Puesta en escena de Palabras ajenas bajo el título Operativo: Pacem in terris. Dirigida por Pedro Asquini, Teatro Larrañada, 1972. ARCHIVO DE ADRIANA VENTURINI El programa Artes en Vivo del Departamento de Actividades Públicas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que dirige Ana Longoni, nos ha ofrecido la lectura «coral» de Palabras ajenas, […]
Puesta en escena de Palabras ajenas bajo el título Operativo: Pacem in terris. Dirigida por Pedro Asquini, Teatro Larrañada, 1972. ARCHIVO DE ADRIANA VENTURINI
El programa Artes en Vivo del Departamento de Actividades Públicas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que dirige Ana Longoni, nos ha ofrecido la lectura «coral» de Palabras ajenas, un collage literario realizado por el artista argentino León Ferrari (Buenos Aires, 1920-2013) entre 1965 y 1967. En la página web del Museo se informaba de que el público podía entrar y salir de la ‘performance’, cuya duración prevista era de 7 horas. Hubo gente que no se levantó del asiento. Palabras ajenas«condensa la historia de la violencia ejercida por y en Occidente fruto de la complicidad entre el poder político y el religioso». En realidad, según consta al principio del guión, son «conversaciones de Dios con algunos hombres y de algunos hombres con Dios». Estas conversaciones son interminables y el día de su puesta en escena en el Museo -14 de Abril de 2018- se volvían a producir coincidiendo con el recuerdo de un pasado truncado para España y el doloroso presente de los bombardeos que estaban teniendo lugar ese mismo día en Siria por parte de «los aliados». A las casualidades luctuosas, pero políticamente fructíferas, habría que añadir la muerte del cineasta Milos Forman (1932-2018), director de Hair, la primera película sobre una guerra que marcó profundamente a León Ferrari. El texto se mueve en un dispositivo temporal donde se anudan la guerra de Vietnam, la Alemania nazi, los campos de concentración, las bombas atómicas, la tortura del imperialismo americano o la invasión norteamericana de Santo Domingo, todo ello trufado por una presencia brutal de la doctrina judeocristiana «con sus castigos y redenciones».
Puesta en escena de Palabras ajenas/The Words of others, en el teatro del REDACT, Los Ángeles, 2017.
El diálogo que mantienen Lindon B. Johnson, Pablo VI, Hitler, la prensa, la crónica histórica y la palabra del nuevo y del antiguo testamento, proviene de un montaje que Ferrari realiza a partir siempre de palabras de «otros». Con fidelidad y exactitud a ellas, va articulando la pieza que cobra tensión y relevancia por los entrecruzamiento de las voces y de las repeticiones de cifras y datos «objetivos», de los enmascaramientos y manipulaciones de la prensa, junto a descripciones brutales de la masacre de las guerras ejercidas, especialmente sobre los más débiles. Y como río de fondo, el tibio y más que problemático comportamiento de la Iglesia católica en muchos de estos casos.
Colección de recortes de periódico utilizados por León Ferrari para elaborar «Palabras ajenas», en su casa de Castelar, Provincia de Buenos Aires, 1969. Cortesía de Pablo Ferrari.
León Ferrari quería que sus guiones fueran leídos en voz alta y colectivamente, de manera que los «archivos históricos en movimiento» adquirieran su legibilidad cuando las palabras y los actos, la ignominia y la impunidad resonaran en las cabezas del público de cada época; de ahí que su ideal hubiera sido no dar nunca por finalizada la pieza y que pudiera realizarse en bucle para que el eterno retorno de la doble moral y la alianza entre poderes políticos, religiosos, militares y económicos se encarnara en cada cuerpo. Como nos ha sucedido hoy.
En 2014, Ruth Estévez, Miguel A. López y Agustín Díez Fischer iniciaron una profunda investigación en torno al collage literario Palabras ajenas, que derivó en la realización de una exposición y el montaje escénico en inglés: The Words of Others (2017), en la galería Red Cat de Los Ángeles, California. El guión fue realizado por José Antonio Sánchez que llevó la dirección, dramaturgia y la puesta en escena en colaboración con Juan Ernesto Díaz y la propia Ruth Estévez.
