Sabemos quien roba las palabras cuando vemos que en su práctica hace lo contrario de lo que dice. La derecha del mundo habla de libertad, de pobreza, de cambio, de no permitir privilegios, algunos de ellos hasta hablan de asumir las críticas que se les hace, y llaman «errores» a lo que han cometido. Aparecen, […]
Sabemos quien roba las palabras cuando vemos que en su práctica hace lo contrario de lo que dice.
La derecha del mundo habla de libertad, de pobreza, de cambio, de no permitir privilegios, algunos de ellos hasta hablan de asumir las críticas que se les hace, y llaman «errores» a lo que han cometido. Aparecen, como hemos visto, más flexibles, dan explicaciones para negar lo que tan solo horas antes sostenían, declaran, el colmo, que entienden a las gentes que sufren con los actos que ellos han llevado a cabo. Adoptan una pppose de preocupación o de entusiasmo, según cuál de los hermanos siameses exponga. Dramatizan, quieren atraer la atención, paralizarnos, en medio de su diaria expoliación.
obama, que impide que pronunciemos la palabra de salvación última, él, que vendió a muchas personas su palabra de que iba a mejorar la realidad, que lo que decía lo iba a aplicar, ha dejado claro cómo la política de Estado es la de quienes han vestido con sus intereses de clase dominante a su creación siamesa,bushobamaobmabush. Snowden ha desnudado a tales gobiernos.
Con el lenguaje no cambia nada. Hace apenas una semana, en Berlín el siamés y dramaturgo obama se quitó la chaqueta en el escenario montado para la ocasión: 6.000 personas pagadas y registradas para aplaudirle, y fotógrafos, reporteros, televisiones, … fue a interpretar el personaje de un hombre preocupado, y así se expresó: por la libertad, por el hambre en el mundo, por la seguridad, la disuasión, por el espionaje, del que aclaró que es «muy reducido», por «la intolerancia que genera injusticia», …
«… la cámara alta, la cámara baja, la condesa de Madrid, y la duquesa de alba. No se que tengo dentro de las sienes que me rebelo frente a los sirvientes de corazón canijo», así dice el grupo Rojo Cancionero en su magnífico disco compacto «Somos Pueblo».
Ahora bien, desde obama a la terrateniente de alba enseñan con su práctica: guerras, golpes de Estado, 1.000 bases militares en el mundo, dinero para revueltas en repúblicas democráticas, presiones a gobiernos, secuestros y cárceles secretas, financiación de la ocupación de Palestina, Gaza, Iraq, Siria, Afganistán, robo de riquezas a los países con materias primas, prisión de Guantánamo, al margen de toda ley, presupuestos de armas que aprisionan al mundo, imposición de normativas a otros, escudo antimisiles, cambios de constitución, financiación europea, dinero del gobierno, miles de hectáreas para caza, corrupción, preferentes, desahucios, eres, millones de parados, 14 Z, blesa, jueces, …
«… estoy harto, todo me altera, la dictablanda, la peineta y la montera», también del disco «Somos Pueblo», de Rojo Cancionero…
… y en el país del siamés obama 5 millones de presos, 50 millones de pobres con las injusticias correspondientes. Es el ladrón de las palabras el que amenaza al mundo entero, el premio Nobel de la paz Obama: Wikileaks, Snowden, lo/s han dejado desnudos ante todos los ojos.
Un sólo acto de todos, como dejar de comprar productos de marcas terroristaunidenses, nos devolvería las palabras que el actor siamés nos roba.
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