El artículo «Más sobre cultura de la propiedad privada (y más)» publicado por el sitio digital Rebelión (el más importante de la izquierda en lengua castellana en la red) el pasado 7 de junio de 2014 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=185698&titular=m%E1s-sobre-cultura-de-la-propiedad-privada-(y-m%E1s)-) aborda varias aristas; le daré la opinión que compartimos muchos sobre las transformaciones que acontecen en Cuba, concretamente […]
El artículo «Más sobre cultura de la propiedad privada (y más)» publicado por el sitio digital Rebelión (el más importante de la izquierda en lengua castellana en la red) el pasado 7 de junio de 2014 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=185698&titular=m%E1s-sobre-cultura-de-la-propiedad-privada-(y-m%E1s)-) aborda varias aristas; le daré la opinión que compartimos muchos sobre las transformaciones que acontecen en Cuba, concretamente sobre los salarios de sus trabajadores, y que tiene que ver con esa búsqueda del modelo que sustituya al sistema actual que impera en el mundo: el capitalismo.
Comencemos diciendo que el mundo de hoy como dice el compañero Luis Toledo Sande no sigue siendo exactamente como la Europa de 1848, es peor, «salvo en la técnica estamos en la barbarie»(1). Aunque no es éste el lugar para desarrollar esta tesis permítaseme decir como mínimo, que no es modo alguno obvio que haya más libertad, igualdad y fraternidad en el mundo actual que hace mil años. ¿Está el trabajador industrial en unas condiciones mejores que en 1848? Sí, pero lo que ocurre es que el trabajador industrial sigue constituyendo una parte relativamente pequeña de la población mundial. La abrumadora mayoría de los trabajadores mundiales que viven en zonas rurales u oscilan entre éstas y los suburbios de las ciudades (en algunos lugares de América latina asumen el nombre de favelas, villas miseria etc.), están en peores condiciones que sus antepasados, no de 1848, sino de hace 500 años.
Quizá el compañero Toledo Sande no entendió nuestro comentario alrededor del tema salario en Cuba vertido en su Blog (http://luistoledosande.wordpress.com/2014/03/13/cultura-de-la-propiedad-privada-o-cuidado-con-ese-culto/). Jamás quisimos convencer al pueblo cubano en la idea de que «no debe aspirar a que le suban los sueldos» como afirma Toledo Sande. ¡Faltaría más». Sólo sería bueno que reflexione en esta pregunta: ¿De dónde saldría el dinero para pagar dichos aumentos de salario? Puede que usted no esté de acuerdo en que el mundo de hoy sin excepción geográfica (en un proceso que vine desde hace 400-500 años y que tuvo su génesis en Europa) es un sistema mundial dominado por una economía que es capitalista.
Lo que si estoy seguro y de lo cual no debe tener lugar a dudas es, que los procesos económicos que discurren en el mundo actualmente (aunque no quisiera convencerlo que es algo que discurre desde hace varias centurias) es que la riqueza de lo que se produce no se mide en cosas materiales (alimentos, calzados, etc) ¡triste verdad!, sino en valores, cuya creación está desigualmente distribuida, atendiendo a que los lugares de producción se encuentran en las zonas centrales (con actividades más monopolizadas) y productoras por ello de más valor, o en las zonas periféricas (menos monopolizadas) por tanto objeto de más competencia y por consiguiente generadoras de menos valor.
