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Lo que motiva a las y los que están tras la primera línea

Servir al pueblo de todo corazón

Fuentes: Rebelión

EN MEMORIA DE NORMAN BETHUNE «El espíritu del camarada Bethune de total dedicación a los demás sin la menor preocupación por sí mismo, se expresaba en su infinito sentido de responsabilidad en el trabajo y en su infinito cariño por los camaradas y el pueblo. Todo comunista debe seguir su ejemplo. No pocas personas se […]

EN MEMORIA DE NORMAN BETHUNE

«El espíritu del camarada Bethune de total dedicación a los demás sin la menor preocupación por sí mismo, se expresaba en su infinito sentido de responsabilidad en el trabajo y en su infinito cariño por los camaradas y el pueblo. Todo comunista debe seguir su ejemplo. No pocas personas se muestran irresponsables en su trabajo, prefieren lo liviano a lo pesado, dejan las cargas pesadas a otros y escogen parasí las livianas. En cada ocasión, piensan en sí mismas antes que en los demás. Cuando hacen alguna pequeña contribución, se hinchan de orgullo y la pregonan temiendo que alguien quede sin saberlo. No sienten cariño por los camaradas y el pueblo, y los tratan con frialdad, indiferencia y apatía. En realidad, esas personas no son comunistas o, al menos, no pueden ser consideradas como verdaderos comunista»

Obras Escogidas de Mao Tse-Tung

Cuando se escuchaba en las calles de todas las regiones del país, «El Pueblo Unido Jamás Sera Vencido», por allá por el pasado 18 de octubre, cuando los escudos, antiparras, cascos, hondas, capuchas y pañoletas se tomaron las avenidas y a la vez nuestras vidas, habían cientos de estudiantes, trabajadores y trabajadoras, cesantes, que están aportando no sólo desde la primera línea, como se ha denominado a quienes desde los territorios emergen con rabia profunda a enfrentar a los perros de presa y sicarios del capital monopólico, ejemplos de entrega y servicio a la clase. También lo hacen desde atrás de la primera línea, anónimos y anónimas que han generado una gran red de apoyo a quienes se colocan al frente para resistir a los protectores del orden.

Por muchos lados a nivel nacional se han multiplicado las iniciativas que aportan a sostener y dar cobertura a la lucha directa, pareciera ser que muchos y muchas de los que luchamos de diversas formas hemos reconocido la necesidad de dotarnos de un contingente de apoyo logístico que permita sostener niveles de radicalidad superiores. Ya no basta con sólo pelear, también debemos multiplicar los equipos de apoyo a quienes combaten de forma directa contra las fuerzas represivas.

Durante las primeras semanas del alzamiento popular, la espontaneidad no solo en el plano político, sino que también callejero nos llevó a colocar una cuota de sangre invaluable, los asesinatos, las mutilaciones, los abusos sexuales, las golpizas, perdigonazos y encarcelamientos, marcaron a fuego a nuestra generación, y nos hicieron pagar caro el rebelarnos contra los dueños del poder y la riqueza y su sistema de explotación y opresión capitalista y patriarcal. Mucha sangre ha quedado regada en las calles de las grandes ciudades a lo largo de nuestro chile popular y es la sangre del pueblo en lucha la que ha hecho florecer la rebeldía de millones.

Pero con las experiencias de esas primeras semanas comenzaron a aflorar desde las masas, un conocimiento popular que fue permitiendo que hasta hoy se sostenga una dura lucha contra los órganos represivos y judiciales de la patronal: los piquetes de salud, las y los abogados del pueblo, las y los compañeros de las ollas comunes, los equipos de prensa alternativa, las expresiones culturales de la clase, las redes de apoyo político internacional, son un soporte vital para mantenerse en la línea del frente.

La entrega, el valor, la fuerza y el coraje de esas y esos que ocultos tras mascarillas y equipos de primeros auxilios han entregado, bajo gases, disparos y represión, una inmediata atención de salud a quienes por miles caen heridos. Aquellos y aquellas que, conduciendo carros de supermercados con agua hidratan a las y los que combaten. La hermosa olla común que alimentó por muchos días a quienes peleaban en la primera línea por nuestros derechos, así como los medios de comunicación alternativos que dan cobertura a los ejemplos de lucha y denuncian la brutalidad policíaca oculta por los medios de desinformación de los ricos. Las expresiones de arte que aportan a la lucha con música, pintura y danza, generan una subjetividad que ayuda a seguir peleando, o las cientas de casas que se abrieron para pasar las noches luego de las barridas de fuerzas especiales y del toque de queda impuesto por el gobierno criminal de Piñera y los empresarios. Son muchos las y los abogados del pueblo que visitan comisarías y centros hospitalarios y de justicia para buscar liberar a las y los presos del pueblo, y por fuera de nuestras fronteras también se multiplicó el apoyo a la lucha, desde el negro mata paco en Japón, los mitin en muchos países de Europa, y la reproducción en cientos de países del mundo de «un violador en tu camino» son un ejemplo claro de solidaridad de clase y experiencia de lucha y combate.

Debemos sacar lecciones de estas experiencias, aprender de la lucha que hemos desarrollado estos últimos meses como clase y pueblo, ver cómo se comporta el enemigo de clase, no solo los pacos, los milicos, sino también, el gobierno, los empresarios. Cómo se mueve la ultraderecha y también el reformismo, debemos prepararnos para enfrentar nuevos escenarios de lucha popular, multiplicar los talleres de salud y preparar nuevos equipo de sanidad, realizar talleres de orientación legal entre quienes están pelando por nuestros derechos, preparar una red de medios de comunicación antagónicos a los de los poderosos y multiplicar los reporteros de la clase, preparar una logística que nos ayude a seguir luchando por nuestros derechos en mejores condiciones.

Asimismo, no podemos dejar de levantar, multiplicar y fortalecer la organización popular, única herramienta que nos asegurará mantener viva la lucha por los intereses de la clase trabajadora y el pueblo cuando vengan oleadas de reflujo en este proceso de lucha.

Todas las expresiones de solidaridad efectiva y de protesta popular que sostienen cientos de personas que, de forma anónima aportan a la lucha, a esta hermosa cadena humana, se sostienen desde la base del amor a la clase trabajadora y al pueblo en lucha, la entrega total en los puntos de salud, de alimentación, de resguardo son muestra de que el servir al pueblo de todo corazón es una realidad concreta en el actual escenario de la lucha de clase en Chile y eso nada ni nadie podrá revertirlo. Cuando el pueblo sirve al pueblo y decide dar una lucha en unidad por sus intereses, la victoria se hace cada vez más posible.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.