Quienes lean este libro, señala el editor de Verde, rojo y violeta, «agradecerán nutrirse con uno de los pensamientos políticos más sólidos que han existido en nuestro país«. Añade líneas más adelante: «Necesitamos luces largas para construir poscapitalismo ecologista e internacionalista, para sabernos orientar en la niebla de una política sin horizonte, sin solidez y abocada a no saber ir más allá de la constitución de plataformas electorales. Este libro las ofrece. Es una especie de brújula que nos acompaña en el camino de la lucha para la emancipación de ‘los de abajo«. Y así es: Verde, rojo y violeta contiene todo eso: pensamiento sólido, luces largas y brújula para guiarse en tiempos difíciles.
Dos años después de la edición del libro de Francisco Fernández Buey [FFB] Sobre izquierda alternativa y cristianismo emancipador (Madrid: Trotta, 2021), el profesor Rafael Díaz-Salzar [RDS] ha editado, presentado y anotado, esta vez para El Viejo Topo, otra magnífica selección de escritos de uno de los filósofos españoles más importantes de estos últimos sesenta años, un auténtico referente, un clásico de la tradición marxista española, iberoamericana y europea. RDS traza este breve y sustantivo retrato de este filósofo imprescindible: «FFB fue durante toda su vida un militante, es decir, una persona que se entregó enteramente a una causa política. Nunca quiso ser exclusivamente un académico o un escritor. El afirmaba que ‘hacer es la mejor forma de decir«.
Son veintitrés los escritos recogidos de FFB, el donante de fundamentos según Julio Anguita, que RDS ha clasificado en cinco apartados: 1. Un gran angular para el quehacer de una izquierda verde, roja y violeta. 2. Entre la perplejidad y el reinicio. 3. Un proyecto verde, rojo y violeta (nada que ver con el capitalismo verde). 4. Comunismo herético: uno de los componentes de la izquierda verde, rojo y violeta (tres artículos sobre Marx, dos sobre Gramsci, dos sobre el comunismo, de especial interés para comunistas heréticos… o no heréticos). 5. Nuevo internacionalismo. Entre los artículos y conferencias recogidos, en un arco temporal que abarca desde 1990 hasta 2011, cabe señalar: «Crisis de civilización», «Algo más que liberales», «¿Qué quiere ser de izquierdas ahora?», «Ecología y marxismo», «¿Es el decrecimiento una utopía realizable?», «Retornar a Marx», «¿De qué hablamos cuando hablamos de comunismo?», «Tragedia y verdad de Antonio Gramsci», «Redes globales altermundistas».
De los tres colores, los colores de mientras tanto, una de las revistas que más hizo suya el autor hasta su dimisión del consejo de redacción en 2003, el violeta es el menos presente, si bien ya en 1996 señalaba FFB: «La liberación de las mujeres sigue siendo el índice de la emancipación sociocultural de la humanidad«.
Los criterios de edición los explica RDS en los siguientes términos: «Hay dos formas de editar libros póstumos de un autor. Una es la que se guía por estrictos criterios temporales. Una vez elegida una temática central y propuesto un título, que evidentemente él nunca estableció, se reproducen los textos por orden cronológico respetando totalmente el formato inicial e introduciendo notas aclaratorias«. Existe otra posibilidad, que RDS ya utilizó en Sobre izquierda alternativa y cristianismo emancipador: «Pensando en los lectores me parece más pertinente agrupar los escritos por criterios temáticos y no cronológicos dentro de la obra. Además de introducir notas aclaratorias en bastantes textos, he considerado imprescindible insertar titulares divisorios en el interior de algunos capítulos. Nuestro autor tenía la mala costumbre, y se lo dije en bastantes ocasiones, de escribir densamente dividiendo exclusivamente textos largos con números romanos sin más, Incluso, en ocasiones, sin ellos. Esto hace difícil seguirlo, como he podido comprobar en alumnos de posgrado y de doctorado en la Universidad Complutense. Los titulares que he ido estableciendo se basan en frases literales o en ideas del autor«.
Los lectores observarán en el libro las características ininterrumpidas del filosofar (desde abajo) de FFB: pasión poliética razonada; defensa documentada del ecosocialismo internacionalista (incluido el decrecentismo) frente al ecologismo mercantil; cuidada argumentación; agudeza crítica; información contrastada y diversa; ausencia de sectarismo y dogmatismo; finesse; transiciones arriesgadas por nuevos senderos, por caminos no trillados; un pensamiento rojo encendido (como el que querían Espriu y Raimon); permanente empatía por los más desfavorecidos; un pensar contracorriente… y, por si faltara algo, un deslumbrante castellano palentino-barcelonés que intenta ser comprensible y enriquecedor para cualquier lector. Escritos, todos ellos, que abonan e iluminan la izquierda para construir ecosocialismo de la que nos habla RSD en el subtítulo del libro.
