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¡Victoria!

Fuentes: Rebelión

Escribo el sábado 30 de septiembre, reflexiono sobre vuestro referéndum catalán de mañana, día 1 de octubre, con algo de pasión porque creo que me he ganado el derecho yo también a indignarme. Pase lo que pase, habéis ganado el referéndum, una izquierda infantil que se lo está pasando pipa con el alboroto, jugando a […]

Escribo el sábado 30 de septiembre, reflexiono sobre vuestro referéndum catalán de mañana, día 1 de octubre, con algo de pasión porque creo que me he ganado el derecho yo también a indignarme. Pase lo que pase, habéis ganado el referéndum, una izquierda infantil que se lo está pasando pipa con el alboroto, jugando a la Revolución de Octubre cien años después, unida a una derecha atlantista con mucho dinero de todos oculto en huchas de paraísos fiscales.

Vuestra es la victoria y, si por desgracia hubiera muerto alguien, mucho mejor, ¿verdad? Otro mártir con el que seguir falseando la historia y una tragedia doble para España: por la pérdida de esa vida y porque la fiebre que habéis provocado llegaría al delirio. Como Unamuno le dijo al fascismo, habéis vencido sin haber convencido, vosotros -nacionalistas amargados con ropaje victimista- lleváis años actuando como Franco. El caudillo de España por la gracia de Dios cuando le salía un juanete le echaba la culpa a la conspiración judío-masónica-marxista. Vosotros sois caudillos de España por la gracia de vuestros cojones y de vuestros ovarios. Cuando tropezáis con vuestro encabronamiento con la vida culpáis a España y especialmente a los parásitos andaluces. Y acudís a la historia: en 1192 se fundaron Las Cortes catalanas, mucho antes que España. ¡Toma! Y en 1188 las primeras cortes democráticas de Europa: las de León. Pero ahora eso es lo de menos porque cuando un niño se emberrincha la cabeza no le funciona.

Ya sé que Rajoy y el PP son en el fondo culpables de todo lo que está pasando. Pero en 1978 voté una constitución tapándome la nariz, ni soy monárquico ni me gustaba esa bandera a la que se le cambió el escudo para que todo siguiera esencialmente igual. Y la Constitución la aprobasteis también vosotros a través de eminentes políticos catalanes a los que sólo les servís para limpiarles los zapatos. Me jode que lo que yo aprobé contra mi voluntad como el menos malo de los remedios para inaugurar un periodo de estabilidad social, vengáis vosotros a mancillarlo. Claro que hay que modificarla y si Rajoy no se sienta con vosotros -y con todos- a empezar la edificación de una España como nación de estados federales, seguiremos aguantando -todos- al añejo imperio castellano. Si Rajoy quiere tanto a España que evite imágenes internacionales de represión contra vosotros. No está mal el follón que habéis montado para que espabile Castilla pero, ¿ahora, qué? ¿Independencia con victoria pírrica y sin rigor?, ¿independencia o sometimiento del disidente? Y los de la CUP, ¿creéis en una Cataluña socialista? Irán por vosotros y por los conversos. Hagamos bien las cosas y brindemos al final con vuestro cava.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.