Fundamentándose en su “seguridad nacional” EE.UU. continúa sus tropelías contra Venezuela, mismas que han sido reconocidas por la ONU. Precisamente bajo el subterfugio de “seguridad humana” o “global” dizque por tener “armas de destrucción masiva” EE.UU. y países aliados devastaron y saquearon Irak.
So pretexto de su “seguridad nacional”, EE.UU endureció la ruta de hostigamiento contra Venezuela desde hace 5 años, cuando, mediante la Orden Ejecutiva 13692 decretó a tod@s l@s venezol@n@s una “amenaza inusual y extraordinaria”. Con esta entelequia legal, violatoria del derecho internacional, EE.UU arremete contra Venezuela amparándose en severas “sanciones” económicas, mientras mantiene en su poder (según su Departamento de Justicia) unos US$450 millones en activos venezolanos, incautados, producto de la corrupción.
En este sentido, si bien anteriormente la concepción de seguridad internacional solo hacía referencia a la protección estatal, tras el reconocimiento de nuevas amenazas con el acuñamiento del concepto de “seguridad humana”, emanado del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 1994, saltaron al tapete peligros que ahora pueden atentar contra Estados y personas, y convertirse en “inseguridad”. Así, aunque el concepto de “seguridad humana” se creó para contrarrestar amenazas globales contra el ser humano, como fenómenos naturales (tormentas y huracanes), terrorismo, crimen organizado, inestabilidad económica y desigualdad, vulnerabilidad energética, proliferación de armas de destrucción masiva, o ciberamenazas, entre muchas otras, algunos Estados como el estadounidense, usan esta concepción como herramienta política o de guerra.
De hecho, este concepto de seguridad “humana” dio pie al surgimiento y afianzamiento de organizaciones como la OTAN y otras que bajo excusa de «intervenciones humanitarias» socavan la soberanía de países y lesionan derechos humanos impunemente.
El uso contravenido de esta nueva “seguridad humana” se ha convertido en bastión de EE.UU para injerir en otros Estados, tras la posguerra fría y la respuesta a los hechos del 11 de septiembre de 2001, que le sirvieron de coartada para retornar al endurecimiento del concepto de “seguridad nacional” y, bajo una perspectiva multidimensional, afianzar sus servicios militares. Así pues, la estadounidense ‘Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional’ sirvió de base para emanar la “orden” contra Venezuela, paso que antecedió a las “sanciones” que mantienen maniatada la ejecución de relaciones y acciones económicas internacionales del Estado venezolano, mientras EE.UU confisca y se apropia de sus activos en connivencia con factores políticos del país suramericano. EE.UU violenta la seguridad humanitaria del pueblo venezolano puesto que causa grave daño a su estabilidad económica -ya socavada por una severa crisis sociopolítica interna- y a su patrimonio nacional, del cual, según informaciones y denuncias públicas, presuntamente habría usado US$ 601 millones, retenidos en el Fondo de Confiscación del Tesoro de EE.UU, para pagar el nefasto muro fronterizo con México.
Mientras tanto la clase trabajadora venezolana lucha para sobrevivir en medio de la pandemia por coronavirus en su etapa de “rebrote” y con las actividades productivas a media máquina, con un sueldo mínimo que ahorca sus esperanzas, mientras el éxodo de venezolan@s aguanta xenofobia y violaciones a su dignidad humana en otros países, y en EE.UU recibe la negativa al estado de protección temporal migratoria.
Para EE.UU no existe la Resolución aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 10 de septiembre de 2012, 66/290, denominada Seguimiento del párrafo 143, relativo a la seguridad humana, del Documento Final de la Cumbre Mundial 2005, que establece en su literal h: “La seguridad humana se debe hacer efectiva respetando plenamente los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, incluidos el pleno respeto de la soberanía de los Estados, la integridad territorial y la no injerencia en asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados. La seguridad humana no entraña nuevas obligaciones jurídicas para los Estados…”.
Sin embargo, fundamentándose en su “seguridad nacional” EE.UU. continúa sus tropelías contra Venezuela, mismas que han sido reconocidas por la ONU. Precisamente bajo el subterfugio de “seguridad humana” o “global” dizque por tener “armas de destrucción masiva” EE.UU. y países aliados devastaron y saquearon Irak.
Un infortunado tweet de Trump del pasado 7 de junio –lanzado en su azaroso esfuerzo por mantenerse en el poder- le recuerda al mundo que EE.UU, uno de los 5 países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU ¡Es capaz de forjar expedientes contra Estados soberanos bajo el pretexto de proteger la “seguridad nacional”, “global” o “humana”! Falseó información sobre Irak. Falsea información sobre Venezuela. “Colin Powell, un verdadero rígido que fue muy responsable de meternos en las desastrosas guerras de Oriente Medio, acaba de anunciar que votará por otro rígido, el Dormilón Joe Biden”, escribió el presidente. “¿No dijo Powell que Iraq tenía ‘armas de destrucción masiva’? ¡No las tenían, pero nos fuimos a la GUERRA!”.
(Acceso al tweet desde: https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1269634983687315457)