El voto dominicano en Ginebra será a favor de Cuba. Cuando se celebraron los juegos panamericanos en la era de Balaguer, los equipos cubanos recibieron más apoyo del público que los mismos equipos dominicanos en cualquier justa, y las mejores victorias, mas saboreadas fueron aquellas de Cuba contra los gringos, inolvidables. Balaguer en sus últimos […]
El voto dominicano en Ginebra será a favor de Cuba.
Cuando se celebraron los juegos panamericanos en la era de Balaguer, los equipos cubanos recibieron más apoyo del público que los mismos equipos dominicanos en cualquier justa, y las mejores victorias, mas saboreadas fueron aquellas de Cuba contra los gringos, inolvidables.
Balaguer en sus últimos años reconoció que en Cuba las cosas no eran como las mentía la embajada Americana, aunque en la práctica él hacía lo contrario de lo que se hacía en la isla cocodrílica, pura maniobra del zorro manipulador que fue. De hecho él nunca estableció relaciones con los cubanos.
Cuando el PRD llegó al poder con Antonio Guzman, este tampoco lo hizo, ni mucho menos Salvador Jorge Blanco, quien ganó gracias al voto de la izquierda para frenar a Balaguer, a pesar de la presencia de Peña Gomez y de tantos autoproclamados revolucionarios.
Leonel que llegó al poder gracias al apoyo de Balaguer sí estableció relaciones diplomáticas, no por Balaguer, sino por Bosch, por la tradición de acercamiento de este con Fidel y su pueblo. En ese gobierno de 1996 al 2000, Fidel visitó el país y pudo realizar la promesa de construir en Baní la escuela que había prometido en honor a Máximo Gomez,y que Balaguer rechazó por temor a que las ideas comunistas penetraran nuestro territorio.
Cuando Hipólito Mejía estuvo en el poder del 2000 al 2004 la embajada continuó abierta porque no podían hacer otra cosa. A pesar de ser el PRD el partido que enfrentó, junto al pueblo y la izquierda de entonces, a los gringos en la invasión del 1965, fue este partido el más colaborador en todas esas manipulaciones que hacen los gringos : envío de guardias a Irak, ejercicios militares aquí, y el colmo de los colmos, el voto en Ginebra contra Cuba, un voto ridículo, parecido al de las Islas Marshall que cada año vota junto a Israel a favor del bloqueo Aquí hay que decir algo interesante y es que mientras el Dr. Hugo Tolentino, canciller de relaciones exteriores(PRD), renunciaba por considerar que RD debió asumir la posición de Francia y Alemania en el conflicto de Irak cuando Hipólito decidió apoyar a Bush; en Cuba, el embajador dominicano Cocuyo Baez no dijo ni pío y continuó en el cargo. Precisamente Cocuyo antiguo dirigente de izquierda, con lo que se demostró que no era de izquierda na, como muchos que hoy militan en la derecha.
Hoy día, a pesar de la presión que pueda ejercer Bush, Condolencia, o Noriega, a pesar de la presencia del FMI y a pesar de Hertell, el gobernador de la embajada, a pesar de que todo pueda endulzarse con sirope de maiz, no pueden hacer que Leonel los apoye, porque el PLD, que es el partido de Leonel es el partido de Bosch, un partido que siempre ha admirado a Cuba y sus logros; pero por encima de eso, el Pueblo dominicano apoya a Cuba.
Porque para juzgar a Cuba en materia de derechos humanos habría que ver como están estos en el patio trasero, con 150 muertos recientes en la cárcel de Higuey, sin contar con la superpoblación de todas las otras; con un promedio de 150 muertos por mes (datos de El Nacional) por violencia y por el gatillo alegre de la policía, precisamente en un país donde no existe la pena de muerte; en un país donde todavía se imparte docencia bajo árboles, donde cada semana hay una huelga de médicos (con razón o sin ella), donde la diversión, pongamos el caso del juego de pelota, para disfrutarlo hay que verlo entuertao ya que hay que dejar un ojo en la taquilla; un país donde cada semana atrapan decenas de pequeñas embarcaciones tratando de escaparse de esta realidad. Muchas de estas no llegan mas que a los estómagos hambrientos de los tiburones que rodean la isla; un país en el que la mujer es víctima cotidianamente de los abusos a los que no nos acostumbramos; un país donde se le acaba de reducir la pena de 30 años por la de 15 a los culpables del asesinato de Orlando Martinez, aunque hipócritamente se haya bautizado uno de los salones del palacio de gobierno con su nombre; un país acosado por los narcotraficantes, por la presencia de miles de expresos de cárceles gringas. Entonces por lógica y por verguenza, el voto dominicano no puede ser contra Cuba.