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¡Viva la lucha de los tripulantes pesqueros de Iquique!

Fuentes: Clase contre Clase

Al cierre de esta ediciòn (03-03-2005) se informa que los tripulantes han levantado su huelga tras obtener un importante triunfo económico prácticamente obteniendo satisfacción para sus demandas salariales originales. El viernes 25 de febrero 200 tripulantes de la empresa pesquera Camanchaca, declararon la huelga legal. Una vez más, debido a la negativa de la patronal […]

Al cierre de esta ediciòn (03-03-2005) se informa que los tripulantes han levantado su huelga tras obtener un importante triunfo económico prácticamente obteniendo satisfacción para sus demandas salariales originales. El viernes 25 de febrero 200 tripulantes de la empresa pesquera Camanchaca, declararon la huelga legal. Una vez más, debido a la negativa de la patronal de acceder a los justos reclamos de los tripulantes: un aumento del salario de $121.146 a $200.000. Hay que tener en cuenta que, según estudios independientes, la canasta familiar básica asciende a los $341.000. Junto con este justo aumento de salarios, los trabajadores reclaman un aumento del porcentaje de pesca de $252 por tonelada a $280. También, la incorporación de un asistente social para recibir las necesidades de los trabajadores y transmitírselos a la empresa. La empresa alegó que no está en condiciones financieras de acceder a las demandas de los trabajadores. ¿Es cierto? La industria pesquera ha sido uno de los sectores de mayor crecimiento y dinamismo. Sus exportaciones superaron los mil millones de dólares en el 2004. La industria del salmón, superó los 1.500 millones de dólares, ubicándose como el 2° producto de exportación detrás del cobre.

Indagar la situación específica de la empresa Camanchaca, es difícil. Parece un secreto cerrado bajo 7 llaves. Pero veamos. La empresa, después de un sacudón financiero a fines de los ’90 y principios del 2000, se ha convertido en la compañía líder del sector pesquero, con 7% de los retornos (157 millones de dólares). De estos, 50% corresponden a las exportaciones de salmón y 40% de harina y aceite de pescado. Estos datos, según el diario patronal, Estrategia, que no es precisamente un diario interesado en deformar la situación real de las empresas. Según otro diario patronal, La Tercera, Camanchaca «hoy es la mayor exportadora pesquera del país (…) por delante incluso de Corpesca, el consorcio del grupo Angelini». Más todavía: que es la segunda exportadora del país, ¡detrás de Codelco! Su flota de 23 embarcaciones, según la misma empresa en su página en internet, «es considerada una de las más importantes del litoral chileno». Sabiendo todo esto, ¿puede tener uno de los mayores exportadores del país, una de las principales empresas pesqueras del millonario negocio pesquero, problemas financieros para acceder a las justas demandas salariales de sus trabajadores? Si la empresa sigue con la falsedad de sus supuesta capacidad financiera, los trabajadores deberían comenzara exigir que se abran sus libros de contabilidad, para que los trabajadores puedan ver el fruto de su trabajo que los patrones se apropian y por eso mantienen bajo tanto secreto. Ante la cerrada negativa de la empresa a negociar con sus trabajadores tripulantes, estos se vieron obligados a hacerse escuchar. La entrada al terminal portuario fue bloqueada por barricadas, recurriendo a un tradicional método de lucha de los trabajadores, y que ya en Iquique empieza a hacer escuela. Una escuela que todos los trabajadores de Chile deben observar con atención. Una barricada, una trinchera de defensa de los derechos e intereses de los trabajadores, contra la impunidad patronal, contra su enriquecimiento a costa de sus trabajadores.

Los patrones ligados a la actividad comenzaron a aumentar sus ataques contra la justa lucha de los trabajadores. Comenzaron por interponer un recurso de amparo alegando que se vulneraba el derecho a la propiedad, para hacer intervenir a la justicia y a Carabineros. Carabineros de Iquique fueron reforzados con un contingente de Arica. Los trabajadores respondieron con una marcha, después de haber erigido su barricada. Los patrones siguieron con el intento de dividir a los trabajadores. De hecho, la empresa se niega a pagar su salario a los más de 300 trabajadores contratados de la planta, alegando que necesitan documentación que se encuentra en la empresa. Así, los patrones chantajean a los trabajadores contratados de planta jugando con el hambre al no pagarles los salarios. Dicen que se debe al bloqueo de las barricadas, al no poder acceder a su famosa documentación para pagarles. Los trabajadores, si no responden a esta situación, verán debilitada su lucha. Todos, los tripulantes y los de planta, son igualmente explotados por el abuso patronal, todos, en este caso, trabajadores de Camanchaca. Es necesario unirse. Es necesario tomar las demandas de los trabajadores de planta contratados, exigir que se los pase a planta, exigir también mejores condiciones de trabajo y de salarios. Ante la excusa de la necesidad de la documentación para cancelar los salarios, los tripulantes pueden acceder a que una delegación de los patrones ingreses a sus oficinas exclusivamente para retirar la documentación y cumplir con sus obligaciones.

