Las épocas actuales son notablemente distintas a las del siglo pasado, reflejando cambios profundos en la sociedad, la política y la economía. Es crucial analizar estos aspectos para comprender mejor el mundo en el que vivimos. La presencia y el impacto de la extrema derecha son fenómenos destacados en el panorama contemporáneo. Aunque es difícil sintetizarlos debido a su heterogeneidad en distintos territorios. Se ha consolidado en varios países y regiones, adaptándose a las particularidades locales. Comparten elementos comunes como el nacionalismo exacerbado, el rechazo a la inmigración y la crítica a las instituciones democráticas tradicionales.
Desde Argentina, hemos sido testigos de un resurgimiento de movimientos de extrema derecha que han encontrado eco en ciertos sectores de la población debido a las crisis económicas recurrentes y al descontento con las políticas tradicionales. Esta tendencia refleja una realidad más amplia, donde las inseguridades y frustraciones sociales son capitalizadas por líderes que promueven discursos polarizantes y simplistas. Las épocas actuales presentan características únicas y complejas, marcadas por la influencia creciente de la extrema derecha y la diversificación del poder.
Comprender estos fenómenos es esencial para navegar y actuar en el presente. Lo intentaremos. Pero antes diferenciaremos entre los movimientos sociales neoliberales y los de extrema derecha. Los neoliberales suelen enfocarse en políticas económicas de libre mercado, privatización y reducción del gasto público; los de extrema derecha tienden a promover nacionalismo, proteccionismo y, a menudo, políticas autoritarias. Los neoliberales buscan maximizar la eficiencia económica y reducir la intervención del Estado en la economía. Los de extrema derecha pueden, además, buscar preservar la identidad cultural y nacional, a menudo a través de políticas antiinmigración y medidas de seguridad nacional. Los neoliberales suelen utilizar un lenguaje técnico y económico, mientras que los de extrema derecha utilizan una retórica emocional y nacionalista, apelando a los miedos y descontentos de la población. Los neoliberales suelen tener apoyo de sectores empresariales y de la élite económica; los de extrema derecha suelen atraer a personas descontentas con el sistema político y económico actual, incluyendo a trabajadores afectados por la desindustrialización y la precariedad laboral, cuyas pretensiones afectan más al individuo, no son comunitarias aunque tengan incidencia en el colectivo. Los de extrema derecha son capaces de sustentarse en políticas férreamente capitalistas neoliberales.
Del verbo To wake up, despertar
El término «woke» se ha popularizado en los últimos años para describir una postura social y política que se centra en la conciencia sobre las injusticias y desigualdades, especialmente las relacionadas con el racismo, el sexismo, la homofobia, el maltrato al medio ambiente y otras formas de discriminación.
Sus raíces se encuentran en la comunidad afroamericana, donde se utilizaba desde la década de 1960 para referirse a la conciencia sobre la injusticia racial y la necesidad de actuar para combatirla. Con el tiempo, el término «woke» se expandió para abarcar otras formas de injusticia social y se popularizó a través de movimientos sociales y el uso de hashtags como #StayWoke en las redes socialesi.
Los defensores de la cultura “woke” se caracterizan por estar informados y preocupados por los problemas sociales y políticos, buscando garantizar conciencia sobre ellos. El movimiento se centra en la lucha por la justicia social y la igualdad, buscando desafiar las estructuras de poder y las normas sociales que perpetúan la discriminación y la opresión. Se reconoce que las diferentes formas de opresión están interconectadas y se abordan de manera integral. El movimiento “woke” se manifiesta a través de diversas formas de activismo, como protestas, campañas en redes sociales, boicots y el apoyo a organizaciones que trabajan por la justicia social.
El término «woke» también se utiliza de manera despectiva por sectores conservadores para criticar a personas o ideas progresistas, asociándolo con extremismo o «pensamiento políticamente correcto».
El historiador italiano Steven Forti, si bien no se pliega a dicho uso, puede afirmarse que lo asume de manera crítica. Para él, la creciente desigualdad y la pérdida de confianza en los partidos tradicionales han permitido el auge de figuras políticas que prometen recuperar el orden y la estabilidad, aunque a costa de los principios democráticos. Propone el concepto de extrema derecha 2.0, un movimiento adaptado a la era digital, capaz de movilizar emociones, manipular la agenda pública para difundir desinformación y teorías conspirativas. La sensación de incertidumbre y desprotección ha convertido a amplios sectores de la población en terreno fértil para discursos populistas que prometen recuperar el control y restaurar un orden perdido. Este sentimiento de frustración no se traduce únicamente en abstención o desafección política, sino en el apoyo creciente a opciones autoritariasii.