Como aperitivo lector, unas pequeñas muestras entre muchas posibles:
1. «Actuar como los otros es ser como ellos. Eso es todo. Y por mucho que se esfuercen los ideólogos en resaltar otras diferencias y en dorarlas con hermosas palabras no conseguirán convencer a nadie que tenga sensibilidad y cabeza. Tal vez consigan algunos votos para los suyos, pero nada más. Y los votos, en las democracias ‘demediadas’ que conocemos -hay que decirlo para quien lo haya olvidado- dan poder, acercan al gobierno o a permitir compartirlo, pero, sin más, no hacen de izquierda a las personas. Que eso es así queda indirectamente probado con la confusión que después de tantos años de gobierno de un partido que se declaraba socialista se ha creado a este respecto» (1999, pp. 127-128).
2. «De hecho, algunas de las más desgraciadas catástrofes ecológicas de los últimos tiempos se han producido precisamente en zonas del planeta en las que el capitalismo aprovecha la mano de obra barata para instalar algunas de sus plantas con efectos potenciales más peligrosos. De modo que en los países pobres o empobrecidos de Asia, África y América Latina, así como en las regiones subdesarrolladas de los países del primer mundo, se juntan, una vez más, el hambre con las ganas de comer, como suele decirse: las consecuencias de la pobreza y del peor tipo de contaminación ambiental. Ello se ha debido a la constante transferencia de técnicas e industrias altamente contaminantes o con elevado riesgo para la vida de los hombres y otras especies animales y vegetales desde los países ricos del Norte a los países pobres del Sur» (1991, pp. 218-219).
3. «Simone Weil fue una mujer excepcional, de una sensibilidad para captar las implicaciones de la vida desgraciada de los seres humanos que no tiene parangón en la filosofía occidental. No hay duda de que esta sensibilidad tiene en ella una dimensión profundamente religiosa y mística. Pero lo admirable, en su caso, es que esta dimensión religiosa de su pensamiento haya ido de la mano con la preocupación social y el interés por la ciencia y que que haya cuajado en una coherencia práctica que nos deja sin palabras para calificar su conducta» (1999, p. 250).
Pero no son solo los 23 escritos del autor de Marx (sin ismos), magníficamente anotados y elegidos, los que componen este Verde, rojo y violeta. Hay un regalo complementario: la deslumbrante introducción –¡mucho más que una introducción, un gran texto de investigación, como también lo era el prólogo al libro publicado en Trotta!– que RDS regala a los lectores con el bello título de «Algo más que socialdemócratas. Luces largas para construir poscapitalismo ecologista e internacionalista«, un escrito, dividido en diez apartados (no se salten las notas, están al final del texto), en el que el autor nos guía por la vida y el pensamiento de FFB, al mismo que, sin ocultarse, da cuenta de sus propias consideraciones, posiciones y tesis. Una de ellas, central sin duda, recogida en el título del escrito.
Les copio dos de los pasajes de la Introducción, no son los únicos, que más han conmovido a este lector (y que también hubiera conmovido, en mi opinión, al autor de La gran perturbación):
1. «Esta temática [la ética de las convicciones fuertes], que desborda los límites de esta introducción, es de enorme relevancia para la construcción del ecosocialismo. Fernández Buey se ‘manchó las manos’ en política como militante del PSUC y de IU. No era un filósofo iluso, sino alguien que pensaba y hacía política desde utopías concretas, utilizando el lenguaje de Bloch, para superar el capitalismo. Sin la primacía de la ética política de las convicciones, esto es imposible. La socialdemocracia, al basarse en sus mejores en la ética de la responsabilidad, no ha logrado, ni se propone superar el capitalismo, sino reformarlo» (p. 27).
2. «FFB no fue un profeta de calamidades. Fue desde su primera juventud un partisano hasta que la muerte nos lo arrebató. Tenía conciencia de las adversidades, pero no se dejó vencer por ellas. Pertenecía, como muchos de nosotros, a la familia de los pesimistas con esperanza» (p. 64).
Una vez escuché decir a Alejandro Sierra, el editor de Trotta, señala RDS, «que la mayor parte de los libros que se exponen en las mesas de novedades en las librerías ‘son caducidades’. La obra de FFB no ha caducado«. Más aún, «ofrece luces largas para orientarse en esta noche oscura de la historia que estamos atravesando«.
Así es: luces largas en un libro imprescindible para cualquier ciudadano o ciudadana de izquierdas, editado por un gramsciano admirable. Lean, relean, estudien, anoten, comenten… y recomienden. Y recuerden: la mejor forma de decir es hacer.
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