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Volver a los comienzos de la democracia

Fuentes: Rebelión

A ver si un poco de historia de los partidos políticos nos ayuda a ubicar los actuales binomios. En 1830, después de la independencia de España, siguieron gobernando y legislando los conservadores apoyados por la jerarquía católica. Conservaron los métodos de gobierno de los españoles y el pueblo siguió abandonado y explotado. Luego al final del siglo XIX, llegaron los liberales con Eloy Alfaro Delgado que lograron una transformación del país y dieron un respiro a los obreros, campesinos e indígenas.

En la década siguiente aparecieron los socialistas que disputaban su espacio en la Asamblea legislativa y las alcaldías. Por los años 1940 llega el Partido Comunista. En esa época la diferencia entre derecha e izquierda era clara. Los conservadores y los liberales se ubicaban en la parte derecha del recinto legislativo. Los socialistas y los comunistas que decían representar y defender al pueblo ecuatoriano ocupaban la parte izquierda. En ese mismo decenio -1940- hacen su aparición los populistas. Fue el tiempo del Partido Concentración de Fuerzas Populares (CFP), con su fundador Carlos Guevara Morena. También decían proteger los intereses populares, pero más bien se valían de un discurso demagógico para entrar en el club de los ricos y corruptos. Fue en los años 1950 cuando el gobierno de Estados Unidos vio que sus intereses económicos pudieran ser reducidos con posibles gobiernos socialistas y comunistas, ayudaron a las oligarquías nacionales a fomentar golpes militares en todos países, afín de imponer el sistema capitalista neoliberal que favorecía los intereses norteamericanos.

Con el retorno a la vida democrática, en Ecuador en 1979 se multiplicaron los partidos políticos para seguir dominando y enriqueciéndose, la mayoría de ellos gracias al apoyo decidido de las embajadas norteamericanas. Y cuando un presidente no era del agrado de dicha embajada, moría en algún accidente aéreo o asesinado, como fueron los casos de Jaime Roldós en Ecuador, Salvador Allende en Chile, Omar Torrijos en Panamá…

La llegada al poder de la Revolución Ciudadana con Rafael Correa provocó una nueva modalidad. Los partidos de derecha y de izquierda se mudaron en conservadores y progresistas. Los conservadores, los liberales, los populistas querían ‘conservar’ buenas relaciones con el gobierno de los Estados Unidos para proteger sus intereses económicos. Los progresistas, con Rafael Correa a la cabeza, se inspiraban en ideologías socialistas para independizarse de los Estados Unidos y de sus multinacionales, cobrar impuestos a los ricos y a las empresas extranjeras actuando en el país, hace un reparto más equitativa de la riqueza y de los bienes del país, volver gratuitos la educación y el cuidado de las salud, aumentar los sueldos más bajos, universalizar el seguro social, fomentar la integración latinoamericana…

Hoy los herederos de los partidos históricos de derecha son el PSC (Lista 6: Partido Social Cristiano- Conservador, con Jaime Nebot), CREO (Lista 21: Creando Oportunidades – Conservador, con Guillermo Lasso), PSP (lista 3: Partido Sociedad Patriótica – Populista, con Lucio Gutiérrez) se disfrazan de honradez, honestidad y responsabilidad. Y corren pedir la protección y el asesoramiento de la embajada norteamericana. Buscan consolidar y profundizar la actual organización neoliberal para aumentar sus privilegios y riquezas a costa de la marginación de una mayoría de ecuatorianos y de la explotación de los obreros y trabajadores. La aparición de un partido con candidatos evangélicos (Movimiento Ecuatoriano Unido, lista 19, con el pastor brasileño Gerson Almeida) no cambia el panorama nacional. Pues hay que recordar que los evangélicos vinieron al país incitados por el gobierno norteamericano para combatir la teología de la liberación y contrarrestar nuestra independencia frente al neoliberalismo y al imperialismo gringo.

El único partido que no entra en esta dinámica de traición y sumisión es la Revolución ciudadana (en alianza con la lista 1: Centro Democrática de Jimmy Jairala, con Rafael Correa y Andrés Araúz, candidato a presidente. Tiene el apoyo de disidentes de unos partidos progresistas como Pachakutik (lista 18), Partido Socialista (lista 17: PSE). Apoyan también a la Revolución Ciudadana distintas organizaciones sociales, principalmente de Quito, Guayaquil y Cuenca, relacionadas algunas con el Partido Comunista, que participaron en el levantamiento de octubre del año pasado. Los demás binomios son de derecha o populistas, alineados con el neoliberalismo y el imperialismo norteamericano. Mirando la situación de esta manera las 2 alternativas son claras y definidas: con el neoliberalismo y el imperialismo estadounidense o contra ellos. O continuamos peores o confirmamos nuestra votación del año 2017 cuando elegimos a Lenín Moreno como continuador de las Revolución Ciudadana, quien desgraciadamente nos traicionó.

Los cristianos volvemos a escuchar y seguir las orientaciones bíblicas. El primer Salmo es esclarecedor: “¡Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados, ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones!… Es como árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde… porque Dios cuida el camino de los justos y acaba con el sendero de los malos.”