La extrema derecha a menudo se asocia a una especie de religiosidad dogmática. Este fenómeno puede observarse en varios movimientos políticos y sociales alrededor del mundo. La combinación de políticas autoritarias y creencias religiosas estrictas puede llevar a una visión del mundo muy rígida y excluyente. Así, v.gr., durante su campaña presidencial de 2024, Donald Trump ha recurrido a imágenes religiosas cristianas, caracterizando su campaña como una «cruzada justa» contra «ateos, globalistas y marxistas»iii. Javier Milei ha mostrado interés en el judaísmo y ha considerado la posibilidad de convertirse a esta religión. En varias apariciones públicas, empleó símbolos judíos como la kipáiv y aún ha insultado fuertemente al Pontífice Francisco. Jair Bolsonaro ha utilizado el nacionalismo cristiano como una parte central de su política, uniendo a católicos y evangélicos conservadores alrededor de una representación mítica del pasado de Brasil y un proyecto imaginado para su futurov.
En este contexto ubicamos la visión “woke” del presente término.
El movimiento “woke” es un fenómeno complejo con diversas interpretaciones. Si bien promueve la conciencia sobre las injusticias sociales y la lucha por la igualdad, es importante analizar cada situación y propuesta dentro de este marco para comprender el mismo.
La implementación neoconservadora del término «woke» se caracteriza por emplearlo de forma despectiva para desacreditar ideas, políticas o movimientos progresistasvi. En lugar de centrarse en un debate sustantivo sobre temas específicos, se utiliza «woke» como una etiqueta amplia para agrupar y descalificar cualquier cosa que se considere «demasiado» liberal o que desafíe el statu quo conservador.
Se engloban diversas causas progresistas bajo el paraguas de «woke», sin distinguir matices ni diferencias entre ellas. Se simplifican debates complejos, reduciéndolos a una dicotomía entre «woke» y «no woke». Se carga el término con connotaciones negativas, asociándolo con extremismo, censura («cultura de la cancelación»), corrección política excesiva y pérdida de valores tradicionales. Se emplea para exacerbar la polarización política, creando una división entre «nosotros» (los conservadores) y «ellos» (los «woke»), fomentando la hostilidad y el rechazo hacia cualquier postura que se considere progresista. Al centrarse en el término «woke» como un enemigo a combatir, se desvía la atención de debates políticos y sociales más profundos y complejos. Políticos y comentaristas conservadores aprovechan el término para movilizar a su base electoral, apelando a sentimientos de rechazo hacia cambios sociales y culturales.
Así, por ejemplo:
Criticar políticas de inclusión y diversidad en empresas o instituciones educativas, incriminándolas de ser «woke» y de promover una «discriminación inversa». Atacar iniciativas para visibilizar y proteger los derechos de la comunidad LGBTQ+, tildándolas de «ideología woke» que busca «adoctrinar» a los niños. Descalificar movimientos sociales que luchan contra el racismo o la discriminación de género, acusándolos de ser «woke» y de promover la «victimización». Criticar expresiones artísticas o culturales que abordan temas sociales o políticos desde una perspectiva progresista, acusándolas de ser «propaganda woke». Descalificar toda lucha por un ambiente que promueva el “buen vivir” como “woke”. De tal manera:
La utilización peyorativa de «woke» imposibilita el debate constructivo sobre temas importantes, al descalificar posturas sin argumentar. Contribuye a la polarización política y social, al crear divisiones artificiales y fomentar la hostilidad entre diferentes grupos. Busca deslegitimar luchas por la justicia social y la igualdad, presentándolas como «excesos» o «radicalismos».
La utilización neoconservadora del término «woke» es una estrategia discursiva que busca descalificar y deslegitimar ideas y movimientos progresistas, implosionando polarización y dificultando el debate público.
Se popularizó a partir de los últimos años, en particular con el discurso inaugural de la presidencia de Donald Trumpvii. Y en Argentina con la reciente mimetización de Javier Mileiviii con Trump y una consideración insultante hacia quienes los considera asíix.
Veamos que en sus orígenes, ni el liberalismo económico ni el político, salvadas las distancias, consideran algo diferente a la llamada igualdad. De aquí, muy brevemente la posición de Adam Smith y Jean Jacques Rousseau contraponiéndola a la de Karl Marx.
En su libro “Teoría de los Sentimientos Morales” (1759), Adam Smith no abogaba por la igualdad económica ni por la distribución igualitaria de los bienes materiales. En cambio, defendía la igualdad moral de los seres humanos, es decir, que todos los seres humanos son moralmente iguales, sin importar sus diferenciasx, xi.
