Recomiendo:
0

Reseña de «Desigualdades internacionales ¡Justicia YA!»

Fuentes: Rebelión

Desigualdades internacionales ¡Justicia YA! Rafael Díaz-Salazar Barcelona : Editorial Icaria . Colección ASACO, 2011

Este libro, sintético y claro, nos muestra cuales son las desigualdades internacionales en el mundo actual. El sociólogo que escribe el libro, tan experto en el tema como comprometido en la lucha contra la terrible injusticia que describe y explica, insiste con mucha razón en que estamos tan centrados en las desigualdades internas provocadas por la crisis que parece que nos olvidemos de algo aún más grave que son las devastadoras diferencias entre los países del Norte y del Sur. Los datos que nos ofrece son escandalosos y cualquier ciudadano con un sentido de la justicia y un sentimiento moral de humanidad mínimo debe indignarse delante de estos hechos. No hace falta ser un izquierdista o un radical, sólo hay que querer saber lo que pasa y no ser un cínico. Esta es la cuestión y este libro ayuda a no ocultar lo que hay, a no esconderlo ni distorsionarlo.

El libro no trata únicamente de proporcionarnos la información sobre estas desigualdades internacionales, también de las acciones institucionales y sociales, por limitadas que sean, para paliar sus devastadores efectos. Es un estudio mesurado pero al mismo tiempo sin concesiones, que quiere ser constructivo y ofrecer salidas realistas y transformadoras. Su reformismo es radical : hay que cambiar las instituciones y para hacerlo hay que ser anticapitalista. No se trata de hacer una revolución, se trata de avanzar en una dinámica social del bien común que se enfrenta a la lógica del capitalismo. No se trata de destruir el Estado, se trata de hacer de él un arma contra las desigualdades, una herramienta para hacer la sociedad más justa. Ser reformista hoy es ser radicalmente anticapitalista.

Rafael Díaz-Salazar defiende que estas medidas políticas que cambiarían la realidad política deben ir acompañadas de un cambio cultural. Quizás algunos le acusarán de idealista por pensar que es la sociedad la que hay que cambiar para cambiar las ideas y no al revés. Personalmente creo que esto es una lectura muy reduccionista de Marx y que hay que luchar en muchos frentes que se interrelacionan. También creo , como él, que si no cambiamos los actitudes, los valores y las conductas de los ciudadanos no hay transformación posible hacia un mundo mejor. No comparto su socialismo de raíces cristianas y me parece que falla al plantear el cambio como cultural. Quizás el término sea equívoco porque lo que hay que buscar son elementos universales de tipo político y moral que puedan coexistir con muchas culturas. Igualmente pienso que la palabra cultura entendida como identidad de grupo puede conducir a equívocos y que es mejor hablar de ciudadanos singulares que pueden compartir estos elementos comunes humanizadores con creencias diferentes. Están bien las últimas referencias del libro a la reflexión sobre la «buena vida» porque la codicia voraz conduce, como sabemos, al desastre.

«Malos tiempos en los que hay que explicar lo evidente…» es el lema de esta colección que lleva el divertido nombre de Asaco. Libro de combate que desvela y muestra las intolerables desigualdades internacionales, que propone medidas concretas y que contribuye a dar elementos para construir socialmente una alternativa del tardocapitalismo neoliberal. Bienvenido sea.