Comienza a ser habitual, que cuando en un país surgen problemas se culpen a las herramientas de comunicación, y es que si el bloqueo de Internet o de las redes sociales sonaba lejano cuando las noticias llegaban desde China, Egipto, Libia o Irán, ayer la noticia llegaba desde Reino Unido, donde el primer ministro, David […]
Comienza a ser habitual, que cuando en un país surgen problemas se culpen a las herramientas de comunicación, y es que si el bloqueo de Internet o de las redes sociales sonaba lejano cuando las noticias llegaban desde China, Egipto, Libia o Irán, ayer la noticia llegaba desde Reino Unido, donde el primer ministro, David Cameron, declaraba que existe la posibilidad de bloquear las redes sociales para frenar los disturbios.
Según el primer ministro, existe un plan que contempla la posibilidad de bloquear las redes sociales como Facebook o Twitter, o los servicios de mensajería como el de BlackBerry, a los usuarios sospechosos de incitar a los disturbios.
Londres y otras ciudades han sufrido importantes disturbios durante las pasadas noches, y según las autoridades del país, las redes sociales han jugado un papel importante en la propagación de estas revueltas.
Al parecer está previsto que la ministra de interior, Theresa May, se reuna con responsables de Facebook, Twitter y BlackBerry, para tratar de evaluar hasta que punto han cobrado protagonismo las redes sociales en las revueltas, y se solicitará a las agencias de noticias como BBC o Sky News, que entreguen sus vídeos para tratar de reconocer a los saqueadores.
Cameron ha declarado que los medios de comunicación social son utilizados habitualmente para bien, pero que cuando estos son utilizados para hacer el mal, hay que tratar de detener a las personas que los utilizan.
El fabricante de BlackBerry, RIM, acordó colaborar con las autoridades londinenses, decisión que le ha costado el ataque a varias de sus páginas web.
Grupos defensores de las libertades civiles, han mostrado su oposición a que Cameron monitorice las redes sociales, y es que la creación de una herramienta capaz de bloquear el acceso a usuarios de forma selectiva, deja demasiadas sombras ya que se realizaría sin un juicio previo.