Jean Jacques Rousseau, a su vez, con quien se origina el liberalismo político, en su texto “El Contrato Social” (1762), sostiene, en parte, que el cambio climático, en tanto no depende del hombre, lo impulsa por necesidad a vivir en sociedad, y lo conlleva a males peores, pues surgen de la propiedad privada, de su apropiación, de la excesiva ambición de unos pocos y la envidia de otros, de la mayoríaxii.
Carlos Marx no trabaja bajo el parámetro de la igualdad o desigualdad, más allá del error en el que incurren hasta los llamados marxistas, que así lo afirman. Dicho parámetro es del orden burgués. En la «Crítica del Programa de Gotha» de 1875xiii, Marx no niega el principio de la igualdad en sí mismo, sino que realiza una crítica profunda a la concepción burguesa y abstracta de la igualdad que se plasmaba en el programa del Partido Obrero Alemán (luego se convertiría en el Partido Socialdemócrata Alemán). Marx argumenta que la igualdad, tal como se planteaba en el programa, ignoraba las diferencias reales entre las personas y las condiciones materiales de existencia, lo que llevaba a una concepción meramente formal burguesa de la justicia social.
Puntos clave de la crítica de Marx a la concepción de igualdad en el Programa de Gotha:
- Principio de «a cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades»: Marx propone este principio como una idea comunista superior a la concepción burguesa de la igualdad. Implica que cada persona contribuya a la sociedad según sus capacidades y reciba de ella según sus necesidades, superando la lógica del intercambio equivalente y la distribución basada en el trabajo realizado.
- Crítica a la distribución «equitativa» del producto del trabajo: Marx critica la idea de que el producto del trabajo debe distribuirse «íntegramente» entre todos los miembros de la sociedad con «igual derecho». Argumenta que esto ignora las necesidades de la reproducción social y las diferencias en las capacidades y necesidades de las personas.
La «Crítica del Programa de Gotha» es un texto fundamental para comprender la concepción marxista de la igualdad, su crítica al socialismo utópico y a las concepciones burguesas de la justicia social.
El progresismo de los últimos años, carente de meta histórica, conlleva a un individualismo, donde la tan proclamada “inclusión” se revierte en una especie de clausura de horizontes esperanzadores, se trastoca en “exclusión” para la mayor parte de los seres humanos. Actualmente las clases trabajadoras latinoamericanas no visualizan su liberación como resultado necesario e inmediato de una ruptura con el orden económico vigente, aunque ello no implique que se hayan transformado en aliadas de un proyecto que se revela globalmente cada vez más concentrador de riqueza y autoritario a escala mundial.
Así, aparece el tecnofeudalismo, concepto acuñado por el economista griego Yanis Varoufakisxiv, para quien las grandes corporaciones tecnológicas, como Google, Amazon y Facebook, asumen un papel similar al de los señores feudales del pasado. El poder y la riqueza están dominados por un reducido grupo de magnates dueños de las principales plataformas del sector digital, que promueven una estructura autoritaria en la que las corporaciones tecnológicas se convierten en los nuevos “señores feudales”xv, promoviendo el capitalismo financiero especulativo al centralizar el capital y crear burbujas financieras en la economía globalxvi.
El capitalismo financiero, más de lo que fue en el pasado, no se limita a la explotación y desvalorización creciente del mundo del trabajo. Se revela igualmente racista, misógino, xenófobo, antimulticultural y oscurantistaxvii, tiende a un odio que se vuelve viral, desde el que no se construye. Y para las grandes masas poblacionales el mercado se apodera de “sí mismo”, pues el Estado apunta a ser reemplazado, en la medida de lo posible, por el “emprendedurismo”, donde cada uno se encamina a ser empresario de sí mismo.
En este contexto económico aparece un fascismo similar al de los años treinta del siglo veinte, pero también diferente. En general, hoy propende a ser nacionalista exacerbado y autoritario, genera sus comunicaciones y propaganda en las llamadas “redes sociales”xviii. Es anticomunista a la criolla, pues se aleja de los parámetros interpretativos de aquella corriente, sin interesarle académicamente la misma, alejándose de su racionalidad crítica.
El común de sus electores, en procesos democráticos, cuya formalidad puede mantenerse, se encuentra subyugado por las consignas capitalistas neoliberales que enarbola, más allá del bienestar de la población, por las proclamas conservadoras a las que adhiere, por “cuidar” el escasísimo poder ser sí mismo de modo individualista, hedonista, fragmentado socialmente, en una tónica antiprogresista, como más arriba señalamos, dentro de un espectro anti inmigratorio, donde se identifica inseguridad con miedo, en un mundo de alta tecnología distópica con inteligencia artificial. De ahí las consecuentes “políticas de miedo”.
