Las tensiones actuales al nivel del Gobierno y del movimiento político Alianza PAIS son normales. La Revolución Ciudadana continúa, pero adaptándose a la nueva situación, tanto de las personas como del país. Lenín Moreno no es Rafael Correa. Los proyectos políticos de cada uno tienen sus matices propios, como es debido. Nuevas bases comunes deben […]
Las tensiones actuales al nivel del Gobierno y del movimiento político Alianza PAIS son normales. La Revolución Ciudadana continúa, pero adaptándose a la nueva situación, tanto de las personas como del país. Lenín Moreno no es Rafael Correa. Los proyectos políticos de cada uno tienen sus matices propios, como es debido. Nuevas bases comunes deben encontrarse, ya que se trata de un mismo proyecto popular diseñado por estos 2 presidentes.
Cuando fue elegido por primera vez, Rafael Correa propuso 5 ejes programáticos. Este proyecto sirvió de tela de fondo para la elaboración de una nueva Constitución. El pasar de los años nos hizo ver que no todo se podía cumplir tal como se había programado porque la realidad cambia. Se fue acomodando al sistema capitalista: Jorge Glas representó esta tendencia. Con todo, Lenín Moreno y Jorge Glas fueron elegidos por el apoyo mayoritario que los ecuatorianos dimos a la Revolución Ciudadana y al carisma propio de Lenín.
El actual Presidente aceptó en 2008 ser el binomio de Rafael Correa por el proyecto inicial de Alianza PAIS, identificándose con sus opciones más sociales, tal como lo demostró en el proyecto ‘Manuela Espejo’ a favor de los discapacitados. Recordemos también la carta que escribió desde Ginebra, Suiza, a Alianza PAIS en 2014 cuando se empezó a hablar de él como posible candidato en las elecciones presidenciales.
Allí expone claramente sus diferencias y hasta sugiere las correcciones que habría que hacer para responder mejor, según él, a las expectativas y necesidades de la mayoría de los ecuatorianos. Tal vez en la campaña electoral no salieron mucho a la vista estas diferencias y particularidades porque se trataba de una contienda que había que ganar contra adversarios que no suelen usar la verdad y el respeto, tal como lo hemos visto de sobra.
Ahora la ‘pelotita’, como se dice, está en el campo de Alianza PAIS. Hasta la elección de Lenín Moreno, el movimiento tenía como abanderado a Rafael Correa con un apoyo muy mayoritario. Tal vez no se profundizó lo suficiente sobre el cambio que se estaba dando con apoyar a Lenín y las nuevas orientaciones que surgían necesariamente de esta novedad y de la situación actual del país, del continente y del mundo. ¿No será un camino provechoso la consulta popular que tiene que dar el movimiento Alianza PAIS, no como lo propone fuera de lugar Paco Moncayo, sino las bases del movimiento, y no solo con ‘sus bases’, sino lo mucho más ampliamente posible? Los dos proyectos políticos de Lenín y de Rafael se autocalifican de ‘populares’ y ‘ciudadanos’: popular porque tratan de abarcar a las grandes mayorías y ciudadano porque buscan la participación consciente y organizada de estas mayorías.
Los sectores populares organizados son capaces hoy de fundar un proyecto de país que continúe de la mejor manera un proceso de Revolución Ciudadana a mejorar incesantemente. Así se irá construyendo, no sobre arenas movedizas, sino sobre la roca de una democracia amplia y verdaderamente participativa.
Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/reacomodarse-desde-un-proyecto-popular