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Entrevista a Xavier Juncosa

Un macrodocumental: «Integral Sacristán»

Fuentes: SinPermiso

Después de grandes documentales sobre Passolini y Walter Benjamin, el cineasta barcelonés Xavier Juncosa filma un macrodocumental sobre Manuel Sacristán, el filósofo en lengua castellana mas importante de la segunda mitad del siglo XX, y la figura intelectual más descollante de la izquierda militante antifranquista.

La editorial «El Viejo Topo» ha editado recientemente «Integral Sacristán», de Xavier Juncosa, un conjunto de ocho documentales sobre la vida y la obra del filósofo, que incluye además cinco conferencias de Manuel Sacristán y el libro Del pensar, del vivir, del hacer.

Para explicar la génesis y contenido de Integral, Salvador López Arnal ha conversado con Xavier Juncosa, director y coguionista de este singular proyecto cinematográfico. 

1. Hace unos cuatro años y medio iniciaste un proyecto cinematográfico centrado en la vida y obra de Manuel Sacristán. ¿De dónde surgió ese interés? ¿Qué te atraía más del personaje?

El interés por el personaje surgió hace muchos años, entre 1979 y 1980, cuando yo volvía de unos años estudiando cine (y haciendo la mili) en Madrid. Entre mis amigos más íntimos había algunos militantes del PSUC y, evidentemente, Sacristán salía en nuestras acaloradas conversaciones. Fue en ese momento cuando abrí una «carpeta Sacristán» en mi archivo hemerográfico. Luego, mucho más adelante, Sacristán ha sido un recurrente sujeto pasivo en algunos de mis documentales sobre el período 1945-1965 barcelonés.

2. A lo largo de todo este tiempo habéis hecho más de 100 entrevistas. ¿A quienes habéis entrevistado?

No hemos llegado a 100, pero poco le falta. Creo que la lista aburriría a los lectores de SP, no? Me gustaría decir, no obstante, que se ha entrevistado a todas aquellas personas que podían aportar algo sustantivo sobre las muchas caras de Manuel Sacristán: el joven, el maestro, el político, el filósofo, el traductor, el conferenciante, etc… Sólo cuatro personas, diría que muy importantes, en algún momento de la vida de Sacristán no han podido ser entrevistadas: Ernest Lluch y Manuel Vázquez Montalbán, porque ya no están entre nosotros; y Jorge Semprún y Fabián Estapé porque no hubo forma de encontrar una fecha idónea a lo largo de más de tres años… Y conste que hicimos mucho más de lo que nos correspondía para conseguirlo. C’est la vie

3. La financiación inicial la conseguisteis gracias a la ayuda desinteresada de un grupo amplio de amigos, no?

Mira, por decirlo con franqueza, he hecho 90 películas -la mayoría de ellas documentales- en 30 años de oficio cinematográfico y nunca, nunca, había hecho una película con una financiación tan emocionante, solidaria y atípica como esta: cincuenta o sesenta personas -entre familiares, amigos, profesores o antiguos alumnos a los que más tarde se sumaron la FIM, la ACIM, la UPF y la UB- aportaron libremente una cantidad que nos permitió pagar los gastos materiales iniciales, es decir, cintas vírgenes DVCAM (unas 125, sin contar los 16 másters definitivos en catalán y castellano), viajes y hotel de una sola persona, yo mismo, porque no había dinero para más personal técnico. Partíamos de las facilidades de disponer de un equipo completo de grabación profesional (cámara, trípode, iluminación y sonido) y de un equipo de montaje no lineal profesional. El mismo que utilizo siempre para mis películas «normales». El hecho de tener en casa todo este equipamiento ha hecho posible el INTEGRAL SACRISTÁN. Sin esa capacidad previa, hubiera sido imposible llevarlo a cabo ya que si hubiéramos tenido que alquilar todo este material para hacer más de 100 horas de entrevista -o sea, 100 días de alquiler de material de cámara- y, después, pagar el alquiler de una sala de montaje durante seis meses -que es lo que estuve, full-time, montando las ocho películas-, insisto, hubiera sido imposible. Un día, medio en broma, medio en serio, hicimos el cálculo: de haber sido una película normal, la producción (no hablo de las copias definitivas que ahora distribuye EL VIEJO TOPO) hubiera costado casi 200.000 €… Y, al final, lo hemos hecho por algo más del 5% de esa alucinante cantidad. Todo ello, sin contar con el tiraje del pack definitivo que ahora sale a la venta a través de la distribución de EL VIEJO TOPO y que han sufragado en un 100% diversas administraciones: Memorial Democràtic, Ajuntament de Barcelona, Diputació de Barcelona y el ICUB.

