

Palabras de la Dra. Damellys López Heredia en la presentación, en la UNAM, del número 13 de la revista Contexto Latinoamericano, dedicada al 50 aniversario de la victoria en Playa Girón y a la proclamación del carácter socialista de la Revolución Cubana

En 2011 se conmemora el cincuenta aniversario de la proclamación del carácter socialista de la Revolución Cubana en un discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro Ruz, primer ministro del Gobierno Revolucionario, el 16 de abril de 1961.

En la céntrica esquina habanera de las calles 23 y 12, este acontecimiento tuvo lugar ante una multitudinaria concentración popular en ocasión del sepelio de las víctimas del bombardeo terrorista a varios aeropuertos de la isla, que sería el preludio de la agresión militar del imperialismo norteamericano registrada en la historia con el nombre de Invasión a Playa Girón, la cual fue derrotada por el pueblo cubano en menos de 48 horas.

A medio siglo de que Cuba asumiera la identidad socialista, la única posible para un proceso revolucionario genuino, Contexto Latinoamericano rinde homenaje a ese hito con la publicación del discurso que la consagró.

Dicho número fue presentado el pasado 25 de marzo en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (CELA), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por la Dra. Damellys López Heredia, profesora e investigadora de esa prestigiosa casa de estudios.

A continuación reproducimos sus palabras.

La revista Contexto Latinoamericano constituye un proyecto más de la editorial Ocean Sur, que ha tenido como prioridad desde sus inicios como editorial latinoamericana, promover el análisis de la problemática regional desde la perspectiva de la izquierda y en la búsqueda de ser, como bien lo señalan, un «lugar de encuentro» de las voces y movimientos sociales que plantean la transformación de «Nuestra América».

Hoy tenemos el gusto de presentar el número 13 -correspondiente al número 1 de este año 2011-, el cual tiene como estructura cuatro contextos que abarcan: el Contexto Actual, Histórico, Analítico y Cultural, además de la información referida a los Enlaces que constituyen las presentaciones de publicaciones de la editorial Ocean Sur.

CONTEXTO ACTUAL Contiene cuatro artículos que en términos generales se refieren: el primero, a los resultados de las elecciones en Brasil en el 2010; el segundo, sobre los antecedentes históricos, el golpe de Estado y los retos del proceso político en Ecuador; el tercero, sobre las encrucijadas en que el gobierno de Lugo coloca a la izquierda paraguaya, y por último, la guerra mediática contra la Revolución Bolivariana en Venezuela.

Pretendiendo hacer una pequeña reseña de cada uno de los artículos, comenzaremos por el de Valter Pomar, «Brasil: dos proyectos en disputa», pp. 7-14 (historiador, miembro del Directorio Nacional del PT y secretario ejecutivo del Foro de Sao Paulo).

En este primer artículo, dentro de la coyuntura actual latinoamericana, se hace un balance del último proceso electoral en Brasil, donde el triunfo de Dilma Roussef no solo significa la continuidad de un proceso iniciado en el 2003, con la llegada de Lula al poder, sino que a su vez representa un nuevo desafío para la izquierda brasileña, toda vez que mediante el análisis de los resultados electorales se puede observar que la izquierda en términos reales no ha crecido, mientras que un número de votantes nuevos no se definen. Como señala el autor:

la coalición que apoya a Dilma obtuvo la mayoría electoral, pero la izquierda propiamente dicha (Partido de los Trabajadores, Partido Comunista de Brasil, Partido Socialista Brasileño y Partido Democrático Laborista), obtuvo alrededor de 30% de los votos. Podemos decir que, desde 2002, hay una estabilidad en la votación de la izquierda como un todo y de la del PT en particular (p.9).

