Con su camisa verde olivo de mil batallas, acudió este sábado en la mañana el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a rendir tributo a los Mártires del 26 de Julio en el Mausoleo que los honra en el municipio de Artemisa. Acompañado de los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García […]
Con su camisa verde olivo de mil batallas, acudió este sábado en la mañana el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a rendir tributo a los Mártires del 26 de Julio en el Mausoleo que los honra en el municipio de Artemisa.
Acompañado de los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías, los combatientes artemiseños del Asalto al Cuartel Moncada, Ramón Pez Ferro y Gelasio Fernández, y otros invitados, el líder de la Revolución evocó en el lugar numerosos recuerdos de los preparativos y de la heroica acción del 26 de Julio de 1953 y destacó en especial la enorme contribución de los combatientes de Artemisa.
Recordó el espíritu aguerrido de los jóvenes artemiseños y señaló que «si algo me entusiasmó era ver lo revolucionario que eran los estudiantes de aquí. Eran de los más combativos que había en Cuba».
El Comandante de la Revolución Ramiro Valdez y el compañero Pez Ferro hicieron varias anécdotas de los combatientes artemiseños y la manera en que se integraron al movimiento revolucionario.
Al analizar los sucesos del Moncada, desde la salida de la Granjita Siboney hasta la retirada, el Comandante en Jefe valoró que no tenía ninguna duda de la posibilidad de éxito de aquel plan. «Lo volvería a hacer exactamente. Sólo que no le haría caso a ninguna guardia cosaca», dijo recordando el imprevisto que hizo fracasar el factor sorpresa.
Al intercambiar con la directora del Mausoleo, Maribel Martínez, Fidel indagó por las características de la instalación y se interesó sobre cuándo serían trasladados los restos de los 5 combatientes artemiseños que aún no reposan en el Mausoleo, junto a los de los otros 20 fallecidos.
En emotivo momento, el Comandante en Jefe rindió tributo a los combatientes ante los nichos que guardan sus restos y depositó flores en el lugar
Después saludó al numeroso pueblo artemiseño que se reunió en el lugar al conocer de su visita y que le tributó aplausos y vítores.
Conversó además con el Secretario del Partido y el Presidente del Gobierno del municipio a quienes preguntó sobre la siembra de guayaba, mango y otros frutales eh el territorio y sobre la marcha de la siembra de caña.
Comentó también varias noticias sobre la tragedia ambiental que vive la humanidad.
Al final del emotivo encuentro con sus compañeros de tantas batallas revolucionarias, el Comandante en Jefe Fidel Castro les leyó su Mensaje a los Combatientes Revolucionarios de Artemisa y de toda Cuba:
Mensaje a los combatientes revolucionarios de Artemisa y de toda Cuba.
Queridos compañeros:
El próximo lunes, 26 de julio, se cumplirán 57 años de lucha sin tregua por la independencia de nuestra Patria.
Unos pocos tenemos el privilegio de vivir. En mi caso personal, agradezco a los combatientes de Artemisa que entraron y me rescataron cuando estaba en las proximidades de la entrada, tratando de impedir que una ametralladora disparara contra los combatientes a los que había ordenado retirarse.
Nuestro pensamiento revolucionario partió de la idea martiana de que: «¡Patria es humanidad!», y este no ha cesado de evolucionar.
El simple hecho de haber sostenido esa lucha durante tanto tiempo, constituye una prueba de lo que puede lograr un pequeño país frente al gigantesco poder del imperio.
Un año como el actual, en que nos aproximamos cada día más a dramáticos acontecimientos, me siento obligado a recordar a los valerosos compañeros encerrados en las prisiones de alta seguridad de Estados Unidos.
Es grotesco el odio que despiertan a los que manejan ese imperio, incapaz de comprender a cuán altos sitiales los elevan.
Ellos, lo mismo que nuestros representantes diplomáticos en ese país y en muchos otros de similar peligro, se mantienen en los puestos que el deber les asigna, imperturbables ante grandes riesgos de los cuales están muy conscientes.
Las noticias que se publican cada día, van confirmando nuestras apreciaciones acerca de la gravedad de los peligros que se ciernen sobre la humanidad.
Nada puede, sin embargo, arrebatar el derecho a disfrutar el día de gloria y felicidad que significa para nuestro pueblo el 26 de julio.
Nadie nos puede, tampoco, privar del derecho a soñar que aún es posible que nuestra especie sobreviva a las difíciles pruebas que nos esperan en un futuro muy próximo.
¡Los felicito con alegría y la dignidad que nos han legado nuestros antepasados a lo largo de casi dos siglos de lucha!