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Querido Yotuel

Fuentes: Rebelión

No pienso que sufrir es aquella opción

Que nos dio algún dios para salvarnos

No apagues el candil

O la nieve te hunde en el centro del dolor

Raúl Torres

Querido Yotuel:

Hace unos días, llegué de la fábrica un poco cansado. Como de costumbre, me dispuse, mientras cenaba algo, a ojear algunas reseñas que un conocido canal de videos de internet destacaba en esa jornada: análisis políticos de tertulianos que saben respetar los márgenes de lo permitido por el ideario del medio, editoriales radiofónicos de líderes de audiencia (cuya arrogancia va en paralelo a su desprecio por la realidad) , o algunas entrevistas realizadas a variopintos personajes , configuraban un paquete informativo bastante anodino. Sin embargo, ese día había algo llamativo: allí estabas tú Yotuel, entrevistado con profusión en diferentes cadenas a raíz de vuestro videoclip Patria y vida; recalé en la entrevista que Federico Jiménez Losantos te hacía en su programa matinal. Es posible que, como me dice mi pareja, escuchar algunas cosas me pueda originar algún día una úlcera de estómago, pero es que tu entrevista me resultó tan esclarecedora…

Comenzaste aclarando, antes de meteros en harina, que, “nosotros no estamos financiados por la CIA… o pagados por Miami”; querido Yotuel, ya sabes lo que decían los romanos, (que de imperio e imperialismo sabían un rato), Excusatio non petita accusatio manifesta; menos mal que más adelante, no dejas rastro de duda al afirmar (minuto 15:31), “el entendimiento que yo busco es con Europa, con EEUU…hoy me escribieron de la Casa Blanca”. Gracias Yotuel, ¿qué haríamos sin tu elocuencia?
Luego continuó el gran Federico Jiménez Losantos, reaccionario entre los reaccionarios, enajenado entre los enajenados, haciendo, para enmarcar la entrevista, un análisis histórico de largo alcance, (muy típico, por lo demás, de los conversos provenientes de la extrema izquierda): “de todas las catástrofes ocurridas en los últimos 60 años en Iberoamérica, y también en Norteamérica… porque no hay que olvidar que el movimiento Black Lives Matter, es un movimiento pagado por Cuba, Hugo Chávez y Nicolás Maduro…detrás de todas las catástrofes está el régimen comunista cubano”. Para Jiménez Losantos, “los grandes negocios del régimen son el blanqueo de la cocaína, la prostitución y el tráfico de médicos como comisarios políticos …menos mal que Bolsonaro los mandó fuera”.

Querido Yotuel, y allí estabas tú, escuchando todo esto impertérrito, sin percatarte (o dando por bueno ¿quién sabe?) del tufo neocolonial de todas las intervenciones de Federico, dejándote untar crema por la espalda y los pectorales, con tu carita de mulato guapetón con mucho swing y un gran ego; no pasa nada Yotuel, todo el mundo tiene derecho a tener el suyo, el gran problema de un ego no domesticado es, al servicio de quién lo pones, y tú, en esta, y en todas tus entrevistas, dejas muy claro en beneficio de qué discursos y qué maniobras lo liberas.

Tras una sarta de tópicos previsibles sobre la realidad cubana, vas llegando a los nudos gordianos de tu razonamiento: “siguen igual los hospitales, siguen igual las colas, sigue igual el desabastecimiento, la falta de libertad… ¿para qué es el sacrificio?…en el 59 el planteamiento revolucionario de Patria o muerte quizás era correcto, o no ¿quién sabe?; hoy queremos Patria y vida… el mundo cambia, hace poco en EEUU había baños para negros y barrios para blancos…y se cambiaron. ¿Entiendes lo que te quiero decir?”

Querido Yotuel, claro que te entendemos, la lógica de tu argumentación es muy clara: para ti, para tus colegas del Movimiento San Isidro y para el pensamiento sistémico que apuntala el modelo político y económico en que vivimos, los cambios sociales vienen con el avance de las agujas del reloj; no hay que tocar ni hacer nada, y rebelarse es un ejercicio innecesario, un capricho de líderes iluminados. Unos minutos después lo dejas todavía más claro: “el nombre de Revolución no me gusta porque siempre termina mal”.

Querido Yotuel, las personas no hacen revoluciones para ir de picnic a una selva o para vivir aventuras emocionantes en un parque temático; que el proyecto político que portaban 80 personas en un barco medio destartalado triunfó, lo sabes ahora, pero en 1956 nada estaba escrito en las estrellas. Los que se embarcaron en ese proyecto de hacer un país más justo, sabían que tenían más opciones de salir sin vida que triunfantes, sabían que en la gloria también se está muerto, y a pesar de todo, se rebelaron. Como se rebeló Rosa Parks, una costurera negra que en 1955 se negó en Alabama a ceder su asiento a un blanco (supongo que para tu entrevistador en una muestra manifiesta de falta de educación); como se rebelaron Malcolm X o Martin Luther King movilizando a la población negra para conseguir, entre otras cosas, que no hubiese baños para negros y baños para blancos. No es el avance del tiempo querido Yotuel, es la generosidad de quién lucha.