A las “políticas de miedo” resulta muy funcional las redes que incentiven el odio, y de ahí el propio enclaustramiento desde las tensiones generadas de manera reaccionaria, donde se conjugan ceguera ecológica y clausura política, al decir de Svampa, Maristella y Viale, Enrique (2025)xix. Para Rousseau en el Contrato Social, etapa “pre-social”, el cambio climático, que condiciona la existencia de las relaciones sociales, no dependen del ser humano; en la actualidad son una horripilante producción histórica, ya que la misma era del calentamiento global ha terminado, ha llegado la era de la ebullición global, al decir de Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidasxx.
Notas:
i https://www.bbc.com/mundo/noticias-63465024
ii Forti, Steven. 2024. “La democracia en extinción.” Reseña. https://www.infobae.com/cultura/2025/01/28/la-democracia-sera-reemplazada-por-autocracias-electorales-como-la-extrema-derecha-esta-desmantelando-el-sistema-desde-dentro (fecha de lectura: 29 de enero de 2025)
iii https://en.wikipedia.org/wiki/Donald_Trump_and_religion (fecha de lectura: 1ª De febrero de 2025)
iv https://www.diariodemexico.com/mundo/en-que-cree-javier-milei-estas-son-las-creencias-religiosas-del-presidente-electo-de (fecha de lectura: 2 de febrero de 2025)
v https://www.christiancentury.org/article/critical-essay/christian-nationalism-thriving-bolsonaro-s-brazil (fecha de lectura: 2 de febrero de 2025)
vi https://www.infobae.com/politica/2025/01/23/que-es-la-ideologia-woke-que-critico-javier-milei-y-que-tambien-rechazan-elon-musk-y-donald-trump/ (fecha de lectura 25 de enero de 2025)
vii Dentro de un sesgo crítico a la globalización, sustentado en la incidencia de la inmigración, el nacionalismo y el proteccionismo, más allá de las particularidades locales (EE.UU., el Reino Unido, Hungría, Polonia, Italia, India, etc.), hay diferentes perspectivas en las que Argentina no cabe sin más. O sea, hay heterogeneidad.
viii https://defonline.com.ar/internacionales/milei-en-davos-del-discurso-anti-woke-y-su-relacion-con-trump-a-las-posibles-inversiones-para-argentina/ (fecha de lectura: 23 de enero de 2025)
ix https://www.lanacion.com.ar/politica/que-es-el-wokismo-por-que-milei-lo-critica-y-quienes-fueron-los-primeros-en-hablar-de-este-fenomeno-nid23012025/ (fecha de lectura: 23 de enero de 2025)
x Fleischacker, Samuel. (2006) “Adam Smith y la igualdad.” https://biblat.unam.mx/hevila/EstudiospublicosSantiago/2006/no104/2.pdf
xi Smith, Adam. “Teoría de los sentimientos morales.” https://jeffersonamericas.org/wp-content/uploads/2020/08/Smith-Adam-La-teoria-de-los-sentimientos-morales-6181-r1.0.pdf
xii Rousseau, Jean J. (2017). “El contrato social.” México. Partido de la Revolución Democrática. Primera parte.
xiii Marx, Karl.“Crítica al programa de Gotha“(1979) . Kritik des Gothaer Programms es un documento basado en una carta de Karl Marx escrita a principios de mayo de 1875 al Partido Obrero Socialdemócrata de Alemania, con el que Marx y Friedrich Engels mantenían una estrecha colaboración. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/critica-al-programa-de-gotha.htm
xiv https://www.newtral.es/que-es-tecnofeudalismo/20250124/
xv Ibidem.
xvi https://lacartita.com/tecnofeudalismo-el-sistema-que-redefine-el-poder-y-amenaza-la-democracia/
xvii García, Aurelio Marco. (sin fecha) “Retomar el ciclo progresista.” Le Monde Diplomatique, edición Cono Sur. https://www.eldiplo.org/notas-web/retomar-el-ciclo-progresista/ (fecha de lectura: 25 enero 2025)
xviii En el caso argentino de Milei, su triunfo en la segunda vuelta en Argentina, fue logrado sin las clásicas campañas electorales con la presencia de algún candidato. Digamos, las campañas se realizaron sin la consiguiente presencia física del interesado, solamente de modo virtual.