Desde que las Antillas (lugar donde se ubica Cuba) fueron incorporadas a esas economía allá por el siglo XV-XVI, lo han hecho formando parte del área periférica de esas economía-mundo capitalista, y eso no ha cambiado hasta hoy. ¿Cambiará en el futuro?, ¿la producción de valor y el cambio de un área a otra depende en gran medida (no digo que algo, pero ello es insignificante) de las políticas nacionales aplicadas? Puedo decirle casi absolutamente que no.(2)
Por eso no es lo que Toledo Sande piensa, que nos «alegremos» de que los cubanos no vean significativamente mejorar sus ingresos, que «desconcertemos» a la mayoría de sus sectores trabajadores que el progresivo aumento de su nivel de ingresos es pura ilusión, de que miremos y valoremos a los trabajadores cubanos por encima del hombro; en otras palabras, que aparezcamos como «chulos» pedantes «teoricistas» (como nos dice), porque con nuestro análisis trunquemos la esperanza hacia consecución, y por ello reivindicación, de salarios más elevados para sus ciudadanos. Pero la realidad es terca, en este sistema, sin salir de él, y con las producciones con que Cuba se inserta en la única y por el momento insustituible división internacional del trabajo (capitalista), crearle a su clase obrera la expectativa de que verán acrecentado el excedente de valor que se apropian «es seguir aferrado al componente geopolítico fundamental al que se abrazó la economía capitalista mundial desde el siglo XIX, para contentar a los productores de la riqueza, mientras llegara la promesa (no factible para todos) de ampliarles las tarta que recibían: crearles esperanza. Y las expectativas sobre ingresos, calidad material de vida, salarios, etc, de la población cubana es, considerándolo relativamente, de niveles tan extraordinariamente altos, que la generación actual de valor de sus empresas no pueden permitirse el lujo de cubrirlo; y esto no es un hecho sólo cubano, es mundial, es pudiéramos decir la situación crucial (de extrema gravedad por añadidura) que enfrenta el sistema-mundo capitalista actualmente, ante la imposibilidad creciente para satisfacer tales exigencias, sin poner en peligro la incesante acumulación de capital, que es la esencia y razón de ser del mismo».(3)
Otra cuestión que se aborda en el artículo de Toledo Sande es el hecho de que «ciertas formas de propiedad privada les propicia empleo a quienes podrían perderlo debido a la racionalización de la fuerza de trabajo en áreas de administración estatal»; aunque no debemos echarlas todas en el mismo saco, como acertadamente ha dicho Santiago Alba Rico, no es lo mismo el mercado tradicional, ambulante en las aldeas que el mercado capitalista (4), con relación al cual sí debemos desterrar algunos conceptos, no solo porque contradice los principales postulados de Marx al abordar el proceso de acumulación capitalista, sino por lo negativo que resulta en estos tiempos de elección, de qué o cuáles sistemas sustituirán al sistema actual, que ya hemos dicho que sin la excepción de un solo rincón del planeta es capitalista.
Lo primero es decir que no son los capitalistas privados los que dan empleo, no son ellos los que crean la riqueza, sin la cual es imposible el aumento siguiente de la producción, y la contratación por ello de nuevos trabajadores, provengan de donde provengan. Cuando una empresa capitalista contrata más obreros es porque sus trabajadores han creado tal excedente con su trabajo, que hace posible la reinversión de parte del mismo, para comprar más materias primas, útiles de trabajo y trabajadores mismos; y cuando éste excedente producido (como ocurre en épocas de crisis económicas) se reduce, el «caritativo» y «humano» capitalista (que según Toledo Sande en las condiciones cubanas actuales propicia empleo en sus predios privados a sus ciudadanos) expulsa a la calle (sin importarle su destino o situación personal y familiar) a todos aquellos que perturban la obtención y maximización de beneficios siempre crecientes, sin lo cual, como ley de hierro sistémica se arruina y deja de ser capitalista.
Finalmente decirle al compañero Toledo Sande que el dilema de Cuba hoy es el dilema del mundo entero: o el sistema satisface las reivindicaciones (justas además) de más ingresos y servicios (médicos y educativos entre ellos, pero no solo) de sus capas trabajadoras y población en general, o lo sigue destinando a la acumulación de capital, que debe ser continua, creciente e incesante. Y la tirantez de esa lucha la vemos hoy en todas partes: huelgas en China (país que no se si usted y los cubanos de a pie aún consideran socialista, y su partido dirigente comunista); en Brasil, donde el pueblo (contrario a lo que pudiera usted esperar, después de de más de 11 años de gobierno de «izquierda» de Lula y Rousseff, (¡sic con comillas!, y muy merecidas las comillas por cierto) en vez de Mundial de Fútbol pide casas, trabajo y servicios sociales (5). En resumen es el dilema que se resolverá en los próximos 20-40 años, periodo tal vez corto en términos históricos, pero que será infernal, y que en su resolución nunca dudaremos que esté al lado de los que no tienen sino sus escuálidos brazos con que trabajar.