Condiciones del gobierno de Dilma Roussef

Según el autor, las condiciones externas e internas pueden afectar el desenvolvimiento del gobierno de Roussef, debido a las siguientes situaciones: «internacionalmente, el gobierno de Dilma actuará en un escenario dominado no solo por la crisis y la inestabilidad económica, sino también por la cada vez mayor inestabilidad política y militar» (p.9). En el ámbito interno, «se reduce el margen de maniobra del gobierno para mejorar la vida de los pobres sin tocar las grandes riquezas»…; en el escenario político, esta situación «explica el tono radical asumido por la oposición durante la campaña electoral, y que debe predominar a lo largo del mandato de Dilma, el cual necesita ser contrabalanceado por una intensa movilización de los sectores populares» (p.10).

Por lo tanto, «mantener el apoyo del 56% que votó por Dilma implica, por los menos mantener las tasas actuales de crecimiento económico y distribución de la renta. Debido al escenario internacional, esto no será posible a menos que se adopten medidas de protección de la economía nacional» (p10).

También en el artículo se plantean los principales problemas que enfrenta el PT y si estos no se resuelven es posible que en los próximos procesos electorales sufra las consecuencias.

Uno de los principales problemas (como señala el autor), es «la relación del PT con los partidos aliados», en este caso, principalmente con el PSDB.

En el artículo se reflexiona sobre el papel del PT, no solo en el proceso electoral, sino en la dinámica del desarrollo político del Brasil en los últimos ocho años, asimismo, se plantean los principales problemas y retos que tendrá no solo el gobierno de Roussef, sino el PT, en medio de condiciones externas no favorables, así como de una necesidad de reacomodo y nuevas formas de funcionamiento del partido.

El autor señala que

con la elección de Dilma y durante su mandato se deben acentuar las contradicciones que atravesaron la política brasileña en los últimos ocho años. Tendrá continuidad la disputa entre neoliberales y antineoliberales, ya que el neoliberalismo está muy distante de haber sido derrotado, en Brasil y fuera de él. Prosigue, también, la disputa entre desarrollismo conservador y desarrollismo democrático, en el cual el crecimiento se combina con cambios progresistas en la distribución del poder, la renta y la riqueza (p.12).

En resumen,

el gobierno de Dilma, como el gobierno de Lula, será un gobierno de centroizquierda con aliados de derecha, pero el PT es un partido de izquierda y debe saber combinar el apoyo al gobierno con la disputa interna y externa por los rumbos de este mismo gobierno. Con otras palabras, el cambio continúa y la disputa también (p.14).

El siguiente trabajo que se presenta es el de Alberto Maldonado, «Ecuador: antecedentes históricos, gobierno de Correa, golpe de Estado, situación actual y perspectivas», pp. 16-26 (periodista y profesor universitario ecuatoriano).

El artículo de Maldonado sobre la realidad ecuatoriana, inicia su relato con un breve bosquejo de la historia del Ecuador como país andino, caracterizando no solo los avances de orden social sino también político aunque controlado por los militares, que distingue claramente de las dictaduras de sus países vecinos, principalmente, del Perú, Colombia y por otra parte, Argentina, Chile y Brasil.

El autor resalta los cambios políticos que ha vivido el país desde finales del siglo XX y lo que va del actual, para entender, en medio de un proceso de sublevaciones (como las llama) sociales, la llegada al poder de Rafael Correa, con el planteamiento de una Revolución Ciudadana, que tiene sus propias y particulares características y que la diferencian de otros procesos revolucionarios que se viven actualmente en la región, específicamente, señala

la Revolución Ciudadana de Rafael Correa nada tiene que ver ni con la clásica revolución marxista, ni con la Revolución Cubana, ni con la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez, ni con la Revolución Indígena de Evo Morales. Más bien dicho, tiene de todo un poco y, sobre todo, un afán por liquidar las viejas prácticas neoliberales, los viejos corrompidos partidos políticos, y un ambiente de renovación y de cambios que hace rato demandaba la sociedad ecuatoriana… (p.21).

El autor hace un pequeño balance de los logros que ha tenido el gobierno de Correa y su Alianza País, mismo que han sido neutralizados por la guerra «sipiana» (de la SIP-CIA), que van desde el repunte de la pequeña empresa a partir de préstamos públicos, la gratuidad de la educación a todos los niveles, así como la disminución de la pobreza y la miseria, amén de soluciones que se han dado en materia de salud.

