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Una nueva sublevación ecuatoriana

Fuentes: Carta Maior

El destino de los tratados de libre comercio de los EEUU en el continente sudamericano se juega hoy en la batalla de los movimientos indígenas y campesinos ecuatorianos. De cara a las elecciones presidenciales convocadas para el segundo semestre de este año, los indígenas prometen presentar candidato propio. Un análisis de Emir Sader. Más de […]


El destino de los tratados de libre comercio de los EEUU en el continente sudamericano se juega hoy en la batalla de los movimientos indígenas y campesinos ecuatorianos. De cara a las elecciones presidenciales convocadas para el segundo semestre de este año, los indígenas prometen presentar candidato propio. Un análisis de Emir Sader.

Más de diez gobiernos latinoamericanos que trataban de mantener el modelo neoliberal fueron derribados por la movilizaciones populares en los últimos años. El epicentro de esas movilizaciones es el Ecuador, en donde los tres últimos presidentes electos -Abdalá Bucaram, Jamil Mauad y Lucio Gutiérrez- no pudieron terminar sus mandatos, depuestos por verdaderas movilizaciones populares en las que los movimientos indígenas y campesinos desempeñaron el papel hegemónico: con la CONAIE -Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, dirigida por el más destacado dirigente popular del país, Luis Macas- al frente.

Después elegir a Lucio Gutiérrez y ver como, antes incluso de tomar posesión del cargo presidencial, su candidato iba a Washington a firmar acuerdos estratégicos con el gobierno de Bush, traicionando todas las promesas hechas en campaña, los movimientos sociales ecuatorianos se reorganizaron y, como cabía esperar, volvieron a la carga. Lo mismo que en Bolivia, sus reivindicaciones conjugan necesidades inmediatas con temas de carácter político general. Se trata, esta vez, de rechazar la firma, por parte de Ecuador, del tratado de libre comercio que el gobierno de los EEUU está proponiendo a varios países, el cual tratado, además de perjudicar gravemente el desarrollo económico y social de cada país, iba a ser firmado de tapadillo en Ecuador por el gobierno de Alfredo Palacios, el antiguo vicepresidente de Gutiérrez que asumió el cargo cuando éste último se vio obligado a dimitir.

El Tratado, que debería firmarse el día 23 de este mes, situaría en posición de mucho riesgo a la economía campesina ecuatoriana, de la que dependen directamente 3 millones de trabajadores rurales. Por lo demás, abriría definitivamente las puertas a la privatización del agua y a la invasión del país por una muchedumbre de productos transgénicos. El movimiento popular, además, lucha contra la transferencia ilegal, por parte de la empresa estadounidense OXY, de acciones de su compañía a la empresa canadiense Encana: el movimiento popular quiere que el gobierno recupere la empresa para el país, rescatando así una cantidad ingente de recursos, hoy en manos de empresas privatizadas.

Luis Macra dejó ya dicho, en nombre de los movimientos populares sublevados, que Palacios habrá de sumarse a la lista de presidentes después que se tienen que marchar a casa, si no somete a consulta el tratado de libre comercio y convoca una Asamblea General Constituyente. Por cierto que las paredes de todas las ciudades del país, sublevadas contra el gobierno de Palacios, aparecen pintadas con expresivas redefiniciones del Tratado de Libre Comercio (TLC): Tratado de Lágrimas Campesinas, Tratado de Libre Colonización, etc.
Las elecciones presidenciales convocadas para el segundo semestre de este año estarán ven directamente condicionadas por la resuelta decisión de lanzarse a la contienda política que parecen haber tomado las actuales movilizaciones. La CONAIE promete lanzar por vez primera una candidatura propia -como hicieran los movimientos bolivianos-, dejando de confiar en la delegación de candidatos de otros partidos y sumándose así a la oleada nacionalista e indigenista que llegó ya al gobierno en Bolivia y que lucha ahora por intentarlo en Perú. El destino de los tratados de libre comercio de los EEUU en el continente sudamericano se juega hoy en la batalla de los movimientos indígenas ecuatorianos.

Emir Sader, profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro y coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de esa misma Universidad, es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO

Traducción para www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench