A tenor de la información que recibimos por los medios sobre Venezuela, cuesta discernir, no sobre el relato, sino sobre los ejecutores de los hechos violentos y motivaciones reales de los actores. De las motivaciones que llevan a ejercer la violencia a las partes, según unas fuentes, el gobierno trata de perpetuarse en el poder […]
A tenor de la información que recibimos por los medios sobre Venezuela, cuesta discernir, no sobre el relato, sino sobre los ejecutores de los hechos violentos y motivaciones reales de los actores.
De las motivaciones que llevan a ejercer la violencia a las partes, según unas fuentes, el gobierno trata de perpetuarse en el poder a costa de lo que fuere y para ello no duda en emplear todos los medios policiales, judiciales… para contrarrestar a quienes desde la oposición tratan de destituir a los gobernantes actuales. Según otras fuentes, el gobierno utiliza la violencia de respuesta para defenderse de quienes de manera ilegítima tratan de destituirle empleando el boicot, desabastecimiento de bienes de primera necesidad, pillaje, guerrilla urbana, insurrección social, sabotajes…entre medias la opinión pública clamando a los medios que hagan buena cuanto antes la cita de Emile Zola: «La verdad está en camino y nadie la detendrá».
Me viene a la memoria los prolegómenos intelectuales y mediáticos de la deposición de Sadam Husein e invasión de Irak en el presente siglo, y en el pasado con el bombardeo aéreo del Palacio de la Moneda en 1.973 en Chile como acto previo a la muerte del presidente Salvador Allende, tras haber sufrido el acoso político-mediático-empresarial desde el principio de la década de los 70 por parte de las oligarquías multinacionales desde que ganó las elecciones y nacionalizó la economía de la minería del cobre.
«Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece». ¿Cómo discernir entre tanto ruido sobre las razones de causa-efecto y motivaciones reales de las partes hoy y siempre en su raíz con la amenaza histórica hacia este paradisíaco país?
«Tenemos el ejército más fuerte del mundo. Ocasionalmente tenemos que torcer el brazo de los países que no quieren hacer lo que queremos que hagan «…. Declaración histórica, no solo de intenciones, del Nóbel de la Paz Barack Obama, con la guinda del actual presidente Donald Trump: » Un sistema que domina los principales medios de desinformación no necesita la dictadura»
En estas dos citas tenemos la explicación de lo que hoy no se dice pero si se da en Venezuela. No es que no se diga, sino que la información global por parte de los poderes mediáticos y políticos a la cabeza mundial… es la inversa.
Pero ¿qué dice la otra cabeza visible del poder «espiritual» supremo en el mundo y tan arraigada en Venezuela? «A veces el silencio es la peor mentira» dijo Unamuno, por lo que pienso que la jerarquía católica no puede permanecer por más tiempo en silencio, de como mínimo en el relato del saqueo histórico a Venezuela, para de ello deducir las motivaciones de hoy.
Quince buques a vapor alemanes e ingleses invadieron aguas venezolanas el 9 de diciembre de 1.902 apresando a seis barcos de ese país. En 1.911 el mandatario político y primer lord del almirantazgo británico Winston Churchill, ordenó que en todos los buques de la Armada Imperial se sustituyeran los motores de vapor, por motor de explosión diesel; es decir, sustituir el carbón por el gasóleo derivado del petróleo como combustible.
El gobierno de Venezuela se avino a esa «revolución» tecnológico-energética, ya que las compañías extractoras tenían sus sedes en el viejo reino anglosajón y el naciente imperio estadounidense.
Cuando en 1.960 se funda la OPEP, Venezuela producía más que todos los demás miembros juntos y el doble que Arabia Saudita, siendo que desde 1.925 hasta 1.962, la mayor cantidad de petróleo consumido en el mundo se exportaba de Venezuela; no el país, sino esas compañías eran las mayores exportadoras de petróleo del mundo. Desde comienzo de este siglo, el petróleo venezolano y su economía está nacionalizada… y el país más encarnizado.
«La información es poder. Mientras medios y partidos se dan mutuamente de comer, le quitan al ciudadano la democracia de la boca. La prensa al servicio de sus amos no construye ciudadanía sino oligarquía. «…cruda realidad referida principalmente hoy más que nunca a nuestro país, lúcidamente retratado por Javier Gallego, galardonado profesional de la información, tanto como defenestrado de los medios afines al poder….a poderes políticos moralmente deformados y sostenidos por oligarquías multinacionales sin escrúpulos y alejados de todo ánimo de bien común, como también los describió el poeta del corazón Marcos Ana: «El problema de nuestra época es que hay hombres que no prefieren ser útiles, sino importantes».
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