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¡Asilo a Julián Conrado!

12 de octubre: 519 años del inicio del genocidio descomunal, estamos con los que luchan

Fuentes: Rebelión

Imagen: Rubén

12 de octubre 2011, se cumplen 519 años del inicio del mayor genocidio de la historia de la humanidad.

519 años desde la invasión del continente que hoy se conoce con el nombre de «América» por parte de los europeos, una invasión genocida que asesinó en escasos años a más del 90% de la población continental, y que luego implementó el secuestro, tortura, deportación, mercantilización y esclavitud de millones de habitantes del continente africano para que trabajaran en la extracción y producción en el continente americano, ocupado a sangre y fuego.

Es en base a este genocidio de dimensiones inusitadas que Europa asentó su supremacía en el Orbe: tenemos claro que no es una supremacía que se deba a que «la cultura europea es superior» u otras falacias cínicas -como lo vende la propaganda eurocéntrica, y que gustan repetir fascistas declarados y fascistas no confesos- sino que es una supremacía que asentaron en base a una violencia y terror sistemático y totalmente descarnado contra los otros grupos humanos.

En efecto, es en base al genocidio de millones de habitantes del continente americano y en base a la deportación y trabajo esclavo de la mano de obra africana, que el gran capital europeo obtuvo la mayor acumulación de capital jamás vista en la historia, hecho sin precedentes que les permitió impulsar la revolución industrial y los mecanismos de sojuzgamiento venideros que conocemos hasta hoy.

Eduardo Galeano recuerda en su obra «Las Venas Abiertas de América Latina», que la extracción de plata de la mina de Potosí con un costo nulo para los europeos, dado que la mano de obra trabajaba en una modalidad de esclavitud, le reportó a Europa unas ganancias faraminosas cuyo volumen en Plata alcanzaba y sobraba para construir un puente de plata entre América y Europa (el volumen de pirateo de los europeos que dió origen a esta pertinente figura de Galeano es verificable en escrituras de lo que entró al puerto de Cádiz, cuyos registros se hallan hoy en Sevilla).

El indígena que trabajaba en la mina de Potosí tenía una esperanza de vida de dos a tres meses en promedio desde que empezaba a trabajar en la mina, luego de ese lapso esclavizado y succionado fallecía y los invasores-explotadores lo reemplazaban por otro indígena esclavizado.

Asimismo la mina de Ouro Preto en Brasil se tragó la vida de millones de africanos y les reportó a los invasores capitales que serían decisivos para su auge (recordemos el endeudamiento de la corona española y portuguesa con banqueros alemanes, holandeses, ingleses… y cómo éstos cobraron jugosamente esas deudas que los países ibéricos habían contraído para sus criminales «guerras santas»).

La deportación y comercio con seres humanos también está a la base de las más grandes fortunas europeas: navieros y esclavistas franceses, británicos, holandeses, catalanes, etc… se hicieron inmensas fortunas en base a cazar y deportar seres humanos, separar a los niños de sus madres, cortar manos y pies de «esclavos rebeldes», etc, etc

Asimismo, el gran capital británico en Europa y la élite colonial británica (que es la que perdura hasta hoy) en Estados Unidos, acumuló capitales faraminosos en base al genocidio y al trabajo esclavo de africanos torturados, deportados y tratados como bestias de carga. Estados Unidos llegó a producir el 75% del algodón que se consumía a nivel mundial y la «plusvalía» que ganaba con el algodón era inconmensurable, dado que la mano de obra era esclava.

La actual situación de dominación que sufren los pueblos de América, África, y Asia se debe a una historia colonial y al genocidio y acumulación de capital del cual se han beneficiado las grandes fortunas europeas. Es por eso que muchos pueblos decimos que luchamos por la segunda y definitiva independencia; es el caso del pueblo colombiano, cuya independencia fue truncada y frustrada hábilmente por los capitalistas asesinando a Bolívar y potenciando a las élites descendientes del genocida implante colonial en el país.

Los países de América Latina son países ricos pero empobrecidos por un saqueo neo-colonial profundizado día a día en la neo-conquista del multinacionales cuyos propietarios radican en aquellos países enriquecidos… Países enriquecidos en base al sufrimiento largo, que además tienen el descaro abyecto de autoproclamarse ellos «desarrollados» y de designar a los que son por ellos saqueados como «subdesarrollados», imponiéndonos con esa nefasta terminología un concepto de «desarrollo» depredador del medio ambiente y de la humanidad