Esto no quiere decir que no se hayan cometido errores como por ejemplo quitarle a los jubilados «algunas de sus conquistas a pretexto de combatir las «jubilaciones doradas» que se habían detectado en algunas entidades autónomas» (p.24), entre otros….

Por último, Maldonado señala que los acontecimientos del 30 de Septiembre de 2010, (motín de la policía, que casi le cuesta la vida), pueden definirse como un Complot en contra del gobierno de Correa y las transformaciones que está pretendiendo llevar a cabo, que de alguna manera, esta situación no es más que una expresión de los intereses de la derecha conservadora que hasta ahora tiene capacidad para manipular los medios informativos.

Un tercer trabajo que se presente en esta sesión corresponde a: Hugo Richer, «Paraguay: un momento crucial en medio del laberinto», pp. 28-33 (secretario general del Partido Convergencia Popular Socialista, integrante del Frente Guasú).

En este artículo, el autor plantea la problemática del gobierno de Fernando Lugo en el Paraguay, tomando en consideración la fuerza de la derecha y su influencia en el proceso de cambio que se pretende llevar a cabo a partir de la llegada de Lugo al poder en el 2008, sobre todo, haciendo una crítica a las negociaciones que ha tenido que hacer el presidente Lugo para poder mantenerse en el poder.

Plantea los errores que ha cometido el gobierno al negociar con la derecha, en este sentido, cito algunas consideraciones al respecto:

La llegada de Lugo a la presidencia de la república no solo significó poner fin a 60 años de gobiernos colorados. Por primera vez, desde 1870, asumía el poder ejecutivo una persona no digitada por la oligarquía y que contaba con el apoyo de las fuerzas progresistas y de izquierda (p.29).

No pasó mucho tiempo para que Fernando Lugo sintiera todo el peso de la estructura de la derecha dispuesta a impedir la implementación de la política de cambios; los planes conspirativos que buscaban su destitución echaron a andar incluso antes de que asumiera la presidencia de la república. En estos dos años y medio del gobierno Lugo, la derecha en el Congreso recurrió sistemáticamente al recurso del recorte presupuestario para las instituciones encargadas de impulsar las políticas sociales dentro de la estrategia de alentar el desencanto de los movimientos sociales hacia el gobierno (p.30).

Los principales medios de comunicación asumieron sistemáticamente sus líneas editoriales para desprestigiar y debilitar la gestión de Lugo… (p.30).

[…] se podría decir que para sobrevivir hizo más concesiones que cambios importantes. La diversidad política e ideológica que conforma su gobierno permitió observar tímidas políticas por la izquierda y cuestionadas influencias de la derecha (p.31).

La división de los partidos y movimientos de izquierda ha impedido una mayor presencia parlamentaria, cuestión que no ha favorecido la gestión del gobierno de Lugo.

El proceso de unidad se empezó a gestar después que Lugo había asumido el gobierno, lo que permitió la formación del Frente Guasú en marzo de 2010, a casi dos años de la victoria electoral. El paso que se ha dado es importante, pero será fundamental si, además de consolidar un programa, se asume que las funciones de gobierno requieren de una visión de crecimiento ligado al movimiento de masas que le ha dado su respaldo y le da la oportunidad de construir una base social para los cambios (p.32).

Mientras la política social del gobierno es tímida, muchas veces desmovilizadora y conservadora, con funcionarios/as que ocupan cargos en nombre de las fuerzas progresistas confundidos entre una política de Estado y sus anteriores prácticas en las ONG (p32).

Sin embargo, los movimientos sociales no han abandonado su apoyo al presidente Lugo en la comprensión de las dificultades que presenta el sistema y las fuerzas de derecha. Pero igualmente espera cambios y rectificaciones. Es probable que en el 2011 estas fuerzas sociales retomen sus luchas reivindicativas en base a movilizaciones populares (p.32 y 33).

[…] la mayor identificación de Fernando Lugo con el Frente Guasú puede posibilitar una discusión sobre el corto y mediano plazo, impedir la restauración conservadora y profundizar los cambios democráticos (p.33).

