Mientras el debate del país se centraba en la realización de una consulta popular anodina e inútil, el presidente Noboa no logró consolidar la oferta de seguridad que prometió en su campaña. Al contrario, hoy nos ofrece una guerra.
A mediados del 2019 advertimos que la salud con austeridad propuesta con la firma del acuerdo con el FMI iba a dejarnos una sociedad enferma. https://ecuadortoday.media/2019/05/02/salud-en-epoca-de-austeridad/. En 2023 era evidente que la “sociedad deshilachada” que nos describía el cineasta Pocho Álvarez era pan cada día. https://rebelion.org/764856-2/ La guerra que propone el gobierno dejará una sociedad aún más enferma.
Hoy inauguramos el 2024 en medio del pánico colectivo y la incertidumbre. Una interminable lista de bombazos, saqueos, asesinatos de personas inocentes y ocupación violenta de instituciones públicas configura un escenario que perjudica sobre todo a los ecuatorianos y ecuatorianas de a pie. La reacción de la fuerza pública poco logra contra el crimen organizado, mientras la ciudadanía padece la paralización de sus actividades económicas.
El Secretario de Comunicación habló de la posibilidad de que se esté filtrando información desde el más alto nivel del gobierno para alertar a los capos de la mafia detenidos en las cárceles del país. Al parecer, está filtración también involucra a jueces, fiscales, policías, militares y políticos, tal como lo reveló el caso Metástasis. Resulta por demás sospechoso que antiguos funcionarios de gobierno, como el exministro correísta José Serrano, manejen información de primera mano desde el exterior.
Nada se va a resolver sin justicia social. Se invierten grandes sumas del presupuesto del Estado en una consulta popular inútil en lugar de financiar políticas de promoción y prevención de la salud, de fortalecimiento de la educación pública, de programas sociales que reviertan la exclusión a la que están sometidos los miles de niños y adolescentes que terminan reclutados por el crimen organizado.
Las guerras contra el narcotráfico han fracasado en aquellos países donde han sido implementadas. Únicamente han dejado una secuela de traumas y patologías sociales difíciles de superar. Varios estudios demuestran sus efectos sobre la salud colectiva. En México, la guerra iniciada en 2008 por el presidente Calderón provocó en dos años una baja considerable en la esperanza de vida de los hombres jóvenes.
En El Salvador continúan los reportes anuales de efectos en la salud debido a un estado de excepción que ha durado más de un año. https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/el-salvador-a-un-ano-del-regimen-de-excepcion-las-autoridades-cometen-violaciones-derechos-humanos-de-forma-sistematica/?utm_source=whatsapp&utm_campaign=comp_noticias&utm_medium=compartir&utm_term=Amnesty&utm_content=News-20230403
Desde la economía política de la salud sabemos que nada cambiará si no se habla con seriedad y responsabilidad de la legalización planificada de ciertas drogas, de modo que se pueda debilitar el negocio del narcotráfico, fuente de toda la violencia y del sacrificio de vidas jóvenes en el sur global.
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