Miércoles 28 marzo, 19: 00 horas
Salón de Actos. Instituto Beatriz Galindo, C/ Goya 10. Madrid
Un hombre envuelto en dudas más que en certezas camina por las páginas de ‘Saramago, una mirada triste y lúcida’, que busca ‘dialogar con otros’, indicó a Efe Andrés Sorel, autor de este libro con el que ha intentado acercarse al Nobel portugués.
‘Más que hacer una biografía quería encontrarme a mí mismo al ahondar en la vida y la obra de Saramago, en esa actitud de diálogo y dignidad que el poder económico arrasa en esta época’, recalcó Sorel, secretario general de la Asociación Colegial de Escritores (ACE) y director de su revista ‘República de las Letras’.
En una entrevista telefónica Sorel dijo a Efe que conocía al novelista de ‘La caverna’ (2000) antes del año 1998 en que recibió el Premio Nobel y que, tras haber compartido con él foros y tertulias literarias, ha comprobado cómo ‘su vida y su obra se unen indisolubles’ en una escritura de la memoria que sería ‘la de Kafka cien años después’.
En su opinión, Saramago es ‘uno de los novelistas más lúcidos para denunciar la situación de falta de libertad y la indefensión del hombre actual, sujeto a poderes mediáticos y alienantes, a formas de opresión que tienden a destruirlo’.
Sorel explicó que si el autor de ‘Ensayo sobre la ceguera’ no quiso revisar su trabajo antes de publicarlo fue para no influir en él, pero que sí, en cambio, le dejó saber que una vez en la calle enjuiciaría su libro desde ‘su diferencia’, porque Saramago ‘es diferente y quiere serlo’, subrayó volviendo a su compromiso con el diálogo.
Unicamente le anunció el título y su mujer, Pilar, objetó que lo llamara ‘triste’, pero el autor del país de los fados reclamó para sí esa condición de tristeza que subyace en él.
La granadina Pilar del Río fue la primera periodista que entrevistó a Andrés Sorel el año 1975 cuando este segoviano de madre andaluza, que había sufrido la censura de Fraga, regresó de su exilio político francés.
Sorel dirigió en París la revista ‘Información Española’ hasta octubre de 1973, en que dejó el Partido Comunista por discrepancias con Santiago Carrillo. Cuando regresó a España fundó el diario ‘Liberación’ y se dedicó al mundo de la literatura y a apoyar a los escritores.
Autor de medio centenar de libros entre novelas y ensayos con títulos como ‘Siglo XX. Tiempo de canallas’, ‘Apócrifo de Luis Cernuda’ o ‘Las voces del estrecho’, dice que su interés por Saramago se basa en un triple motivo ‘literario, humano y político’.
Además de analizar su obra, viajó a su terreno, a la isla de Lanzarote, donde reside, a Ribetejo donde nació, mantuvo entrevistas personales y diálogos que incluye en el libro, siempre con la lupa puesta en los cambios que se iban produciendo, para ‘ofrecer la visión de lo que ha sido el siglo XX visto por él’.
Sorel señala que Saramago le interesó porque ‘se ocupa de algo que no está de moda como es el compromiso humano ético y social, y la búsqueda de un lenguaje propio’, una lección que en él ‘tiene que ver con Camoens o con Pessoa, pero también con los relatos que le contó su abuelo que no sabía leer’, recordó.
Centrado al comienzo en la historia de Portugal, al escribir su ‘Ensayo sobre la ceguera’, creó -dijo- una literatura de la desmemoria que muestra ‘cómo el ciudadano bombardeado por la constante información va perdiendo sus señas de identidad, su memoria histórica y su libertad individual’.
Es la visión de este libro sobre Saramago y con Saramago, que indaga en el hombre, en el premiado que homenajeó a sus abuelos analfabetos, en el político y en su literatura.
Sorel califica su obra como ‘una mirada sobre la memoria histórica y literaria de José Saramago’, cuya existencia ha querido poner de relieve ‘para devolver la dignidad a los seres humanos, la belleza y la pasión crítica y creativa a la literatura’.