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Presentan una querella por torturas a un joven mapuche contra gendarmes de la cárcel de Temuco

Fuentes: Rebelión

Una querella por tortura contra miembros de gendarmería interpuso el pasado 15 de abril en el 7º Juzgado de Garantías de Santiago el comunero mapuche Waikilaf Cadin Calfunao, quien permanece recluido en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, hasta donde fue trasladado en castigo desde Temuco, hace ocho meses. En la querella, interpuesta en […]


Una querella por tortura contra miembros de gendarmería interpuso el pasado 15 de abril en el 7º Juzgado de Garantías de Santiago el comunero mapuche Waikilaf Cadin Calfunao, quien permanece recluido en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, hasta donde fue trasladado en castigo desde Temuco, hace ocho meses. En la querella, interpuesta en su nombre por el abogado Lorenzo Morales «contra quienes resultaren responsables» se relata que los hechos ocurrieron el 17 de octubre de 2006 en la cárcel de Temuco y continuaron durante su traslado a la capital en un vehículo de Gendarmería. Antes de los sucesos que motivan la demanda, el denunciante, estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma de Temuco y consejero primero de la directiva legal de la comunidad Juan Paillalef, llevaba ya dos meses de prisión preventiva en el sur, acusado de protagonizar junto a miembros de la comunidad Juan Paillalef un bloqueo del camino Los Laureles -Colico en defensa de las tierras comunales, contra técnicos de la empresa eléctrica Frontel (grupo Saesa, filial de la norteamericana PSEG Global) y miembros de fuerzas especiales.

En su relato sostiene que en la oficina del capitán «unos 10 gendarmes, de quienes no sé sus nombres, pero los puedo reconocer si me muestran sus caras, entraron a la oficina con esposas y una cámara filmadora. Pregunté qué pasaba y nadie me informaba nada, solo me golpeaban, un gendarme que recuerdo porque tiene fisonomía de mapuche me ponía la bota en la boca y me refregaba, unos me agarraban las piernas y me pisaban los genitales, los diez gendarmes me golpeaban insistentemente durante aproximadamente 40 minutos, incluso me ahorcaban tratando de desmayarme» Posteriormente se inició el traslado desde la Novena Región a Santiago, en el curso del cual continuó la golpiza, perdiendo el prisionero un diente y quedando con daño en los genitales, lo cual según el denunciante, antes de su ingreso a la celda subterránea de castigo, fue asentado en el libro de registro del paramédico de la cárcel de Santiago. Agrega Waikilaf Cadin que en los días siguientes tuvo visitas que pudieron comprobar las lesiones, entre ellas una persona de Amnistía Internacional y la doctora Oriele Núñez. En la demanda se les individualiza en calidad de testigos.

El denunciante afirma que previamente había sido amenazado de muerte, y aporta constancia del amedrentamiento aportada por su madre, Juana Calfunao, quien se encontraba de visita en la cárcel al momento de ese hecho. Esa constancia tiene el timbre del personal de gendarmería. La madre de Waikilaf, que entonces estaba en libertad, escuchó a un capitán decir «Waikilaf, antes de que te vayas te voy a matar, indio tal por cual». Ella exigió un parte de registro de la amenaza, que se adjuntó ahora a la querella.

Estos hechos habían sido puestos previamente en conocimiento de organismos internacionales, entre ellos el Secretariado Internacional de la Organización Mundial Contra la Tortura, que manifestó su preocupación por el estado de salud de Cadin Calfunao y por la prolongación de su encarcelamiento sin que el imputado fuera sometido a juicio. En estos días se inicia el juicio oral en Temuco, no sólo del denunciante sino también de otros seis miembros de su familia y comunidad.