El Café de Colombia es un producto que se ha distinguido siempre por su calidad en todo el mundo. Es muy posible que los consumidores en los distintos rincones del planeta que han disfrutado de este café, no quieran volver a consumirlo si saben que es manipulado genéticamente. La introducción clandestina de variedades de plantas […]
El Café de Colombia es un producto que se ha distinguido siempre por su calidad en todo el mundo. Es muy posible que los consumidores en los distintos rincones del planeta que han disfrutado de este café, no quieran volver a consumirlo si saben que es manipulado genéticamente.
La introducción clandestina de variedades de plantas de café modificadas genéticamente está siendo investigada en Colombia tras denuncias realizadas por ONG europeas de productos orgánicos.
En 2001, la organización no gubernamental británica ActionAid denunció el peligro inminente del ingreso del café genéticamente modificado en los mercados.
Según ActionAid, la compañía estadounidense Integrated Coffee Techonologies estaba desarrollando un proceso destinado a manejar a voluntad el proceso de maduración de la semilla del cafeto.
Denuncias realizadas por organizaciones antitransgénicas de Estados Unidos alertaron recientemente sobre la posibilidad que la multinacional Nestlé hubiera contaminado plantaciones de café en territorio colombiano.
«Cuando se liberan estos organismos en el medio, se están introduciendo seres extraños que pueden provocar alteraciones en los ecosistemas, al recombinarse con especies autóctonas» declararon especialistas asesores de ONG antitransgénicos.
En 2006 Nestlé había patentado en México plantas modificadas genéticamente de café que, según la transnacional más grande de alimentos, mejoraría la capacidad de solubilidad del café en polvo.
La patente obtenida en la Oficina Europea de Patentes incluye el proceso de elaboración, las plantas transgénicas y el uso de los granos de café para elaborar café soluble.
La multinacional suiza había anunciado su compromiso de no comercializar productos transgénicos, pero tras adquirir estas patentes, obtuvo la ingeniería genética con el fin de controlar la cadena productiva alimentaria y obtener mayor poder económico a través de la construcción del monopolio del café soluble.
El desarrollo de estas patentes, generaría la dependencia de los agricultores de las multinacionales, además de transformar la producción agrícola en una actividad industrial, desplazando a los campesinos y aumentando su pobreza.
Las variedades modificadas genéticamente podrían contaminar el café convencional y el café orgánico.
Voceros de Nestlé aseguraron que no existe café transgénico a la venta.