Hay un viejo dicho que dice que cuando no se tiene la razón “no hay mejor defensa que el ataque”. Eso mismo aplicó el Departamento de Estado, que el mismo día 12 de mayo, que el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, hiciera pública su demoledora denuncia por el grave ataque terrorista a nuestra embajada en Washington, Pompeo lejos de brindar una información sobre el hecho y lamentar este acto violento, la respuesta vengativa fue dar a conocer que había colocado a Cuba y a Venezuela en la lista de países que no cooperan en la lucha antiterrorista, así de cínico, miserables e inescrupuloso, es el Gobierno del señor Donald Trump.
Imposible esconder, que el ataque del cubano Alexander Alazo Baró el pasado 30 de abril a la embajada de Cuba en Washington no fuera una acción terrorista, los testigos la propia policía local que detuvo al atacante en el mismo escenario de su acción terrorista y las declaraciones de Alazo, quien declaró que lo hizo por odio, que la seguridad cubana lo perseguía, que sus intenciones eran las de matar, para dicho acto compró un fusil de asalto AKM 47 y realizó 32 disparos contra la sede cubana que en ese momento estaba ocupada por diez funcionarios diplomáticos.
En su denuncia el ministro Rodríguez Parrilla, fue desmenuzando toda la trama y destruyó toda la leyenda que le fabricaron al terrorista Alazo. Alexander Alazo Baró, se fue del país en el 2003 y nunca tuvo ninguna acción que lo señalara como un enemigo del gobierno y la Revolución, se convirtió a una religión cristiana y contrajo matrimonio con una ciudadana mexicana y se marchó legalmente del país, y fue a residir en México y en estos 17 años que vivió entre México y Estados Unidos, viajó a Cuba en ocho ocasiones, sin molestar y sin ser molestado por las autoridades cubanas, en el 2010 se radicó en Estados Unidos y su última visita a Cuba fue en el año 2015.
De repente aparece escenificando el acto terrorista el 30 de abril en horas de la madrugada contra la embajada cubana, pero previamente, se había presentado en un hospital donde refirió temores y un supuesto cuadro de delirio de persecución por grupos criminales cubanos que no existen, al parecer sus cuentos y declaraciones a los médicos que le atendían diagnosticaron que tenía problemas mentales. Todo este “drama – comedia” se produce luego de que Alazo perdiera un pequeño negocio, y se encontraba en precaria situación económica, que le obligó a vivir, según su esposa, en el auto porque no tenían recursos para rentar una vivienda. ¿Y entonces de dónde sacó el dinero para comprar armas?
O sea, Alazo Baró fue construyéndose una leyenda que permitiera luego de realizar su acto terrorista contra la embajada, usarlo para su defensa en el juicio que tendrá que enfrentar, eso le permitirá actuar y tratar de lograr inmunidad. Los Servicios Especiales estadounidenses son expertos en fabricar leyendas para no salir comprometidos de sus macabras e ilegales acciones. Hoy se sabe que la destrucción de las Torres Gemelas fue provocada por una implosión, así lo denunció el New York Time en fecha reciente, una investigación del cuerpo de bomberos de la ciudad de New York precisaba que no fueron impactos de los aviones contra las Torres Gemelas como se había publicitado. Quien o quienes, colocaron esa enorme cantidad de explosivos que hizo colapsar a semejante edificio y cual el objetivo que perseguían, aún está por aclarar.
Casos hay muchísimos, pero el más famoso fue el que la CIA fabricó cuando el asesinato de John F Kennedy, para culpar a Cuba, el chivo expiatorio fue Lee Harvey Oswald, al que lo prepararon como procubano, defensor de Castro, hicieron de todo, incluido una riña de Oswald con el conocido contrarrevolucionario Carlos J Bringuier, Celso Hernández y Miguel Cruz, todos con reconocidos lazos con la CIA y el FBI en aquella época. Y para darle credibilidad de su posición procastrista, enviaron a Oswald a México a solicitar una visa en el consulado cubano para visitar a Cuba, una leyenda completa y así culpar del asesinato de Kennedy a Fidel y a Cuba. (1)
Estados Unidos dirigió, organizó, financió y armó a los mercenarios derrotados en Playa Girón, (Operación Pluto) y la también derrotada Operación Magosta. Organizó y apoyó 634 fallidos atentados contra el presidente cubano Fidel Castro. Ha mantenido bajo su influencia, control y apoyo a numerosas organizaciones terroristas con sede en Miami y New Jersey, entre ella Alfa 66, el MRR, DRE, FULN, Comandos L, Omega 7, Comandos Mambises y el MIRR, este último dirigido por Orlando Bosch, financiado por la mafia del juego organizado de Chicago, como el mismo confesó. (1)
Bosch junto a Luis Posada Carriles fueron los autores intelectuales y suministraron el explosivo para volar en pedazos al avión de cubana de aviación con 73 pasajeros y tripulantes a bordo, luego de despegar de Barbados. Un criminal atentado cuyos autores intelectuales Bosch y Posada Carriles, fueron protegidos por el gobierno de Estados Unidos pese a que Venezuela los pidiera en extradición.