Por último en esta sesión tenemos el trabajo de: Olga Rosa González, «Guerra mediática en y contra Venezuela», pp. 34-50, (profesora del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana).

En este artículo, se hace un análisis muy interesante del papel de los Estados Unidos y otras potencias extranjeras, europeas y asiáticas, en el control de los medios de comunicación en los países latinoamericanos.

Se hace énfasis en la influencia que tienen las grandes compañías trasnacionales de la comunicación en todos los ámbitos de la vida nacional (económico, político, socio-cultural, educativo, etc.).

En este sentido, señala la autora que

son los Estados Unidos y sus compañías mediáticas las dueñas de la información y del mercado audiovisual en el mundo. De ahí que los nueve consorcios que «controlan» de alguna manera el mercado en la región latinoamericana, también sean dependientes, desde el punto de vista tecnológico, económico, informativo y cultural, principalmente de los Estados Unidos (p.35).

Cita la autora,

que existe una fuerte amenaza para la identidad y diversidad cultural de los pueblos latinoamericanos pues al estar tanto la producción como la distribución de los productos comunicativos en manos de las transnacionales de la comunicación estadounidenses las tradiciones culturales de los países de la región quedan relegadas a un segundo plano y supeditadas a paquetes en los que se difunde el american way of life (p.38).

En el caso de Venezuela,

la Organización Cisneros no es solo uno de los grupos regionales más grandes e influyentes de América Latina y del mundo sino que es el accionista principal de Univisión. Venevisión, por su parte, es el mayor proveedor de su programación bajo un contrato que está vigente hasta el 2017. Asimismo, el Grupo Cisneros ha sido uno de los accionistas de DirecTV Latin America, específicamente de su división PanAmericana que, como vimos, en el caso de Venezuela ofrece un paquete que contiene un 81% de lo que denominamos «programación global». A finales de los años noventa se unió a America Online (AOL) y Playboy Enterprises y sus acciones y alianzas con otras compañías estadounidenses son amplias y reconocidas. Ha sido, además, uno de las compañías que más ha criticado al gobierno de Chávez (p.41).

González concluye que existe en primer lugar un

sistema de dominación mediática de los Estados Unidos hacia Venezuela que se caracteriza por la interrelación existente entre la influencia de las principales compañías de medios estadounidenses en el hemisferio, las compañías nacionales venezolanas y la BBG. El papel desempeñado por las compañías privadas venezolanas en contra del gobierno en aras de desestabilizar el proceso bolivariano.

Por otra parte, «la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y la BBG apuntan a Venezuela […] desde las elecciones de 1998 cuando Chávez llega al poder». Está claro que hoy en día existe «una agresión directa y abierta contra la soberanía nacional del Venezuela».

CONTEXTO HISTÓRICO En este apartado se reproduce el discurso pronunciado por Fidel Castro en vísperas de la invasión a Playa Girón, La Habana, 16 de abril de 1961, en el que proclama el carácter Socialista de la Revolución Cubana.

Además denuncia de la agresión de los Estados Unidos a Cuba, en este sentido, solo resaltaremos una cita:

[…] la pugna en este caso que nos envuelve a nosotros es la pugna entre un gobierno imperialista y un gobierno revolucionario, es la pugna entre un imperialismo guerrerista y agresivo y una revolución social que destruye, precisamente, todas las formas de explotación, no solo de explotación de un pueblo por otro, sino incluso la explotación de una parte del pueblo por otra parte del pueblo (p.59).

CONTEXTO ANALÍTICO

Contiene dos artículos: el primero de ellos incluye una mirada a los Estados Unidos desde América Latina, y el segundo, presenta un balance sobre la actualidad y las perspectivas de la Revolución Boliviana.

Comenzaremos por el artículo de Jorge Hernández, «Rostros y máscaras: mirar a los Estados Unidos desde el contexto latinoamericano», pp. 79-94 (sociólogo y politólogo. Profesor titular, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana).

