Si un europeo puede escuchar música tradicional del Pakistán, ¿por qué un pakistanés no puede escuchar música punk?
Sabemos que existe un hip hop musulmán, un reagge musulmán, un pop musulmán… lo que pocos saben es que también existe un punk musulmán, y que este se manifiesta no solo en occidente, sino en países como Pakistán o Indonesia. En esta entrada no pretendemos sino dar noticia de este hecho, para algunos inquietante.
Antes, hay que aclarar el significado del término «Punk musulmán». No se trata tan solo de punk realizado por personas (culturalmente) musulmanas, sino de un punk que se reivindica musulmán y que en algunos casos desarrolla en clave punk temas islámicos: como en este vídeo en el cual un grupo de punk indonesio canta alabanzas al profeta.
No os perdáis al vídeo creador punk de Yakarta, Bagasworo Aryaningtyas, haciendo la llamada a la salat, en Bilal (2006), dedicado al primer muezzin del islam:
La ficción americana
Algunos despistados pretenden que el punk musulmán fue en su origen una mera ficción: se trata de la novela Taqwacores, de Michael Muhammad Knight. Norteamericano, converso al islam, con estudios en madrazas de Pakistán. Knight escribió su novela como una reflexión sobre la identidad y la búsqueda interior. Se trata de una novela iniciática, en el sentido clásico, centrada en un joven pakistaní convencional que descubrirá el islam y el amor desde una nueva perspectiva, tan auténtica como radicalmente heterodoxa.
De la novela a la película, dirigida por Eyad Zahra. El film se inicia con un joven de origen pakistaní que llega a Nueva York, a casa de su primo. A la mañana siguiente, tras levantarse para la salat del fayr, escucha una sorprendente llamada a la oración, realizada desde una guitarra eléctrica por un hombre con atuendo punk. Cuando deciden establecer el Yumua, el jutba es realizado por una mujer con burqa, la cual exclama: «En el Corán, Dios se dirige a la Virgen María directamente, y le dice que debe propagar su mensaje… Por eso yo digo que la Virgen María es una profetisa del islam, y el mensaje que nos trae es su hijo Jesús…»
En la web Taqwacore, the Birth of Punk Islam, puede encontrarse más información… aunque ya hemos visto que la pretensión de que el punk islam naciese en norteamerica es incorrecta.
Novela y película actuaron como catalizadores: de repente, se formaron varias bandas, como The Kominas, Al-Thawra, Vote Hezbollah o The Secret Five Trial. Este último liderado por una lesbiana musulmana… ahí va su canción Hey Hey Hey Guantanamo Bay. El año 2007 los Taqwacores se colaron en la convención del ISNA (una de las grandes federaciones de musulmanes en los EEUU), montando un show que no dejó indiferentes a los jóvenes… ni a la policía, que finalmente los expulsó. En el momento en que la policía sube al escenario, parte del público los saluda con el grito: «pigs are haram!».
¿Contracultura, decadencia o colonización?
¿Se trata de una muestra de la decadencia del islam, de su contaminación por formas degradadas de pseudo-cultura que vienen de occidente? O, más bien, ¿se trata de una muestra de la capacidad del islam de echar raíces en las culturas más diversas? La pregunta es ¿por qué no? Es más: ¿quién dice que no? ¿No forma esto parte de la capacidad del islam de arraigar en los contextos más diversos?
Confieso que este tipo de cuestiones tienden a irritarme: veo en ellos un tufillo de racismo. Si un europeo hace música con cuencos tibetanos, la cosa resulta muy chik, pero si un tibetano le da a la batería, parece ser desagradable… Por cierto: también hay (por lo menos una) banda punk de origen nepalés…
Si un ciudadano norteamericano puede escuchar música tradicional del Pakistán, ¿por qué un pakistanés o un sirio no pueden escuchar música punk? Cuando un europeo escucha música de los aborígenes de Australia, se siente universalista: su condición de europeo le da derecho a acceder a la cultura universal, sin perder su sentido de superioridad. Pero si un indonesio hace música rock, el europeo tiende a pensar que esta colonizado y desculturizado: como «tercermundista» y miembro de una cultura «primitiva», se espera de él que sea «auténtico» y se limite a lo local, que se resista a las seducciones de occidente…
Pero… ¿son estos musulmanes?
Hablamos aquí de contagios culturales, y de vómitos contra-culturales, de tendencias que recorren el mundo y encuentran seguidores en contextos diferentes y, en ocasiones, del todo insospechados, lo cual los lleva a generar su propio desarrollo…
Aquí una foto de un concierto punk en Indonesia:
Ante una imagen como esta nos asalta la pregunta: ¿cuántos de estos jóvenes serán realmente musulmanes? Pero inmediatamente nos damos cuenta de nuestra indiscreción: ¿qué sabemos nosotros de sus vidas, de sus necesidades y procesos interiores? Cada uno que cargue con lo suyo: y Al-lâh habrá de recompensar a cada uno según sus propias obras y aquello que contienen sus corazones. ¿Puede eso verse en la apariencia?
Si me juzgan por mi imagen, pocos me considerarían musulmán: no hay nada en mi exterior que proclame mi condición de musulmán. Y mis padres ven mi conversión al islam como algo tan extraño como pueden ver unos padres la afición al punk de un joven indonesio.
En el sketch Allah Save the Punk! se realiza una parodia sobre el Iman de una mezquita de Karachi, obsesionado con las buenas maneras, cuya hija se hace punk y es raptada por uno de los fanáticos seguidores del Imam… Un clásico: los hijos aburridos con el discurso convencional y tantas veces hipócrita de los padres, que buscan modos no convencionales de expresarse. Visto así, resulta del todo normal que el punk cuaje en el contexto del islam…
¿Tiene el punk su origen en el islam?
Pero hay más: de hecho la historia podría la inversa, y el punk islam podría no haber llegado desde occidente hacia el mundo del islam, sino a la inversa. Así, en la novela Taqwacores, la banda de punk neoyorkino hace un viaje a Pakistán, donde conocerán de primera mano a los punks originales: los qalandaris, derviches vagabundos cuya vida es una afrenta a todo convencionalismo, cuyo origen se sitúa en al-Andalus…
A partir de este dato, no extraña tanto saber que el punk-rock pakistaní tiene ya una larga historia tras de sí. Una de las bandas más conocidas es Bumbu Sauce, una banda de Islamabad con canciones como esta.
¿Tomó Michael Muhammad Knight su idea de un «punk musulmán» de su época de estudiante en Pakistán?
Fuente: http://www.webislam.com/articulos/64713-punk_islam.html