4. El proyecto inicial era hacer una película sobre Sacristán pero esa idea se transformó sustancialmente. Lo hecho ha sido un conjunto de ocho documentales que lleva el nombre de «Integral Sacristán». ¿Qué películas documentales lo componen?

Al principio, efectivamente, mi intención era hacer un documental de entre dos y tres horas sobre Manuel Sacristán. Un documental, digamos, cronológico y de corte más bien académico. Pero, poco a poco, viendo la riqueza de las entrevistas y la cualidad poliédrica de Sacristán, decidimos hacer ocho películas documentales monográficas, con estos títulos: El joven Sacristán, El maestro Sacristán, Sacristán filósofo, Lucha antifranquista, Sacristán marxista, Sacristán en México, Movimientos Sociales y, finalmente, Giulia. Más que ocho documentales convencionales, son ocho documentales montados a partir de un prólogo introductor seguido de un fondo oral monográfico.

5. Uno de estos documentales dices que lleva el nombre de Giulia. ¿Por qué un documental dedicado a Giulia Adinolfi?

Mira, por decirlo con franqueza, muy pocas cosas me han sorprendido de las 113 horas de entrevista en bruto. En cambio, poco a poco, a lo largo del primer año de entrevistas, iba surgiendo con mucha fuerza alguien que para mí era absolutamente desconocido: su primera mujer, la napolitana Giulia Adinolfi. Me sabe mal por si alguien se molesta con lo que diré…, pero me enamoré de Giulia 25 años después de su muerte. Ya está dicho todo. Un día, «comuniqué» a Salvador y a Joan que, además de la película sobre Sacristán, haría una sobre Giulia. Como así ha sido.

6. Los ocho documentales están subtitulados en catalán, castellano e inglés. Eso os habrá llevado mucho trabajo.

De la lectura de las respuestas anteriores alguien podría inferir que el INTEGRAL SACRISTÁN ha sido cosa de tres personas: Joan Benach, Salvador López Arnal y yo mismo. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que nosotros hemos sido el primer círculo: el núcleo, si quieres decirlo así. Pero, en torno a este núcleo ha habido una serie de curiosos, solidarios y generosos electrones con carga, paradójicamente, muy positiva. La lista sería larga. Y, algunos nombres de esa larga lista tendría relación con lo que tú me preguntas: las personas que, generosamente, han traducido todas y cada una de las entrevistas a las tres lenguas. Y debo añadir que no debe haber sido tarea fácil. Ellas y ellos también son autores del INTEGRAL SACRISTÁN.

7. Además de los documentales, «Integral Sacristán» contiene cinco conferencias de Sacristán.

Para los que no fuimos ni sus alumnos, ni coetáneos, escuchar ahora, treinta años después, las conferencias de Manuel Sacristán es un auténtico regalo. Yo las he escuchado poco a poco -son casi ocho horas en total!-, una cada dos o tres días, y alguna de sus observaciones me parecen muy útiles y brillantes para nuestro momento actual. Otras dependen demasiado del contexto sociopolítico en el que fueron concebidas. Sinceramente creo que Sacristán es ya un clásico al que se leerá en el futuro y que, los investigadores del mañana, sabrán extraer de él sus oportunas lecciones. Lo caro y lo escaso es y ha sido siempre el talento y, sobre todo, la lectura lúcida del presente, de su presente, a través de ése talento. En eso Sacristán fue un maestro como muy pocos. Un hombre que abrió puertas, como los grandes. Para los que vivieron en directo esas legendarias conferencias será, sin ninguna duda, un impagable regalo. Las cinco conferencias son: «El trabajo científico de Marx y su noción de ciencia» (1978), «Reflexión sobre política socialista de la ciencia» (1979), «Sartre desde el final» (1981), «Las ideas político-ecológicas de Karl Marx» (1983-1984) y, finalmente, «Tradición marxista y nuevos problemas» (1983).

8. Integral Sacristán contiene además un libro que habéis titulado Del pensar, del vivir, del hacer. ¿Quién ha colaborado en este ensayo?

El libro que acompaña el pack INTEGRAL SACRISTÁN es otro regalo excepcional. Se trata de una serie de artículos originales -y me gustaría subrayar el adjetivo- que 46 profesores universitarios, intelectuales o artistas han escrito especialmente para este INTEGRAL SACRISTÁN. Hay auténticas joyas ocultas para aquellos que busquen tesoros en tiempos oscuros. Se me hace difícil escoger, pero voy a decir dos: el poema inicial de Jorge Riechmann -que también se incluye en vídeo en uno de los documentales leído por su propio autor- y el escueto pero emotivo texto de alguien tan poco dudosa de sacristanismo como Rosa Regás. Además de los tres textos iniciales, los restantes 43 se dividen en las mismas ocho temáticas en las que se han dividido los ocho documentales. Insisto en ello: hay por descubrir verdaderas joyas ocultas entre esos textos.

