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Volveremos a ver otras estampidas de cobardes como en Vietnam

Fuentes: Rebelión

Con la misma concepción arbitraria de siempre, el imperio norteamericano y todos sus cómplices, hoy continúa agrediendo militarmente a Irak, Afganistán, Libia y apoyando descaradamente a grupos opositores en otras naciones, en su aspiración de socavar y hasta derrocar a gobiernos que no son sus seguros servidores. Todos los hechos de hoy, son una copia […]

Con la misma concepción arbitraria de siempre, el imperio norteamericano y todos sus cómplices, hoy continúa agrediendo militarmente a Irak, Afganistán, Libia y apoyando descaradamente a grupos opositores en otras naciones, en su aspiración de socavar y hasta derrocar a gobiernos que no son sus seguros servidores.

Todos los hechos de hoy, son una copia fiel más refinada tecnológicamente que lo que hicieron cobardemente en Vietnam, durante todo el tiempo en que cambiaron la topografía del terreno de ese país, como consecuencia de los bombardeos indiscriminados, segando así la vida de millones de seres humanos, devastando con sus bombas incendiarias y toneladas de plomo casi toda la naturaleza de esa Nación.(hasta esa época este acto criminal de los gringos, fue catalogado como el «conflicto más sanguinario» después de la Segunda Guerra Mundial).

Cuando sintieron que serian derrotados por un pueblo digno y valiente que sabía que era lo que defendía, y las tropas invasoras cobardemente atacando desde el aire principalmente, no sabían por que estaban tan lejos de su país, y para calmar sus angustias, muchos tuvieron que recurrir a la droga para esconder el trauma de su cobardía.

Los perdedores forzaron un acuerdo de paz el año 1973 en París, pero el conflicto sólo se terminó tras la ofensiva final con la toma de Saigón en el año 1975. Así se decretó la última etapa de la guerra, con la rendición incondicional y la estampida cobarde como la vio el mundo en vivo y directo de los títeres sudvietnamitas y sus amos norteamericanos, incluida España con su «misión medica» y las tropas de otros países.

Es así, con esa lección de ejemplo y valor de pueblos que luchan, por su autodeterminación y dignidad nacional, y con la conducción del gobierno comunista de Vietnam del Norte, se unifica la nación triunfante con el nombre de República Socialista de Vietnam, el 2 de julio del año 1976.

El llamado síndrome de Vietnam, los seguirá persiguiendo a los invasores y sus cómplices hasta su tumba, no sólo con los miles de enfermos mentales en sus tropas, que con el sentido de culpa, siguen pululando en hospitales, y son asesinos potenciales en las calles y en sus hogares, sin contar sus muertos e inválidos que también le va costando sus aventuras criminales, así mismo les pesará igualmente en la conciencia del pueblo norteamericano por permitir, la reincidencia criminal de sus gobernantes.

Estas guerras que construye, cultiva y fomenta el capitalismo mundial, como forma de reciclar el sistema capitalista, simplemente son una fábrica de muerte, miseria y desolación.

Los EEUU están perdiendo las guerras en Irak, Afganistán, y si se aventuran a invadir vía terrestre a Libia o algunas otras naciones que están en su hoja de ruta criminal, es casi seguro que veremos más temprano que tarde, tres o más estampidas de cobardes, como les sucedió en Vietnam.

El mundo tiene que insistir para que todo esto se detenga y se acabe, y la mejor manera, es luchar en contra del sistema que fabrica esta manera criminal de vivir y morir, el sistema capitalista mundial.

José Justiniano Lijerón ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.