Revisando la realidad actual de los Estados Unidos, este artículo se propone, entre otras cosas, como señala el autor,

poner de relieve las raíces de la sociedad que nace en el siglo XVIII con la formación de la nación, las bases que sostienen desde entonces su cultura política y que constituyen vasos comunicantes con el panorama de hoy, al comenzar el segundo decenio del siglo XXI. No se pretende analizar el contexto actual ni los procesos en curso. Solo se intenta retomar la perspectiva histórica utilizando como punto de referencia el presente, con la intención de distinguir entre los rostros y las máscaras que caracterizan el entramado sociopolítico y cultural subyacente en la sociedad estadounidense, de ayer y de hoy. El análisis se proyecta desde las circunstancias en las que la administración Obama adopta el ropaje de una nueva era en las relaciones de los Estados Unidos con América Latina, al cumplirse la mitad de su primer (¿o único?) mandato (p.80).

En este sentido se señala que más allá de las expectativas que tuvo el triunfo de Obama, basado en una campaña electoral que prometió cambios, lo que podemos observar hasta ahora es una gran frustración «provocada por la falta de correspondencia entre su retórica y su real desempeño»… Todo esto en la medida en que los «valores como la democracia, la libertad, el anhelo de paz y la igualdad de oportunidades se desdibujan de manera casi constante y creciente» (p.81).

Por otra parte, el autor hace referencia a los planteamientos de Martí en relación a lo que significaban los Estados Unidos con respecto al resto de América, y a partir de aquí señala que es «imprescindible contribuir a la difusión y profundización de la mirada martiana», retomar y consolidar la óptica con la que hacía ver que en los Estados Unidos «preponderaba el sentimiento egoísta, el derecho bárbaro, la superioridad incontrastable de la raza anglosajona contra la latina, la convicción en la bajeza de la raza negra, que esclavizaron ayer y vejan hoy». De aquí que este artículo tenga como otra finalidad, «llamar la atención» sobre la importancia que tiene para nuestros países «ampliar nuestra cultura política y consolidar la comprensión objetiva y desmitificadora sobre Estados Unidos», con el objetivo de comprender y entender «la historia de América Latina y de Cuba» (p.82-83).

Para recrear el proceso histórico que conduce a la concepción de la realidad estadounidense, el autor analiza tres fenómenos muy interesantes como son: en primer lugar la Revolución de Independencia de los Estados Unidos de 1776 y el significado del 4 de julio «como el nacimiento de su vida como país autónomo» (p.85). Señala que «desde el punto de vista histórico», esta revolución

fue un proceso inconcluso, sobre todo por el hecho de que conservó intacto el sistema de esclavitud, que ya se había conformado totalmente para entonces, con lo cual quedaría pospuesta casi por un siglo la consecución de ese anhelo universal -la abolición-, hasta la ulterior Guerra Civil o de Secesión, que se desatará entre 1861 y 1865 (p.85).

Un segundo aspecto es el referido a la concepción de la Democracia, cuestión que según Hernández constituye un tema, como lo indica «de la más vieja data en el devenir de los Estados Unidos» (p.87); «en virtud de lo cual, la promesa o la aspiración democrática se presenta como un imperativo fundacional de la nación norteamericana» (p.87).

En este sentido, en el autor elabora un balance histórico donde plantea como se concibe la democracia estadounidense y el proceso hasta llegar a la concepción de la democracia representativa liberal de hoy en día, resaltando el planteamiento de Nelson Valdés, quien sugiere que la «democracia norteamericana puede ser calificada como democracia de mercado«, basada fundamentalmente en los procesos electorales y los costos económicos que tienen dichos procesos.

Por último, como tercer aspecto a resaltar, están los acontecimientos del 11 de septiembre de 2011 y las consecuencias que tendrán estos para los Estados Unidos, en este sentido, señala el autor, «las tremendas reacciones de supuesta defensa de esa nación, dentro y fuera de la misma, mediante apelaciones a la represión ideológica e institucional y al uso ilimitado de la fuerza militar. Sus efectos ideológicos aún siguen manifestándose» (p.92).