9. Joan Benach, un médico y profesor de la Pompeu Fabra ha tenido un papel destacado en el proyecto. ¿Era amigo tuyo? ¿Era alumno de Sacristán?

Creo que sí que fue alumno directo de Manuel Sacristán, pero no sé exactamente ni cuando ni donde. Lo que sí que te puedo contestar es cómo se produjo nuestra relación y cómo fue el inicio de este proyecto que ahora celebramos. El auténtico artífice -el celestino– es otro médico inteligente, Oriol Martí, amigo común, que una vez al mes reúne en Barcelona a una serie de amigos para ver un documental, comentarlo con su autor y, claro, cenar bien. En una de esas cenas se proyectó mi documental «Pasolini, un viaggio in Italia» y ahí estaba Joan Benach, al que yo no conocía. Si aquella noche de la primavera del 2002 no hubiera venido Joan a la cena/proyección, este INTEGRAL SACRISTÁN quizás nunca hubiera existido. Al terminar la sesión congeniamos y me hizo aquella pregunta que nunca se debe hacer a un cineasta: «…Y ahora, qué te gustaría hacer?» Y yo le contesté: «Me gustaría hacer una película sobre Manuel Sacristán, pero me falta conocer a alguien que lo conozca muy bien para hacerme de buen Virgilio en este proyecto pero que, y eso es muy importante, no sea un discípulo directo, coetáneo o miembro directo de su conocido grupo…» Y Joan me contestó: «Yo conozco a quien buscas. Se llama Salvador López Arnal». Y ahí empezó todo.

10. ¿Qué pensáis hacer con el enorme fondo oral que habéis generado?

Una copia lineal en DVD -es decir, sin montaje, sin cortes, tal cual se grabó- se ha entregado a la Universitat de Barcelona (en el mismo espacio en donde ya existe el fondo de reserva Manuel Sacristán Luzón) y a la Universitat Pompeu Fabra para que en el futuro, investigadores, profesores, historiadores, tesinandos o doctorandos puedan utilizarlos en futuros trabajos. No olvidemos que este ingente material -recordémoslo nuevamente: 113 horas de entrevistas- con el paso del tiempo se transformará, como hidrógeno en helio, de documental en documento. De hecho, desafortunadamente, hay algunos de los entrevistados que ya no están entre nosotros: Juan Carlos García Borrón, Joaquim Jordà, Antoni Gutiérrez Díaz, etc.

11. Aunque sea de forma intermitente, has estado más de cuatro años dedicado centralmente en este proyecto. ¿Qué te ha interesado más de él, de su hacer, de su obra teórica?

Mi filmografía, como ya he dicho anteriormente, es extensa. Una parte de ella está dedicada al mundo cultural e intelectual de la Barcelona de los años 40 y 50; para mí, la caja de Pandora que explica nuestra extraña situación actual. No olvidemos que todo el talento, el de verdad quiero decir, se exilió en 1939 y que aquí sólo quedaron los fascistas y la gente de la calle normal y corriente no posicionada explícitamente a favor de la IIª República; porque a los posicionados que se quedaron, Franco los fusiló o los encarceló. A los pocos años, en las universidades y en las fábricas, algunos de los hijos de esos franquistas y algunos de los hijos de la gente normal y corriente empezaron a oponerse al régimen fascista de esos años mucho más oscuros que los actuales. De Sacristán me interesaba y me interesa esto precisamente: el engarce, la bisagra si se quiere, entre dos concepciones tan distantes. Ese cambio exige un caro recuestionamiento personal en donde la tradición casi nunca juega a favor; y este esfuerzo, esfuerzo que hicieron gente como Sacristán, como Valverde y como algunos otros, es lo que más me interesaba de Sacristán: leer la evolución intelectual a través de unos ojos tan privilegiados -y bellos- como los suyos. Ver, en definitiva, como un erial se va convirtiendo poco a poco en un vergel. Y eso, le pese a quien le pese, le duela a quien le duela, se hizo merced a personas como Manuel Sacristán.

12. Tú has realizado también documentales sobre otros autores de la tradición marxista como Pasolini o Walter Benjamin. ¿Ves alguna similitud entre ellos y Sacristán?