En esta ocasión y a cargo del mismo equipo de dirección, Palabras ajenas se presenta por primera vez de manera íntegra en español. Si bien para el montaje se siguieron las indicaciones dejadas por el propio León Ferrari a manera de instructivo, la aparentemente sencilla pero contundente puesta en escena añade elementos que actualizan el dispositivo ideado por Ferrari. La finísima concertación de presencias y voces de los lectores sobre el escenario produce innumerables variaciones sensibles, intensidades que son ya políticas.
El elenco de lectores se compone de periodistas, actores, artistas, investigadores, estudiantes, arquitectos, bibliotecarias, historiadoras, coreógrafas y activistas culturales.
Fotos: Ignacio Oliva. MNCARS
En este 14 de abril de 2018, el texto fue leído con especial emoción e intensidad. Cuando el gran Isidoro Valcárcel Medina, uno más entre los lectores, desgranaba las frases de las víctimas de Hiroshima, los resplandores que dejaron ciegos a sus habitantes parecían avistarse en las terribles frases de San Juan en el Apocalipsis.
¿Qué misterioso efecto -cuidadosamente buscado por la puesta en escena- producían en la sala aquellas voces tronantes sucediéndose sin parar en la forma de un brutal oratorio? La insoportable densidad de un silencio espectral en medio de aquel palabrerío del poder. Silencio paradójico formado por voces que han dejado de sonar bajo el estruendo de las bombas y la metralla. El límite absoluto del discurso de la historia, su negativo, lo irrepresentable: el espanto.
Y sin embargo, ¿qué había en esas voces que inundaban el teatro de una paradójica esperanza, de un cierto goce? Aparecía el horror de las narraciones y la maravilla de la voz, la claridad del habla y la oscuridad del sentido; un teatro del asombro: espanto y fascinación, y la luz de la lucidez.
Final en bucle, como hubiera querido Ferrari que podía entroncar con algunas lágrimas que se le escaparon a Noemí Oncala en el momento de leer el texto que José A. Sánchez había preparado para iniciar la obra:
Palabras ajenas, MNCARS, 14 de abril de 2018
«Anoche, Estados Unidos, con el apoyo de Reino Unido y Francia, bombardeó Siria en respuesta al supuesto ataque con armas químicas del régimen de Bashar Al Asad contra la ciudad de Duma, último episodio de la batalla por la región de Guta Oriental, en la que el ejército sirio, con apoyo de Rusia, ha provocado miles de muertes y la aislación de la población civil.
Lo que empezó como una revolución para instaurar una república democrática, acabó en una guerra con actores internacionales, de la que huyeron millones de desplazados, convertidos en refugiados tan indeseados en Europa como los millones de migrantes desplazados por otras causas.
Hoy hay personas muertas como consecuencia de esos bombardeos, niños aterrorizados, ciudadanos heridos y angustiados, personas que sufren las decisiones de quienes detentan el poder.
En 1986, León Ferrari escribió una carta a San Juan Pablo II solicitando el cierre definitivo de ese centro de torturas llamado Infierno. No recibió respuesta. Treinta años después, Bergoglio, que siendo cardenal en Buenos Aires activó una campaña para demandar el cierre de una exposición de Ferrari en Buenos Aires, ahora como Papa Francisco parece haberse hecho eco de la solicitud. Sin embargo, dado que el cierre del infierno no es definitivo, solicitamos que lo mantenga abierto unos meses para los hipócritas que hacen la guerra en defensa de la paz y se nutren del gran negocio de la violencia.
A los que hoy sufren, a quienes ayer estaban vivos y hoy ya no están».
Final en bucle de la pieza y la repetición como un mantra de la palabra arroz por parte de los lectores que cambiaban aleatoriamente de sitio y se buscaban con la mirada para iniciar la letanía: arroz, arroz, arroz, arroz, a compás impecable hasta que el público comenzó a responder también, arroz, arroz, arroz. Retomamos nuevamente la voz de Ana Longoni:
«No era una palabra cualquiera, azarosa: en su texto, León denuncia con precisión cómo la hambruna fue una táctica de guerra, inundar los sembríos de arroz, o quemar las cosechas o envenenarlas con gases tóxicos, para intentar doblegar la resistencia de la población vietnamita ante la invasión.
Arroz, arroz, arroz, querido León».
—————————————–
La presentación de Palabras ajenas forma parte del programa de artes escénicas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía conducido por Isabel de Naverán y se hace en colaboración con ARTEA y el apoyo de la Fundación Augusto y León Ferrari.
———————-
Héctor Bourges es creador escénico y director de Teatro Ojo, Ciudad de México.