Notas.
1. José Luis Sampedro «Discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla» abril de 2009. Disponible en http://m.publico.es/220755
2. «El desarrollo nacional, no obstante, en esencia es un concepto ilusorio dentro del marco de una economía capitalista mundial. Nunca se alcanzará, ni siquiera de manera parcial, en la mayoría de los países» («Marx, Marxismo-leninismo y experiencias socialistas en el sistema mundial moderno«. Capítulo 6 del libro «Geocultura y Geopolítica. Ensayos sobre el moderno sistema mundial» de Immanuel Wallerstein. Pág. 137. Editorial Kairós. Barcelona.2007).
«es inútil analizar los procesos de desarrollo social de nuestras múltiples «sociedades» (nacionales) como si fuesen estructuras autónomas, de evolución interna, pues fueron y son de hecho en primer lugar estructuras creadas por procesos de escala mundial y moldeadas como reacción a ellos». («¿Desarrollo de la sociedad o desarrollo del sistema-mundo?». Capítulo 5 del libro «Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas decimonónicos«. Editorial Siglo XXI. Segunda Edición en español 1999. Pág. 85.)
3. Crespo, Rodolfo. «Las reformas económicas en Cuba, los intelectuales contestatarios y la cuadratura del círculo». Rebelión 24 de abril 2014. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=183762&titular=las-reformas-econ%F3micas-en-cuba-los-intelectuales-contestatarios-y-la-cuad
4. «El mercado tradicional, el mercado ambulante de las aldeas, donde los pequeños se intercambiaban y se intercambian sus cosas pequeñas, no sólo no colinda, ni siquiera de forma embrionaria, con lo que llamamos «mercado capitalista» sino que lo contradice íntimamente. Lo malo del «mercado capitalista» es que no hay en él nada de lo que pretende: intercambio entre iguales, información cuerpo a cuerpo, manifestación de la demanda, negociación en el espacio. Todo eso estaba presente, en cambio, en las plazas antiguas…». Foro Social Mundial de Túnez. «Vendedores de causas perdidas». Santiago Alba Rico. Disponible en: http://www.cuartopoder.es/tribuna/vendedores-de-causas-perdidas/4249
5. Sobre las protestas en China «China: La mayor huelga, para ‘celebrar’ el 1° de mayo» Revista Sin Permiso 26/3/2014 disponible en www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/udrychina.pdf , y «Huelga en industria de China; Nike, Adidas y Reebok, entre los clientes» disponible en http://www.jornada.unam.mx/2014/04/18/economia/041n2eco , y en Brasil «Protestas antimundial en Brasil alcanzan a la verdeamarela» disponible en http://www.jornada.unam.mx/2014/05/27/deportes/a13n1dep donde a la salida del hotel donde se aloja la selección brasileña al mundial los manifestantes, que inmovilizaron el autobús que los transportaría a un entrenamiento durante media hora, coreaban «No me interesa la Copa! ¡Quiero más dinero para la salud y la educación!», a las cuales la burguesía brasileña, cuyo poder ni Lula ni Dilma han afectado, al contrario han representado, respondió una de sus más destacadas integrantes, Joana Havelange, nieta del todopoderoso expresidente de la FIFA, Joâo Havelange , e hija del expresidente de la no menos poderosa Confederación Brasileña de Fútbol, con el cinismo y desvergüenza que caracteriza a los dueños del sistema capitalista: para que protestáis si todo «lo que había que robar ya fue robado» («Lo que había que robar, ya está robado» en http://deportes.elpais.com/deportes/2014/05/28/actualidad/1401231635_403645.html )
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