Tú lo has dicho, son marxistas. Pero ojo: heterodoxos del marxismo. Nunca me han interesado las ortodoxias. Te diré un secreto: cuando era un adolescente leí en un opúsculo cinematográfico sobre Nicholas Ray una frase suya que, probablemente, ha iluminado toda mi filmografía. Dijo Ray: «Siempre hay maldad en la bondad y bondad en la maldad». De nuevo, pues, la bisagra personificada. Me atraen esos personajes bisagra. Esos que los buenos dicen que son malos y los malos dicen que son buenos; me explico, no? Personajes que, hablando en términos físicos, son los que soportan todo el esfuerzo. Son personajes excepcionales, con mucho talento y con una idea de futuro. Sacristán es uno de ellos. Por eso sobrevivirá a la hoguera de las vanidades intelectuales. Pier Paolo Pasolini, Walter Benjamin, Manuel Sacristán, Albert Camus o Stefan Zweig son personajes así. Bisagras de dos tiempos o de dos concepciones de la realidad. Gente excepcional. A menudo denostada u ocultada, pero siempre gente excepcional. Hace tiempo que quiero hacer una película potente sobre la controversia entre Camus y Sartre como metáfora de la guerra fría: como simples peleles de un tiempo que, quizás, jugó con ellos. Camus y Sartre, en otro contexto, en otra época, quizás no se hubieran enfrentado. O quizás sí…? Quien sería Danton? Quien sería Robespierre? Yo lo tengo muy claro. Pero…, desafortunadamente, como bien sabes mis circunstancias personales han cambiado 180º en el último año y será muy difícil que pueda meterme «en serio», como dicen que decía Sacristán, en un tema tan apasionante y espinoso como este. Tanto, que todavía en Francia -país en donde tuve la suerte de vivir entre 1999 y 2005- echa todavía chispas paralizantes. Me encantaría hacer esa película. Una película río, como me gusta hacer. Como las 13 horas sobre Sacristán o las 6 sobre la obra de Walter Benjamín que, desafortunadamente, no creo que nunca se llegue a ver aquí. C’est la vie…

13. ¿Habéis presentado ya algunos de estos documentales? ¿Habéis recibido algún comentario?

Desde la presentación en el otoño del 2005 de las ocho películas -en el seno del homenaje a Sacristán que le hicieron las universidades públicas barcelonesas-, sí, se han proyectado en diversas sedes. Creo que todavía es el principio. BTV, la televisión pública de Barcelona, emitió seis de los ocho documentales el pasado verano. No está mal. La pena es que casi no hicieron publicidad del evento y mucha gente no se enteró…, en pleno mes de agosto. En cuanto a los comentarios…, me parece que la prensa local y nacional ha hecho poco caso de una noticia tan excepcional -desde el punto de vista cultural- como la aparición de este INTEGRAL SACRISTÁN. Pero…, hay lo que hay.

14. Lo que habéis realizado es bastante infrecuente en España. Parece un producto parisino, no barcelonés.

Sí. Es cierto. Es un producto francés. Debo admitirlo. Mi larga estancia trabajando en París, haciendo documentales, me hizo tomar como normal un trabajo de 13 horas sobre un filósofo y político. Allí existen series parecidas sobre gente tan importante como Deleuze, Virilio, Godard, Mc Laren, Morin, Levi-Strauss y un exquisito etcétera. Yo tomé la idea de allí. Debo reconocerlo y es evidente. Y me siento muy feliz de haber iniciado un trabajo de estas características que aquí sólo se había llevado a cabo en recopilaciones musicales como los famosos integrales de cantantes como Raimon o Xavier Ribalta. Pero esa es otra historia.

15. Habéis hecho una presentación exitosa en Barcelona. ¿Tenéis intención de presentarlos en otras ciudades?

A mi me gustaría participar en la presentación de este trabajo en cuatro ciudades que me parecen claves. La pena es que no creo que lo podamos hacer más allá de una por razones puramente económicas: Münster, Nápoles, México y Madrid. Creo que, con Barcelona, son las cinco ciudades que formaron a Sacristán y que, en cierto modo, él también ayudó a formar.

16. ¿Cambiarías algo si tuvieras que empezar de nuevo?

Sí, desde luego. Si pudiera, hubiera aplazado la muerte de Ernest Lluch y de Manuel Vázquez Montalbán y hubiera pedido algo más de generosidad a Jorge Semprún y Fabián Estapé. Las opiniones de esos cuatro personajes habrían añadido mucha luz a un personaje con tantos claroscuros malintencionados como Manuel Sacristán. Pero no debemos quejarnos…: tenemos 113 horas impagables de entrevista que han destilado, casi por decantación, 13 horas de película, creo, que excepcionales por su contenido.

Xavier Juncosa es un cineasta barcelonés, director y guionista de «Integral Sacristán» y coeditor de Del pensar, del vivir, del hacer, libro que acompaña a los documentales de Integral. Salvador López Arnal es coeditor, con Iñaki Vázquez, de El legado de un maestro (Montesinos, Barcelona, en prensa).

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