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14 puntos de Chiloé con barricadas encendidas

Fuentes: Rebelión

Desde hace ya muchos años, la Industria salmonera llegó a Chiloé para quedarse con el borde costero del mar chilote, con el mar interior y sus canales. Esta llegada transformó no sólo la estética de los mares y las playas; trasformó también la vida de las familias de Chiloé, la forma de trabajo, el tiempo, […]

Desde hace ya muchos años, la Industria salmonera llegó a Chiloé para quedarse con el borde costero del mar chilote, con el mar interior y sus canales. Esta llegada transformó no sólo la estética de los mares y las playas; trasformó también la vida de las familias de Chiloé, la forma de trabajo, el tiempo, la cultura la solidaridad, la minga , la forma de vestir, de comer, de juntarse, la forma de ser un pueblo con cultura.

Esta transformación fue acumulando toneladas y toneladas de desechos tóxicos, de nutrientes, de proteínas, de antibióticos, de tinturas, plumavit, petróleo, bolsas y más alimento para pescado.

Al cabo de 30 años el mar colapsó, desaparecieron los peces, se incubaron todo tipo de algas y microalgas, el mar subió de temperatura y se fue quedando sin oxígeno.

Hace unos cinco años atrás el biólogo Héctor Kol en un encuentro en la ciudad Castro anticipo este colapso, señalando, en esa oportunidad, que la gran contaminación que producen las salmoneras en algún momento afectara la densidad del Agua y la vida del mar.

Las autoridades chilenas de los últimos gobiernos, las autoridades locales, los representantes políticos del archipiélago de Chiloé, han promovido y alentado este tipo de desarrollo industrial. Una industria altamente contaminante que no otorga bienestar a sus trabajadores, instaurando como práctica los contratos temporales, la inestabilidad laboral, el pago de sueldos bajos y precarios.

Los dirigentes de gremios salmoneros tienen como representante a Felipe Sandoval, quien el año 2001 fue subsecretario de pesca del gobierno de Ricardo Lagos, por lo tanto es una personaje de gran influencia en el mundo político y parlamentario de la nueva mayoría.

A comienzo de este año se inició una gran contaminación de los salmones en todo el sur de Chile, contaminación producida por un boom algas nocivas. Se habla de miles de toneladas de peces muertos, los que luego entraron en proceso de descomposición en las jaulas sobrepobladas donde los mantienen.

Estos peces putrefactos y contaminados fueron botados y depositados en distintos lugares del mar de Chiloé. Dirigentes de la pesca de Dalcahue, vía Ley de transparencia han solicitado se entregue la georreferenciación de los lugares que se usaron para dejar esta mortandad, su sospecha es que esta gran contaminación es la que está provocando marea roja en las costas de Chiloé, que varen Ballenas al sur del archipiélago, al igual que machas en las playas de Cucao, trayendo consigo la muerte de innumerables aves de las costas chilenas.

Las consecuencias negativas de la contaminación del mar tienen un gran impacto en la vida de los trabajadores y las familias de Chiloé. Miles de pescadores, recolectores, macheros y mariscadores sin posibilidades de encontrar sus productos, miles de comerciantes y férianos que no tienen que comercializar, familias de recolectores que no encuentran el alimento diario en las costas y playas, el alimento y sustento diario está contaminado.

Los trabajadores del mar han exigido que el gobierno declares esta zona como una zona de catástrofe. El gobierno ofrece un bono de cien mil pesos. Las autoridades políticas sentadas en sus oficinas no comprenden lo que es para los habitantes del archipiélago de Chiloé que el mar esté contaminado, no comprenden que el mar no sólo es el lugar de trabajo, es parte fundamental de toda una cultura.

Las autoridades políticas incluidas las locales buscan apaciguar este conflicto, sin embargo lo que se siente en las calles de Chiloé es una sensación que no la aplacaran con un bono, porque ya se ha advertido que las industrias neoliberales no tren trabajo de calidad, sino sometimiento; no traen sueldos dignos, sino sueldo mínimo; no trae estabilidad laboral, sino trabajo temporal.

Por otra parte se siente el cansancio de convivir con una industria que ha contaminado y ha producido una acumulación criminal de toxinas que ha empeorado y empobrecido la vida del archipiélago, aniquilado su diversidad y hecho desaparecer especies y tipos de peces.

Cansancio de autoridades políticas que han sido financiadas con las platas de los salmoneros, que han hecho vista gorda a todo este actuar de la industria.

Es el momento de comprender que el desarrollo que ofreció el modelo neoliberal está sustentado en el desprecio de los trabajadores, del medio ambiente, del mar, de la cultura chilota.

Hoy que estamos enfrentando una crisis que afecta la vida de las personas, su trabajo, sus fuentes laborales, la alimentación, la cultura y la salud pública, es importante no quedarnos en el interés particular de cada colectividad y empujar hacia una mirada de todo el Archipiélago de Chiloé y el sur de Chile, construir nuestras propias respuestas ya que el estado y sus autoridades no han sido capaces de garantizar el bienestar para el archipiélago.

En este momento cuando son las cero horas del 4 de mayo, en 14 puntos del archipiélago hay barricadas encendidas, se están organizando ollas comunes, las comunas están paradas o funcionando a media máquina, el pueblo y los habitantes de Chiloé se han movilizado en apoyo a los trabajadores y trabajadoras del mar, se han levantado de su comodidad para defender el mar y su cultura.

Pensar en un Chiloé sin salmoneras, sin mineras, con una cultura campesina fuerte y un mar prospero para los pescadores, con educación salud pública y sin puente es nuestra tarea políticade hoy y de los próximos años sentencian al calor de las barricadas y neumáticos encendidos.

 

Desde la barricada de punta de diamantes en Castro Chiloé

Claudio Vásquez Gutiérrez / Asamblea social de Castro

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.