Toda una buena obra teatral, que se refuerza con el grave y peligroso show que escenificó el atacante frente a la embajada, primero con una bandera cubana con letreros ofensivos y luego con un ataque violento con un fusil de asalto AK M 47, ametrallando el edificio de la sede diplomática cubana, si bien tuvo tiempo de huir no lo hizo, se abrazó a una bandera estadounidense y comenzó a proferir ofensas con escandalosos gritos, hizo una buena espera lo que dio tiempo a que llegara la policía local, a la cual se entregó dócilmente.
Resulta sospechoso que desde el primer momento que el individuo llegara frente a la embajada y comenzara a proferir gritos y ofensas a la bandera cubana un lugar supremamente protegido por el Servicio Secreto y estos no actuaran de inmediato, sino mucho después de concluida sus acciones terroristas y criminales, fue que la policía se hizo presente.
Y más sospechoso aún, las relaciones del terrorista Alazo con el pastor Frank López del centro religioso Doral Jesús Worship Center, acérrimo enemigo de la Revolución Cubana y cercano como el senador Marco Rubio y el congresista Mario Díaz Balar, de conocida trayectorias y acciones anticubanas y antivenezolanas, desde sus cargos en el Congreso de los Estados Unidos, con fuertes nexos con la mafia cubano-americana.
Todo debidamente bien planeado, con esa acción creaban un escenario que lógicamente traería la justa reclamación de Cuba y la condena de nuestro país a esa acción terroristas, pero ellos ignoraron nuestro reproche, era una forma de distraer a la opinión pública, porque 72 horas después, el 3 de mayo, se producía el desembarco de mercenarios por la Guaira, Venezuela. Ningún paso que ellos dan en nuestra región con Venezuela o con Cuba, es un hecho aislado de su actual política agresiva contra estas dos Naciones.
La respuesta fue incluir a Cuba y Venezuela en la lista de países que no cooperan con la lucha antiterrorista, que Cuba no responde al pedido de extradición que Colombia, solicitó de los diez (10) miembros de la delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que se encuentran en Cuba.
Lo que Estados Unidos y Colombia no dicen, es que esos miembros del ELN, forman parte de la delegación que se encontraba en Ecuador en la Mesa de Dialogo de Paz, y que el gobierno de Ecuador, no quiso continuar siendo sede de dichos diálogos, fue por pedido del Gobierno de Colombia y el ELN al gobierno de Cuba ser la sede para dar continuidad al proceso de dialogo.
Cuba con su vocación de paz y de apoyo al hermano pueblo colombiano, aceptó la propuesta, en plena consulta y acuerdo con el gobierno de Noruega, que era el otro país garante y sobre esa base y establecidos los protocolos correspondientes, la delegación del ELN viajó a La Habana, a la espera de que el gobierno de Iván Duque designara a sus representantes, lo que nunca han hecho.
El protocolo firmado por las partes, incluido los gobiernos garantes y la Cruz Roja, estableció que, en caso de ruptura de los diálogos el gobierno de Colombia tenía que dar plena garantía del regreso de estos diez delegados a la zona de donde fueron recogidos, las FF.MM tendrían que replegarse de la zona y esperar 72 horas, hasta que los delegados llegaran a la zona e incorporarse a su Frente de donde salieron. Cuando el gobierno de Colombia hace unos meses atrás solicitó la extradición de los miembros de la delegación del ELN, Cuba le respondió, que solo se atendría al protocolo firmado por todas las partes, respuesta cubana que fue ratificada por el gobierno de Noruega.
Por tanto, es totalmente inaceptable y cínico usar ese argumento para que los Estados Unidos incluya a Cuba, en la lista de país que no cooperan en la lucha antiterrorista, la realidad es otra, es Estados Unidos el que apoya las acciones terroristas, sus acciones en Cuba provocaron 3,478 muertos y 2099 heridos incapacitados, sin contar los grandes daños en lo económico, incluido el Bloqueo Económico y ahora con sanciones adicionales, incluyendo impedir la compra de medicamentos y equipos para combatir el Covid-19, lo cual califica como un hecho de genocidio.
Y tan grave como lo arriba expuesto lo es también la campaña que directamente Mike Pompeo realiza contra los médicos cubanos y las brigadas que en este momento de la horrorosa pandemia de Covid -19 prestan su servicio humanitario salvado vidas. Otra forma de EE: UU hacer y contribuir al terrorismo.
