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Cronopiando

Se abre la veda para el insulto racista

Fuentes: Rebelión

  Los medios de comunicación españoles, desde El País, El Mundo o el ABC hasta Antena 3, Tele-5 o Radio Nacional de España, por citar algunos, han conseguido en apenas unos días echar por tierra el esfuerzo de años de la propia sociedad española por erradicar el racismo y la xenofobia de la conducta humana. […]

 

Los medios de comunicación españoles, desde El País, El Mundo o el ABC hasta Antena 3, Tele-5 o Radio Nacional de España, por citar algunos, han conseguido en apenas unos días echar por tierra el esfuerzo de años de la propia sociedad española por erradicar el racismo y la xenofobia de la conducta humana.

La labor que, en su afán de poner freno a los insultos y descalificaciones racistas, habían venido desarrollando autoridades, organismos educativos, clubes de jóvenes, centros deportivos, iglesias, colectivos de todo tipo e, incluso, los medios de comunicación, en lo que se disipan los vapores de una cumbre iberoamericana, ha perdido la reputación ganada y, lo que es peor, cualquier legitimidad adquirida en ese empeño, por el masivo despliegue de insultos racistas y xenófobos que esos medios de comunicación españoles, con excepciones que más supongo que conozco, han publicado y emitido en relación al ciudadano y, actual presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

¿Qué prestigioso editorialista de revistas o periódicos de tanto lustre y fama se atreverá mañana a pontificar contra las manifestaciones racistas en los campos de fútbol, después de haberle llamado macaco, mico, mono, gorila, orangután y algunos otros apelativos simios a una persona de la que, al respecto, poco importa su nombre y su rango?

Porque en el caso del ciudadano caribeño, el insulto no ha sido la extemporánea reacción de un ultrasur en el estadio que hace gestos de simio a un jugador contrario, sino los sesudos editoriales de irreprochables firmas, las mesuradas opiniones de incuestionables voces, como si una ofensa en la mano de un ilustre chupatintas o en la boca de un emérito imbécil, confiriese al insulto otro valor de cambio.

¿Tiene algún sentido que se siga insistiendo en las escuelas sobre la necesidad de eliminar el racismo y cualquiera de sus expresiones, mientras los medios de comunicación compiten entre sí por ver quién mejor insulta, quién insulta más veces?

¿Entrarán en la lista del Top-10 de los insultos a emigrantes latinoamericanos las simias referencias aportadas tan generosamente por articulistas, contertulios y demás funcionarios de los medios?

Se llame Chávez, se llame Samuel E´tó, se llame como se llame el insultado, con independencia de lo que haya dicho o haya hecho, un insulto racista es un insulto racista, y hoy todo el mundo sabe que se ha abierto la veda del insulto. Si insultan quienes trazan las pautas sociales de conducta desde los medios de comunicación, ¿cómo no vamos a recurrir al insulto quienes nos dejamos guiar de sus doctos saberes?

Hasta ganas me dan de sumarme a la línea editorial que marcan los grandes emporios de la comunicación y empezar, aquí y ahora, a publicar mi personal inventario de símiles y metáforas animalescas sobre todos los que me han precedido en el uso del derecho, o en relación a esas decadentes egregias figuras, cada día más caídas en desgracia, a las que para insultarlas, no precisas buscar un animal que porte la bandera, sino… dejar caer el apellido.