El nuevo libro de Eric Hobsbawm ha despertado un revuelo entre quienes seguimos su obr, fácilmente explicable dada la calidad de cada uno de sus libros y la provocación que produce entre especialistas y público en general. Y esta expectativa es aun mayor dado que el tema de How to Change the World. Tales of […]
El nuevo libro de Eric Hobsbawm ha despertado un revuelo entre quienes seguimos su obr, fácilmente explicable dada la calidad de cada uno de sus libros y la provocación que produce entre especialistas y público en general.
Y esta expectativa es aun mayor dado que el tema de How to Change the World. Tales of Marx and Marxism es, como el título lo da a entender, Karl Marx. Pero no se trata de una biografía, sino de una relectura con sabor a reivindicación de quien influyó no solo en Hobsbawm, sino en la brillante generación de «historiadores marxistas británicos« a la que perteneció, y que incluyó, por ejemplo, a E.P. Thomspon, Maurice Dobb, Rodney Hilton y Cristopher Hill.
A propósito de la aparición de How to Change the World, Hobsbawm ha concedido algunas entrevistas. La que ha aparecido hoy en The New Statesman es particularmente interesante, porque el entrevistador apunta hacia un ajuste de cuentas con el marxismo, una indagación sobre si es importante o no seguir leyendo a Marx.
Aquí va la entrevista traducida.
¿Por qué decidió volver a Karl Marx en su nuevo libro, How to Change the World ?
El libro no trata solo acerca de la relevancia de Marx en el mundo actual, aun cuando es uno de los temas que se discute ahí. Lo que trato de señalar es que tanto Marx como el marxismo han tenido una gran influencia, intelectual y social, fuera del ámbito de los partidos marxistas, socialistas y comunistas.
Usted sugiere que Marx hizo un regreso decisivo a la escena pública con la crisis financiera global. ¿Significa eso una reivindicación a su obra?
Creo que ha sido ampliamente considerado como una reivindicación a la obra de Marx. La teoría económica oficial había virtualmente negado la posibilidad de una crisis, mientras que el marxismo insistía, junto con las teorías económicas anteriores a las de Chicago, que el capitalismo funciona en una discontinuidad, la cual, de cuando en cuando, genera crisis mayores. Pocas personas predijeron una crisis financiera. Pero cuando el problema se hizo evidente, algunos del sector financiero comenzaron a redescubrir a Marx. Paradójicamente, mucho antes que la izquierda lo hiciera.
Sin embargo, ¿cuán importante es la capacidad de predicción de la obra de Marx? Después de todo, la clase trabajadora aun no ha derribado al capitalismo.
La capacidad de predicción es un asunto engañoso, porque el futuro no es predecible. El análisis de Marx sobre cómo funciona el sistema capitalista no es una predicción específica y tampoco implica una predicción de este tipo. Por ejemplo, no implicó ninguna revolución en ningún país en particular ni un tipo de revolución en particular.
El mismo Marx era relativamente abierto. Lo que es evidente es que el análisis sobre cómo funciona el capitalismo implica problemas que la clase trabajadora debe enfrentar. Y de cómo los enfrente depende cada situación específica. Por otro lado, Marx creía que la clase trabajadora derribaría al capitalismo. Y en esto probó estar equivocado.
¿Existe también un aspecto moral en la obra de Marx, es decir, alguna crítica a la injusticia del capitalismo?
Sí la hay. El hecho es que Marx no quiso basar su crítica al capitalismo sobre la base de la condena moral, pero que él y prácticamente cualquiera en la izquierda estaban moralmente indignados está fuera de toda duda. Hay que leer no solo el Manifiesto Comunista sino también El Capital para captar esta indignación, la cual ayudó a hacer del marxismo un movimiento políticamente más efectivo en un momento en el que los partidos de trabajadores comenzaban a emerger.
El Partido Laborista Británico está dirigidio por un hombre cuyo padre pensaba que era el principal obstáculo para un cambio socialista. ¿Usted comparte esta opinión?
Mi opinión personal es que Ralph Miliband fue, en cierto modo, excesivamente izquierdista. Por mucho tiempo él minimizó al Partido Laborista, aun cuando estuvo cerca al mismo durante el periodo Benn. En los años ochenta, yo mismo estaba discutiendo con él, diciendo que la única forma de impulsar la izquierda británica era a través del Partido Laborista: no había otra forma. Pero eso no significaba que solo el Partido Laborista tuviese que hacerlo.
Creo que sus hijos conservan un poco de esa tradición de la izquierda en que la familia fue criada. Al menos Ed lo demuestra. Sin embargo, mantengo mis dudas sobre si él suscribiría lo que su padre escribió en Parliamentay Socialism (1961), que fue, en su momento, una suerte de texto canónico para la izquierda.
¿Cómo afectó el colapso de la Unión Soviética a la reputación de Marx?
Marx, según creo yo, fue rescatado del colapso de la Unión Soviética, pero no ocurrió lo mismo con el marxismo, porque la URSS fue un estado marxista solo en cierto modo. Es evidente que, por algún tiempo, la mayoría de la gente interesada en Marx y el marxismo fueron críticos con la URSS y la percibieron como un desvío del sendero original.
Por otro lado, debe recordar que el marxismo, como fenómeno político e intelectual, depende de la atmósfera política. Y todos los socialistas fueron afectados de una u otra forma por la caída de la URSS, simplemente porque el ejemplo de haberse considerado parte del mundo tenido como socialista los inspiró así como ha inspirado a muchos en el siglo XX. No fue sino hasta el inicio de este siglo que el interés en el marxismo ha revivido de nuevo. rEV
Fuente: http://www.espai-marx.net/ca?id=6220
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