De aquí las políticas antiterroristas que ha servido para justificar las acciones militares en el Medio Oriente, cuestión que se mantiene a pesar de la llegada de Obama al poder y como señala Hernández «ha seguido haciéndose evidente la naturaleza hipócrita, perversa, de la política de los Estados Unidos…» (p.93).

El segundo artículo de este apartado es el de Raúl Prada: «Balance y perspectiva de la Revolución Boliviana», pp. 95-112 (sociólogo boliviano).

En el intento de hacer un balance del proceso boliviano, el autor divide este trabajo en tres apartados, el primero denominado: «La irradiación de los movimientos sociales»; el segundo, «La cuestión estatal», y el tercero y último, «Una mirada desde la coyuntura y la producción legislativa».

En un primer momento, se revaloriza la importancia de los movimientos sociales en Bolivia, como elementos fundamentales y constitutivos de los cambios que se darán en a inicios de este nuevo siglo. En este sentido, el autor, hace una reseña de los principales movimientos indígenas que datan desde el año 2000 hasta el 2005 cuando podemos hablar de la constitución de un nuevo Estado Boliviano, un Estado Plurinacional Comunitario y Autonómico, mismo, que según el autor, «no puede entenderse sino históricamente, de acuerdo a la perspectiva de la historia efectiva y la genealogía de las luchas y los movimientos sociales». Los cuales, agrega, «tienen que ser evaluados a partir de los contextos históricos políticos que vive la región del continente, contextos inscritos en la coyuntura de la crisis de la economía-mundo y del sistema-mundo capitalista» (p.96).

Asimismo, plantea las contradicciones que está viviendo este proceso, similar al del Ecuador, en cuanto a la presencia e importancia del Movimiento Indígena, y que en la búsqueda de «configurar un modelo civilizatorio alternativo al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo llamado del vivir bien o del buen vivir, y la remembranza y restitución de proyectos desarrollistas trasnochados» (p.96-97). Situación llena de contradicciones y retos que enfrentar, sobre todo, como señala Prada: ¿cómo salir del modelo extractivista? (p.97).

Por otra parte, señala que ha pasado con los movimientos sociales desde que Evo Morales asume en poder en el 2006, luego de las elecciones de diciembre de 2005, y durante su segundo mandato a partir de la reelección en diciembre de 2009, en este sentido, señala que los mismos «entraron en reflujo, dejando la iniciativa al ejecutivo» (p.98). Además señala que los movimientos sociales han perdido el control del proceso ya que no inciden en las decisiones políticas y no orientan la dirección y sentido del mismo (p.98). Por tal razón, concluye este apartado señalando que

La coyuntura parece mostrar la incertidumbre del dilema de las opciones, transformar o restaurar. Es como si la coyuntura haga un llamado nuevamente a los actores, protagonistas y creadores del proceso, los movimientos sociales e indígenas, para reconducir el proceso y encausarlo en la ruta descolonizadora abierta (p.98).

En el segundo apartado, «La cuestión estatal», el autor elabora una reflexión exhaustiva sobre la concepción del Estado, planteando a su vez la problemática de la cuestión estatal en Bolivia y para ello formula una serie de interrogantes y problemas a resolver. Llega a la conclusión que para el caso de Bolivia

El Estado plurinacional comunitario y autonómico debe configurarse sobre la base de una instrumentalidad, organización y aparatos capaces de construir lo nuevo. El Estado plurinacional debe de construir la materialidad de la interculturalidad, que haga de condición de posibilidad de la circularidad y las formas de expresión de la interculturalidad. La condición comunitaria del Estado debe dar cabida a la reconstitución y a la invención de las comunidades. La condición autonómica del Estado debe lograr plasmar el entramado de las competencias, logrando la armonización y la coordinación entre los gobiernos autonómicos y el gobierno central, entre las asambleas legislativas autonómicas y la asamblea legislativa plurinacional; todo esto en el marco de la emergencia de las territorialidades y la condicionalidad de los ecosistemas y ciclos vitales (p.105).