Efectivamente Yotuel, las Revoluciones (e incluso las reformas si son de verdad) suelen acabar mal, ¿o habría que decir empezar mal?, porque, querido Yotuel, no hay ningún proyecto colectivo cuestionador de una economía injusta, que no haya sido saboteado por lo poderosos desde el principio; esto lo sabía perfectamente, un compatriota tuyo, Pablo de la Torriente Brau, que entregó su vida en 1936, defendiendo la democracia y la razón del equilibrio que en España representaba la República, frente al proyecto borbónico y reaccionario, que había optado ya por jugar la carta del fascismo. Tu país, Yotuel, también enfrenta desde hace 60 años, una agresividad y una inquina patológica por parte de EEUU, para impedir que pueda articular algún tipo de economía digna de tal nombre. Deberías saber ya, querido Yotuel, cómo funciona esto: metemos algún palo en las ruedas de tu sistema productivo, te asfixiamos y calumniamos un poquito, y luego te acusamos de que tu modelo es ineficaz y contra natura, generando sólo un infierno de escasez, falta de perspectivas y emigración. Pero claro, para ti Yotuel “el enemigo es inventado”.

Querido Yotuel, tengo mucho respeto por las personas que decidieron buscar mejores condiciones de vida fuera de Cuba. Tengo además, no pocos amigos y conocidos entre ellos, algunos, de origen muy humilde, que han llegado a trabajar aquí, por ejemplo, de profesores universitarios. ¿Tendrá que ver esto, quizás, con la palabra Revolución?.

Muchos otros, vinieron con la creencia que expresas en otro pasaje de la entrevista: “el esfuerzo de cada cual es el esfuerzo de cada cual”; me temo querido Yotuel, que en esta engreída y lacaya Europa, el ascensor social que se tomaba para tener un modo de vida algo más digno, también está averiado y clausurado en nombre del mercado y la eficiencia económica; sólo funcionó en un breve espacio de tiempo, en el que la gente interiorizó que rebelarse y unirse eran claves para conquistar cotas de bienestar mayores; posteriormente, llegó el discurso neoliberal, llegó el crédito fácil, el acceso a baratijas y fetiches… los sindicatos eran una antigualla innecesaria , el pensamiento crítico algo pasado de moda y de mal gusto; los intelectuales orgánicos (individuales y colectivos)de la posmodernidad (bien lubricados por el poder económico con éxitos y prebendas), ocupaban las mejores tribunas, instalando en el imaginario colectivo la idea de que era imposible (y poco aconsejable) cambiar nada, el desprecio hacia la política y las luchas sociales.

En definitiva, se apostó por un estado que no debía intervenir en economía, desmontando el andamiaje igualador de las coberturas sociales… Ya sabes Yotuel, la gente es mala y no merece. Pero llegó la crisis del 2008, y ocurrió, que los estados sí tenían recursos y liquidez, pero fue para tapar los agujeros de la banca. Y llegó el 2020 con la pandemia, y entonces Yotuel, en Europa y en EEUU el dominó se trancó de verdad. La pandemia retrató al mundo, y Cuba con su existencia disidente de más de 60 años, apareció filmando el mejor videoclip de Patria y Vida. Lo hizo en Italia y lo hace gestionando con criterio y eficacia la pandemia en la isla; aspecto, por cierto, bastante silenciado en esos medios españoles de los cuáles dices haber aprendido todo sobre la libertad de expresión.

Querido Yotuel, yo no sé lo que hubiese hecho de haber sido cubano, pero sí tengo claro, que vivas en el país que vivas, siempre es importante saber con quién no se puede estar nunca; el maestro Mario Benedetti, nos lo fue enseñando poco a poco. Siempre me viene la imagen inmortalizada por Santiago Álvarez, cuando saliendo de la Casa de las Américas armado con una cartera, el uruguayo se cruzaba con otro crítico de la Revolución cubana, éste armado con su guitarra; este último, afirmó en una ocasión algo que debería hacerte pensar: me di cuenta que yo no era más importante que mi país.

La critica en Cuba (como en todas partes), es tan necesaria como el aire que exigimos trece veces por minuto, pero precisamente por eso, ese aire tiene que ser de calidad, no un artificial, servil y estéril juego de provocaciones. Revisa la cultura de tu país desde el año 1959; encontrarás que la crítica, a veces transitaba por pasillos muy estrechos, otras por pasillos más anchos, pero siempre estuvo ahí, y hubo que luchar y tensionar para abrirse camino, sin embargo, había que meter el bisturí con calidad para que la crítica cumpliera su función; siéntate a ver la cinematografía de clásicos como Titón o Humberto Solás, escucha las letras de humor ácido de Frank Delgado, o detente a aprender en la documentalística joven de la TV Serrana, cómo se hace crítica sublime mientras se filma la Vida y la Patria con mayúsculas.

Para concluir Yotuel, viviendo en Miami, (en un país que tiene un partido único de dos cabezas) te aconsejo que tengas cuidado al aparcar el Mitsubishi (disculpa Yotuel, es que tu manera de proceder me recuerda tanto a la Chichi de Elito Revé…), no vaya a ser que el típico policía blanco de un país respetuoso con los derechos humanos, al ver el color de tu piel, te tome por lo que no eres y poniéndote una rodilla sobre tu cuello no te dé tiempo a decir ni Amén Jesús.

Ahora querido Yotuel, si me lo permites, necesito, antes de irme a dormir, escuchar el trombón de Hugo el gallo matancero, y el bajo de Formel. Esta noche necesito artistas de verdad.