xix Svampa, Maristella y Viale, Enrique (2025). “De la ceguera ecológica a la indignación colectiva.” Buenos Aires. Con-texto. https://www.con-texto.com.ar/?p=3907 (fecha de lectura: 5 de febrero de 2025)
xx Guterres, Antonio (2023). “Palabras de apertura del Secretario General en la conferencia de prensa sobre el clima.” https://www.un.org/sg/en/content/sg/speeches/2023-07-27/secretary-generals-opening-remarks-press-conference-climate (fecha de lectura: 21/09/2024)
Bibliografía
- Fleischacker, Samuel. (2006) “Adam Smith y la igualdad.” https://biblat.unam.mx/hevila/EstudiospublicosSantiago/2006/no104/2.pdf
- Forti, Steven (2024. “La democracia en extinción.” Reseña. https://www.infobae.com/cultura/2025/01/28/la-democracia-sera-reemplazada-por-autocracias-electorales-como-la-extrema-derecha-esta-desmantelando-el-sistema-desde-dentro (fecha de lectura: 29 de enero de 2025)
- García, Aurelio Marco. (sin fecha) “Retomar el ciclo progresista.” Le Monde Diplomatique, edición Cono Sur. https://www.eldiplo.org/notas-web/retomar-el-ciclo-progresista/ (fecha de lectura: 25 enero 2025)
- Guterres, Antonio (2023). “Palabras de apertura del Secretario General en la conferencia de prensa sobre el clima.” https://www.un.org/sg/en/content/sg/speeches/2023-07-27/secretary-generals-opening-remarks-press-conference-climate (fecha de lectura: 21/09/2024)
- Marx, Karl.“Crítica al programa de Gotha“(1979) . Kritik des Gothaer Programms. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/critica-al-programa-de-gotha.htm
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- Smith, Adam. “Teoría de los sentimientos morales.” https://jeffersonamericas.org/wp-content/uploads/2020/08/Smith-Adam-La-teoria-de-los-sentimientos-morales-6181-r1.0.pdf
- Svampa, Maristella y Viale, Enrique (2025). “De la ceguera ecológica a la indignación colectiva.” Buenos Aires. Con-texto. https://www.con-texto.com.ar/?p=3907 (fecha de lectura: 5 de febrero de 2025)
Otras fuentes de información:
Wikipedia. (n.d.). Donald Trump and religion. Febrero 15, 2025, de https://en.wikipedia.org/wiki/Donald_Trump_and_religion
Diario de México. (n.d.). ¿En qué cree Javier Milei? Estas son las creencias religiosas del presidente electo de. Febrero 15, 2025, de https://www.diariodemexico.com/mundo/en-que-cree-javier-milei-estas-son-las-creencias-religiosas-del-presidente-electo-de
Christian Century. (n.d.). Christian nationalism thriving in Bolsonaro’s Brazil. Febrero 15, 2025, de https://www.christiancentury.org/article/critical-essay/christian-nationalism-thriving-bolsonaro-s-brazil
Infobae. (2025, Enero 23). ¿Qué es la ideología ‘woke’ que criticó Javier Milei y que también rechazan Elon Musk y Donald Trump? Febrero 15, 2025, de https://www.infobae.com/politica/2025/01/23/que-es-la-ideologia-woke-que-critico-javier-milei-y-que-tambien-rechazan-elon-musk-y-donald-trump/
DEF Online. (n.d.). Milei en Davos: del discurso anti ‘woke’ y su relación con Trump a las posibles inversiones para Argentina. Febrero 15, 2025, de https://defonline.com.ar/internacionales/milei-en-davos-del-discurso-anti-woke-y-su-relacion-con-trump-a-las-posibles-inversiones-para-argentina/
La Nación. (2025, Enero 23). ¿Qué es el ‘wokismo’, por qué Milei lo critica y quiénes fueron los primeros en hablar de este fenómeno? Enero 15, 2025, de https://www.lanacion.com.ar/politica/que-es-el-wokismo-por-que-milei-lo-critica-y-quienes-fueron-los-primeros-en-hablar-de-este-fenomeno-nid23012025
La Cartita. (n.d.). Tecnofeudalismo: el sistema que redefine el poder y amenaza la democracia. Febrero 15, 2025, de https://lacartita.com/tecnofeudalismo-el-sistema-que-redefine-el-poder-y-amenaza-la-democracia/
Newtral. (2025, Enero 24). ¿Qué es tecnofeudalismo? Febrero 15, 2025, de https://www.newtral.es/que-es-tecnofeudalismo/20250124/
Miguel Andrés Brenner. IICE. Facultad de Filosofía y Letras. UBA
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.