Después, los patrones comenzaron a agitar el terror económico, manifestando que se afecta la imagen del puerto y por lo tanto la actividad económica y las inversiones. Es falso. Es una actividad cada vez más rentable. Aún con todas las justas luchas de los trabajadores, la carga del puerto de Iquique viene en sostenido aumento: 1.333.277 tn. En 2001, 1.552.578 millones de tn. En 2002, 1.779.744 millones de tn. En 2003. La Asociación de Industriales de Iquique requirió el apoyo del gobierno. Aunque atravesados por otro conflicto, en la Zofri, que hizo que, a diferencia de la lucha de octubre de 2004, este sector empresarial no se pronunciara hasta ahora junto al resto de los patrones contra los trabajadores, que la Asociación de Industriales interviniera, demuestra que los patrones cierran filas siempre contra los trabajadores. Los trabajadores respondieron también con su solidaridad. El Sindicato de Estibadores Marítimos, protagonista de la lucha de octubre del 2004, se solidarizó con esta lucha del Sindicato de Tripulantes Pesqueros. Sin embargo, una vez más, la CUT Provincial no se pronunció sobre esta lucha (aunque sí se solidarizó con los trabajadores de Zofri). Los tripulantes no lo lamentan, hablan sobre las «traiciones» de la CUT Provincial. El sólo hecho de que ésta ni siquiera se pronuncie habla por sí mismo. Pero es necesario detenerse a reflexionar. ¿No haría más fuerte la lucha de los trabajadores del mar unirse al resto de los trabajadores, hoy, por ejemplo a los trabajadores (no a los patrones) de la Zofri? ¿No sería mejor en vez de sólo constatar una vez más que la CUT Provincial no interviene en las luchas de los trabajadores del mar, prepararse para desplazar a esos dirigentes y pelear por recuperar la CUT para los trabajadores, que intervenga y solidarice activamente, que una a todos los trabajadores detrás de la lucha de cada uno de ellos?

Pero no sólo respondieron con la solidaridad entre sindicatos. También, amenazaron con tomarse la planta. Y se prepararon en el caso que hiciera falta pasar a los hechos. Así, hasta el momento, a cada paso de los patrones contra los trabajadores, el recurso de amparo, la preparación de la represión reforzando Carabineros, los intentos de dividir a los trabajadores, las declaraciones de terror económico, los trabajadores respondieron erigiendo barricadas, realizando movilizaciones, sellando la solidaridad entre sindicatos, y finalmente anunciando la toma de la planta. En respuesta, al cierre de esta edición, el gobierno decidió intervenir para concretar una mesa de diálogo entre los trabajadores y los patrones, que era la demanda del sindicato para que se acceda a sus justas demandas. Este anuncio amainó las agitadas aguas. Y los trabajadores se prepararon para no ser engañados una vez más. Así, exigieron las firmas de las autoridades en un documento en el que se comprometieran a garantizar la negociación que los trabajadores querían retomar. Es importante, después de tantas promesas engañosas. Pero no alcanza todavía.

El gobierno, aún en tiempo de elecciones (aunque en esta época con menos margen), siempre favorecen a los patrones. Los trabajadores deben confiar primero en sus propias fuerzas. Es necesario que no se desmovilicen hasta alcanzar sus justas demandas. Es necesario que busquen extender su fuerza, incorporando a sus demandas las de los trabajadores de la planta. Es necesario comenzar a prepararse para recuperar la CUT Provincial como una herramienta para la lucha de los trabajadores, tal vez, ahora, comenzando por exigir que se pronuncie a su favor, que prepare la solidaridad activa del resto de los trabajadores de Iquique. Si no lo hace, una vez más, su dirigencia actual deberá ser desplazada por una dirección que se oriente según esta política básica. Una vez más, con esta lucha aún desarrollándose, todos los trabajadores de Chile tenemos lecciones que sacar y aprender de las luchas de los distintos trabajadores del mar: la recuperación de los métodos de lucha propios de los trabajadores, como las barricadas, sin confiar siempre en todo momento y lugar en negociaciones permanentes y mesas de diálogo permanentes; en la solidaridad activa de los sindicatos, actuando como sindicatos por rama de hecho, sobrepasando la legalidad.