¡Cómo si fuera «desarrollo» una sociedad como la europea o estadounidense carcomida por el individualismo, la drogadicción, la soberbia, el racismo, la mediocridad, una sociedad que parasita al planeta, un «ejemplo de desarrollo» que produce el 80% de los desechos del planeta, cuando esos países no representan sino una minoría del planeta! Sociedades que depredan a los demás continentes y que se comen a sus propios hijos, porque los ciudadanos europeos que no son parte de la élite oligárquica también están siendo explotados hasta la médula por el sistema capitalista que les quita sus casas, los exprime en jornadas laborales cada vez más largas, con cada vez menos inversión social por parte de estados que protejen al gran capital y no a los ciudadanos… Hoy los ciudadanos europeos y estadounidenses también están probando la realidad del sistema capitalista, que por tantos años muchos no querían ver, acunados por un «Estado de Bienestar» y anestesiados por un parasitario ultra-consumismo que conseguían en base a guerras y genocidios en todo el Orbe. Pero hoy el gran capital empieza a roer también sus vidas de manera cada vez más evidente. Ni el genocidio y saqueo contra Irak, Afganistán, Colombia, El Congo, Libia, etc… (países que viven el paroxismo del horror capitalista de las guerras por saqueo), logra ya saciar las ansias acumulativas del Gran Capital. Los ciudadanos europeos y estadounidenses son cada día más esclavizados aunque todavía no son explotados al extremo en que lo son los inmigrantes africanos, latinoamericanos o asiáticos en Europa o EEUU, los cuáles son tratados como esclavos modernos, tildados de «ilegales» o «sin papeles», cuando ni en Europa ni en Estados Unidos piden «papeles» o visados a las inmensas riquezas provenientes de los países saqueados… provenientes de esos mismos países en que habitaban los humanos condenados a migrar por saqueo y empobrecimiento. Como decimos: «la UE quiere succionar las riquezas, pero si las personas van dónde está el botín saqueado por Europa en base a la destrucción sus países, ahí las persiguen, las acorralan administrativamente y las esclavizan».

Desgraciadamente es hacia ese modelo de «desarrollo» excluyente y parasitista que nos siguen conduciendo las oligarquías genocidas en América Latina, Asia y África: unas oligarquías que no han podido ser tumbadas aún por las luchas populares porque gozan del apoyo militar de EEUU y la UE.

Hoy 12 de octubre 2011, a 519 años del inicio del mayor genocidio de la historia de la humanidad, a 519 años del genocidio que permitió la mayor acumulación de capital de la historia, base para definir una situación de supremacía y sojuzgamiento que impera hasta nuestros días, queremos recordar esta siniestra fecha recordando a los que luchan.

Hoy más que nunca estamos con el cantor del pueblo Julián Conrado: un cantante empujado a luchar en la clandestinidad debido a la intolerancia genocida de un régimen como el colombiano, cuyo estado sirve al Gran Capital, nacional y foráneo.

Julián Conrado es un cantor guerrillero que, debido a su grave estado de salud, se dirigió a Venezuela para descansar de la dura vida guerrillera y por la urgencia de recibir la necesaria atención médica, que por razones obvias no podía obtener en Colombia. Lastimosamente, fue detenido el 31 de mayo 2011 por un operativo conjunto de fuerzas represivas colombianas y venezolanas. Hoy está preso en Venezuela y en riesgo de ser entregado el régimen torturador de Colombia. Ya son 7 los presos políticos asesinados por el estado colombiano en los 6 primeros meses del 2011. Julián ha solicitado ASILO, y por razones políticas y humanitarias evidentes corresponde que Venezuela se lo acorde en respeto al DIH.

La entrega de Julián Conrado sería violatoria del DIH y de la propia constitución venezolana, pero pese a estos evidentes amparos legales, se teme que sea entregado porque ya hay funestos precedentes del colaboracionismo de las autoridades venezolanas con el régimen colombiano.

Recordemos que el periodista Joaquín Pérez Becerra fue entregado de manera ilegal por autoridades venezolanas al régimen colombiano en abril 2011. El periodista es sobreviviente al genocidio contra el partido opositor Unión Patriótica, partido del cual el estado colombiano asesinó a 5000 militantes. Entre las víctimas está la esposa de Joaquín Pérez Becerra.

Asimismo han sido entregadas varias decenas de personas, de perseguidos políticos, al régimen colombiano por parte de las autoridades venezolanas, violando todo el DIH y toda ética revolucionaria. Varios de ellos eran guerrilleros del ELN y de las FARC, algunos de los cuáles fueron incluso entregados heridos, lo que viola todo protocolo internacional.

Por todo lo anterior se hace un continuo y persistente llamado a las autoridades venezolanas a que respeten la ética revolucionaria, el humanismo más básico, el propio DIH y que sean coherentes con los principios que pregonan, y que por consiguiente cesen ya las deleznables entregas de perseguidos políticos a la tortura y la muerte.

En este 12 de octubre, fecha significativa en la que los pueblos conmemoramos los siglos de resistencia que llevamos desde el inicio del genocidio, queremos pedir respeto por las luchas de los pueblos y por la ética revolucionaria, sin los cuáles estamos condenados a vivir 500 años más esclavos. Recalcar que tenemos que abrir el debate de izquierda, y alzar nuestra voz contra las entregas de perseguidos políticos, por parte de un gobierno que la izquierda mundial hemos apoyado (el gobierno de Chávez): estas entregas de seres humanos de ninguna manera podemos calificarlas de «errores» al igual que los asesinados por EEUU no son «daños colaterales». En el caso de las entregas de perseguidos políticos estamos ante una política de colaboracionismo con el régimen más genocida del continente (el régimen colombiano), y ante un triste alineamiento a las políticas de EEUU de cacería humana. La reiteración e ilegalidad de las entregas evidencian que hay una política y que no son «errores» aislados. Pedimos al gobierno venezolano que cese esas entregas y colaboracionismo con un baño de sangre, y esperamos a cada instante retorne a la ética y la coherencia.