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Reflexiones filosóficas de un analfabeto en filosofía

Fuentes: Rebelión [Imagen: Demóstenes ante la ekklesía en el año 346 a. C. Créditos: ilustración de Louis Loeb, realizada en el año 1898]

En este artículo el autor hace una reflexión sobre las creencias religiosas de los evangelistas -base principal de la extrema derecha americana- y de aquellos que desde principios materialistas sostienen que su ‘ruta hacia la eternidad’ es la lucha por un mundo sin desigualdades ni opresiones.


La decisión de escribir unas líneas sobre este tema se tomó después de una conversación amistosa que tuve con algunos amigos de religión evangélica. Como todos podrán ver al leer el texto, se trata de un tema profundamente relacionado con cuestiones filosóficas.

Pero, si no soy más que un analfabeto en términos de filosofía, ¿por qué me aventuro a abordar esta agenda? Pues bien, después de reflexionar un momento sobre lo que habíamos estado debatiendo en la conversación antes mencionada, llegué a la conclusión de que todos tenemos algo que decir sobre nuestra comprensión del mundo y las razones que nos motivan, o nos desmotivan, a vivir. Por ello, me he atrevido a tratar de expresar lo que puedo discernir dentro de la oscuridad en la que estoy deambulando.

La primera gran indagación que nos viene a la mente cuando nos proponemos hablar del sentido de la vida es: ¿cuál es el propósito que nos impulsa a lo largo de nuestra existencia como seres humanos? Aunque parezca algo que puede recibir una respuesta sencilla y rápida, en realidad, es una de las cuestiones más misteriosas con las que hemos estado lidiando a lo largo del tiempo.

Sobre la base de mi analfabetismo filosófico, quiero decirles que siento que esta pregunta deriva de una capacidad dotada exclusivamente por los seres humanos, a diferencia de todos los demás seres vivos, al menos en el ámbito de la vida tal como la conocemos en nuestro planeta. Y la capacidad a la que me refiero es la de razonar, de poder reflexionar sobre el pasado, de analizar el presente y de proyectar la propia reflexión hacia el futuro.

Entonces, en el ejercicio de nuestras facultades exclusivas, los seres humanos tomamos conciencia de lo efímero de nuestra existencia como individuos. Y, cuando somos conscientes de que nuestro destino ineludible es la muerte, tendemos a entrar en la angustia y la desesperación. Comenzamos a buscar formas de ir más allá de ese punto final que sabemos que llegará. Por ello, una preocupación que siempre ha marcado a la humanidad es la búsqueda de un camino que nos permita superar un límite que nos parece infranqueable, es decir,ĥ cómo continuar nuestra existencia después de la muerte.

Así, aún en función de mi muy limitado conocimiento filosófico, tengo la impresión de que es esta certeza de la finitud de la vida individual de cada ser humano la que dio origen a la aparición de las religiones. En mi opinión, la esencia de todas las corrientes religiosas es la búsqueda de caminos que nos puedan llevar a la deseada vida eterna. Sin esta preocupación central, gran parte de los pilares de sostenibilidad de todas las religiones se desvanecería.

Aunque todos los demás animales también temen a la muerte, su comportamiento frente a la misma se deriva únicamente de sus instintos, y no de meditaciones reflexivas sobre el tema. Por lo tanto, no viven dominados por la preocupación y el miedo en razón de lo efímero de las vidas individuales de los miembros de cada especie. En consecuencia, ningún otro animal que no sea el ser humano desarrolla sentimientos religiosos.

Contrariamente a lo que algunos podrían deducir de lo que escribimos en las líneas anteriores, mi punto de vista como partidario de un enfoque no idealista de la sociedad no descarta en modo alguno una proyección de nuestros sentimientos hacia el futuro. Quizás, la gran diferencia entre nuestra forma de sentir y entender el mundo en oposición a la de los espiritualistas se deba a cómo vemos nuestro cruce de la barrera señalada por nuestra muerte física individual.

Para un materialista vinculado a una perspectiva de justicia social, la prolongación de nuestra vida ad eternum se dará con la convicción de que nuestra acción durante el corto período de nuestro paso individual por el mundo está dedicada a la lucha para que la vida en su totalidad esté garantizada mucho más allá del corto tiempo delimitado por nuestra presencia individual en nuestro planeta. Y esto vale tanto para hombres y mujeres como para toda la naturaleza.

Por lo tanto, los adeptos de un análisis materialista de la sociedad que nos identificamos con las perspectivas de las clases trabajadoras, que no existen en función de la explotación del trabajo ajeno, entendemos que la continuidad de la vida después de la muerte personal no puede tener un carácter individualista, ni egoísta. Aspiramos a que la vida de nuestro pueblo actual sea la mejor posible, pero también anhelamos que las futuras generaciones puedan vivir de manera digna y en solidaridad. Nuestra proyección hacia el futuro va mucho más allá de las limitaciones de nuestra individualidad. Cultivamos la confianza de que continuaremos a existir mientras sigamos viviendo en confluencia armoniosa entre nosotros mismos y con el medio en el que estamos insertados.

Así, el idealismo de un materialista social pretende ser una prueba de grandeza y altruismo, una convicción basada en la creencia de que vale la pena luchar para que los seres humanos estén presentes, en condiciones de justicia y dignidad, en un mundo donde no haya niños desasistidos, ni personas que pasen hambre o sufran otras necesidades básicas. Creer y esforzarse para que esto se haga realidad es lo que puede dar sentido a la vida de un luchador sincero por las causas más sublimes de la humanidad.

Es así como pretendemos construir nuestra ruta hacia la eternidad. Y todas las personas imbuidas de la misma buena voluntad podrán transitar por este camino, independientemente de si tienen o no una religión, sin importar cuál es su origen racial o nacional.

Traducido del portugués para Rebelión por el propio autor.

Fuente: https://desacato.info/reflexoes-filosoficas-de-um-analfabeto-em-filosofia-por-jair-de-souza/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.