Ni que decir de su apoyo a Juan Guaidó, estrechamente vinculado al Cártel de los Rastrojos, tal intimidad y compromiso del autoproclamado, con estos narcos, que fueron los que le brindaron la seguridad para trasladarlo y cruzarlo clandestinamente por la frontera venezolana colombiana a encontrarse con el presidente de Colombia Iván Duque. Y que decir del gobierno colombiano responsable de que hoy sea Colombia el mayor productor de cocaína, y el de mayor extensión de sembrados con un poco más de 220 mil hectáreas de matas de coca.
El grado de comprometimiento de altos dirigentes del gobierno colombiano con el narcotráfico, sí debía de preocupar el gobierno de Donald Trump, pero sin embargo este gobierno neogranadino es su principal aliado contra Venezuela, por eso sus grandes errores al aliarse al narcotráfico. No es secreto que la DEA se alió al cártel de Cali, para liquidar al cártel de Medellín, no porque Pablo Escobar, fuera un importante narcotraficante, sino porque era un peligro para los carteles estadounidense porque estaba manejando la idea de ocupar el mercado interno.
Escobar fue el que le comercializó al coronel Oliver North decenas de toneladas de cocaína para financiar a los contras en Nicaragua, acción de la cual fue cómplice Elliot Abrams, por la que ambos cumplieron sanciones en Estados Unidos. Abrams es actualmente el asesor de Juan Guaidó.
El ex presidente y actual senador Álvaro Uribe está cuestionado por sus vínculos con el Cartel de Medellín, pero actualmente hay una denuncia de Richard Maock, investigador de la CTI perteneciente a la Fiscalía colombina que dice poseer pruebas que vinculan a Uribe con el chapo Guzmán por introducir 10 toneladas de cocaína en Estados Unidos, que salía por el aeropuerto el Dorado, cuando el ahora procesado por narcotráfico, Fernando Sanclemente, nombrado por Uribe, era el Director de Aeronáutica Civil, y máxima autoridad sobre las instalaciones aeroportuarias de Colombia en el 2008. La droga era trasladada por la agencia Air Cargo Line. Maock, tuvo que huir de Colombia porque estaba amenazado de muerte.
Señores Trump y Pompeo no pretendan culpar al inocente y apoyar al culpable, Cuba ha mantenido por 60 años vocación de paz, el hecho más palpable lo representa el apoyo que dio al gobierno colombiano cuando en el 2012 aceptó ser la sede de las conversaciones de paz del gobierno colombiano con las insurgentes FARC-EP, diálogos que duró cinco años y concluyó con los Acuerdos de La Habana, firmados el 24 de noviembre del año 2016 por el presidente de Colombia Juan Manuel Santos Calderón y Rodrigo Londoño Comandante Jefe de las FARC-EP.
Y cual ha sido la respuesta del gobierno de Iván Duque Márquez, incumplir los Acuerdos de La Habana, atacar a la Justicia Especial de Paz, (JEP) y no implementar lo firmado, especialmente el tema de la tierra, el de cultivos ilícitos, y, más grave aún, ejecutar con el ejército paralelo, los narcoparamilitares, con la complicidad de sectores de las FF.MM, de hacer una sistemática selección de líderes y lideresas sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes desmovilizados en las regiones para su eliminación física, esa política ha llevado a la muerte a más de 1000 de estos líderes comunales y cerca de 250 asesinatos de ex combatientes de las FARC-EP, incluyendo a 38 familiares.
Le recuerdo, señor Duque, que mientras usted se subordina a las órdenes del senador Álvaro Uribe, cuyo odio al chavismo, a la insurgencia colombiana y jurado enemigo de la paz es conocida, por tanto, su obediencia a Washington para atacar a Cuba, usando el tema de la extradición de los delegados del ELN, argumento insostenible de cumplir, porque sentaría un precedente que invalidaría cualquier acuerdo que a futuro pueda proponerse y viola el derecho internacional.
Cuba con mucha disposición aceptó la propuesta de brindar 1000 becas para que jóvenes colombianos estudien medicina y aquí están, esta isla caribeña se dedica a salvar vidas y no a matar, señor Duque, lo que, lamentablemente, no hace usted, ni su gobierno con su pueblo, como lo demuestra su postura frente a la Pandemia del Covid-19.
Si tomamos en cuenta estos breves elementos puedo sin cortapisa decir, no señores, los terroristas y narcotraficantes son ellos.
Nota:
(1) Fuente consultada. El Asesinato de Kennedy y la Inculpación a Cuba. Autor. Fabian Escalante Font. Editora Política. Habana 2016.
Tony López R. Periodista, politólogo y analista internacional.