El último apartado de este trabajo tiene como título «Una mirada desde la coyuntura y la producción legislativa». En este sentido, el autor señala las principales leyes que se han promulgado, así como algunas que hasta ahora no han sido ni promulgadas ni aprobadas. En este balance llega a algunas conclusiones, entre las cuáles menciona el estancamiento de la transformación institucional, la cual no se ha podido materializar,

reiterando más bien la reproducción de la vieja maquinaria estatal en la repetición de la antigua arquitectura estatal, de las acostumbradas formas de gobierno, de la constancia de su instrumentalidad y de la perversa circularidad de las normas, de los procedimientos y de la administración burocrática de estas normas y procedimientos (p.111).

Por último, en el CONTEXTO CULTURAL, tendremos el artículo de Fernando Martínez Heredia «Libertad, naciones y justicia social: dos siglos de reuniones y contradicciones» pp. 115-123 (filósofo e historiador, doctor en Derecho y profesor titular de la Universidad de La Habana. Director del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello).

El último material que presenta este número 13 de la revista Contexto Latinoamericano corresponde a la ponencia presentada por Fernando Martínez Heredia en Coloquio Internacional «La América Latina y el Caribe entre la independencia de las metrópolis coloniales y la integración emancipadora», llevado a cabo en la Casa de las Américas, del 22 al 24 de noviembre de 2010. En el mismo, el autor señala que el proceso llevado a cabo entre 1791 y 1824 constituyó «la más temprana descolonización regional ocurrida en el mundo», donde la las revoluciones violentas fueron las que, en última instancia, provocaron la gran transformación de la región. En este sentido, hace énfasis en la importancia que tuvo la Revolución Haitiana.

Por otra parte explica que fue la «independencia nacional» la constante en aquellos procesos revolucionarios, que hoy se pretenden celebrar, pero que para el autor, lo más importante es el reconocimiento de estos procesos históricos y no la necesidad de conmemorar la llamada independencia.

Asimismo señala, cito:

A mi juicio, la gran lección de hace dos siglos es que solamente la violencia revolucionaria pudo ser eficaz para conseguir que individuos y grupos sociales se representaran negar y trascender su situación de colonizados o su condición servil y actuar en consecuencia, ser muy subversivos en sus prácticas, sacrificarse, persistir durante las circunstancias más difíciles, organizarse militar y políticamente, superar hasta donde fue necesario las divisiones en castas que tenían y las ideas y sentimientos correspondientes, cambiarse o reeducarse a sí mismos, crear nuevas instituciones y relaciones, vencer a sus enemigos e instituir países que reconocieran y apreciaran como tales y masas de personas que fueran o aspiraran a ser ciudadanos (p.116-117).

Haciendo un balance del proceso de independencia, Martínez Heredia se refiere a este proceso como un fenómeno lleno de contradicciones en «el seno de los grupos sociales, de tensiones y enfrentamientos, de próceres y movimientos que rompen con fundamentos del orden vigente…» (p.118). Y plantea también que hasta ahora existen situaciones y elementos no resueltos o persistentes en la realidad de la América Latina toda, como por ejemplo, lo relacionado con la «Igualdad», misma que ha sido negada a muchos sectores de la población por aquellos grupos que han ejercido el poder o dominación desde la configuración del Estado-Nación. En cuanto al desarrollo económico señala que el capitalismo

ha seguido imponiéndose en la región de acuerdo a las características de sus fases sucesivas, aplastando resistencias y rebeldías, cooptando y subordinando, hasta que en la actualidad su propia naturaleza ha cerrado la posibilidad de que bajo sistema América Latina pueda satisfacer las necesidades básicas de sus poblaciones, desarrollar sus economías y sus sociedades… (p.120).

Este breve ensayo termina con algunas interrogantes en relación a los retos que enfrenta hoy en día la región y la necesidad de que sean «las luchas de los movimientos populares organizados, combativos y conscientes» los que logren llevar a cabo los procesos de cambio necesarios para, entre otras cosas, acabar con la injusticia social que viven nuestros pueblos latinoamericanos.

Fuente:  http://www.oceansur.com/noticias/presentada-en-mexico-la-revista-contexto-latinoamericano-13/