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Una avenida para Víctor Jara en la combativa población La Legua

Fuentes: El Siglo

Campaña de pobladores de La Legua, reúne cada día más adherentes. La idea es cambiarle el nombre a la actual Avenida Las Industrias en recuerdo del gran artista chileno, asesinado por la Dictadura de Pinochet. El fascismo fracasó: asesinaron al cantor, pero Víctor sigue cantando con más fuerza que nunca Si la idea de los […]


Campaña de pobladores de La Legua, reúne cada día más adherentes. La idea es cambiarle el nombre a la actual Avenida Las Industrias en recuerdo del gran artista chileno, asesinado por la Dictadura de Pinochet. El fascismo fracasó: asesinaron al cantor, pero Víctor sigue cantando con más fuerza que nunca

Si la idea de los autores de la iniciativa prospera – todo parece indicar que el éxito está asegurado – en un futuro cercano, los santiaguinos podremos citarnos y encontrarnos en una esquina que será mítica: juntémonos en Víctor Jara con Salvador Allende.

Lulo, uno de los integrantes del grupo de hip-hop «Legua-York» y entusiasta impulsor de la iniciativa, explica el alcance de la campaña:

«La idea central de la Avenida para Víctor es más que un simple nombre, es transformar la Avenida Las Industrias en un eje de movilidad cultural, donde quepan todas las expresiones del arte, una especie de exposición sin muros que repriman ni presionen. Queremos que esas esquinas sean un semillero de nuevos poetas y cantores, que la gente del teatro se empodere y apodere de dicho espacio.»

La actual Avenida Las Industrias cruza de norte a sur las comunas de San Joaquín y La Granja. En el medio, a la altura del paradero 6 de Vicuña Mackenna, la nueva Avenida Víctor Jara cruzaría la actual Avenida Salvador Allende. Sería una esquina emblemática, más en este año, que se cumple el primer centenario del nacimiento del Presidente Allende.

Esta lucha por la memoria y la justicia, iniciada por diversas organizaciones de la población La Legua, ha tenido tal adhesión, que ya se ha transformado en una cruzada mundial, apoyada desde diversos países que reconocen en Víctor Jara, no sólo un gran creador, sino un símbolo por la vida y la libertad, y de denuncia contra el fascismo y la tiranía.

Respuesta del Pueblo

Una vez asesinado, el nombre de Víctor pasó a ser tabú durante toda la dictadura. A nivel oficial, prácticamente no se le nombraba, no existía. Pero la fuerza del pueblo es invencible. La figura de Víctor fue cobrando tal dimensión que, a poco andar, era un torrente imparable y hoy en día su recuerdo está en miles de calles, plazas, estadios, teatros, escuelas, centros culturales y en todo lugar en que se congregan las manifestaciones populares.

El rescate de la memoria parece imprescindible para la supervivencia de la identidad y los verdaderos valores de la Patria. Se trata, además de una respuesta al sistema y al orden oficial que, a cien años de la Matanza de Santa María de Iquique, mantiene el nombre de Pedro Montt, presidente responsable de la masacre, en la principal vía de Valparaíso, y una de las calles importantes de Providencia, se sigue llamando 11 de Septiembre, verdadera bofetada a las víctimas del Golpe de Estado.

De ahí que rebautizar la Avenida Las Industria con el nombre de Víctor Jara no es un mero cambio de nombre, sino que tiene un significado mucho más profundo. Hasta ahora, la campaña cuenta con la adhesión pública, entre muchos otros, de escritores como Volodia Teitelboim, Reynaldo Lacámara y José Osorio, músicos como Fernando Ubiergo, Amaro labra, Rodolfo Parada y Francesca Ancarola, de los Grupos Sol y Lluvia, Inti-Illimani, Quilapayún, Legua York, Teatro El Riel, Revista bello Barrio de Yungay, Puntos Suspensivos de La legua, de dirigentes juveniles como Marisol Prado, Nicolás Grau, Rodrigo Rocco y Manuel Guerrero, organizaciones como Centro Cultural Nehuén de La Cisterna, Ical, Juventudes Comunistas de Pirque y de La Legua, Kolectivo Kahuín, Regional Sur de la Jota, Cultura Libre de Valparaíso, Fundación Manos Abiertas.

La semilla que germinó en La Legua se está multiplicando como un torrente que nada podrá detener. La Avenida Víctor Jara será una realidad y el fascismo recalcitrante tendrá que entender que la sabiduría popular siempre tiene razón: «Podrán matar al cantor, pero jamás podrán matar el canto» Víctor Jara sigue cantando, porque su canto no se detiene.