El año 2015 quedará marcado a fuego en la ya demasiado larga historia de tropelías y desmanes de los aprovechadores de siempre tanto a nivel nacional como internacional. En Chile la dictadura de la burguesía ha mostrado en toda su magnitud su esencia anti popular, la podredumbre moral, que sella en definitiva todos sus actos. […]
El año 2015 quedará marcado a fuego en la ya demasiado larga historia de tropelías y desmanes de los aprovechadores de siempre tanto a nivel nacional como internacional. En Chile la dictadura de la burguesía ha mostrado en toda su magnitud su esencia anti popular, la podredumbre moral, que sella en definitiva todos sus actos. En su afán de transformar todas las actividades humanas en fuente de lucro y ganancia no se detiene ante nada. Este despliegue de realidad descarnada, es una enseñanza social que el conjunto de los chilenos ha incorporado a su visión del mundo. En este sentido ha sido un año magnífico.
Ningún sector del quehacer nacional quedó libre de mostrar los desmanes de los delincuentes de cuello y corbata: Los empresarios, mostraron, cómo se coludían para estafar; cómo compraban conciencias, cómo repartían limosnas y prebendas a sus sirvientes políticos; las mujeres y hombres que han hecho de lo que ellos eufemísticamente llaman «el servicio público», no se andan con chicas: así como reciben pagos del interés privado, sirven de informantes y correas transportadoras tanto del interés empresarial como del interés imperial; los «pastores» de la iglesia mostraron todas sus llagas, póstulas y pudriciones: su más alta jerarquía se movía en los obscuros vericuetos de las más tenebrosas pasiones humanas. Entretenciones populares como el fútbol mostraron, porqué los «piñeira» [i] y sus adláteres se habían convertido en fervorosos hinchas de los clubes deportivos más populares. Descubrieron que podían meter mano a la danza de millones vía coimas y pagos brujos. Se convirtieron en los nuevos señores del emprendimiento deportivo. Las Fuerzas Armadas, supuesto bastión y «reserva moral» del país como les gusta llamarlos a una derecha que les soba el lomo para mantenerlos a su servicio, anidan verdaderas máquinas de defraudación que comprometen en sus acciones de capitán a paje. Veinte mil millones de dólares de los fondos de la ley reservada del cobre que la dictadura militar se otorgó entre el año 2000 y 2015 han servido para todo tipo de dilapidaciones que no sólo han contribuido a la compra de armamento, sino a ser repartidas en una cadena de coimas y prebendas. De las platas de todos los chilenos brota el maná para las ostentosas vidas de generales y almirantes e incluso «cabos» que son usados como «gomas». Ostentación de armamentos y fuerza para amenazar a quienes? Chile destina a gasto militar el doble de su PIB que Bolivia, casi tres veces más que Argentina y una y media vez más que Perú. [ii] A su vez gasta seis veces menos en ciencia [iii] que en gasto militar. ¿Saben los señores estrategas que la mejor defensa de un país no es el armamento sino su desarrollo científico, educacional, cultural?
Vivimos el reinado de los «vivos» [iv] . Quedó claro para el más bobo creyente en el libre mercado que este no genera bienestar sino delincuencia y concentración de la riqueza, que en definitiva no es más que la síntesis de lo primero. Todos quienes debieran velar por el interés común han sido abducidos por el capital.
Todo en el país ha sido y es engullido por la insaciable boa del interés privado.
¿Qué más quieren esperar los oprimidos, los pisoteados, los ninguneados. El refugio en el «más allá» como todas las nebulosas idealista es falso. La humanidad es una construcción de la propia humanidad, del trabajo humano.
La humanidad sólo se tiene a si misma. Los paraísos artificiales están sustentados en la imaginación en el mejor de los casos y/o lisa llanamente en la ignorancia y la estupidez. Resultan obscenas las prédicas de los pastores y pastoras televisivas enfundados en sus costosos trajes, extorsionando a sus creyentes y extrayéndoles su dinero. Estafas masivas basadas en la indefensión ideológica de la criatura oprimida.
¿Cómo hay personas que sigan sosteniendo, en recta intención, que la vocación individualista y ciega del mercado va a ser superior a la inteligencia colectiva, a la planificación científico técnica? Ese héroe de nuestro tiempo, Edward Snowden que denunció, lo que hace el imperio con las tecnologías de la comunicación para intervenir ilícitamente en la vida de miles de millones de mujeres y hombres; puso además en descubierto cómo los portentosos avances tecnológicos, usados para el mal pudieran ser incorporados con un grado de refinación impresionante, para resolver problemas de producción y distribución que resultaban imposibles hace pocos años. Obviamente no podría ser una economía basada en el despilfarro consumista sino, en una economía del bienestar y mejoramiento de la calidad de vida y de conservación de los recursos naturales.
Este nuestro pequeño y esquilmado país anonadado, por ahora, frente al accionar de los embaucadores profesionales que actúan en su nombre. Que se coluden en función de lo que llaman «amistada cívica» que realizan veraneando juntos en balnearios exclusivos. ¿Qué amistad cívica puede haber con quienes atropellan, ofenden, asesinan, humillan a millones de sus ciudadanos? ¿Qué amistad cívica con tipos que provocan el sufrimiento y la vida degradada de miles de seres humanos. Estos tipos no pueden seguir gobernando. Es necesario decir basta. Terminar con el grado de alienación reinante.
Los ilusos que piensan que las profundas ideas de los viejos revolucionarios han sido superados por una modernidad inédita están equivocados. ¿Qué tienen de nuevo, el robo, salvo las magnitudes relativas involucradas? Qué tiene de nuevo la explotación salvo las formas más o menos sofisticados que ella adopte? Debemos recuperar la capacidad de intransigencia como ya alertaba el poder popular alzado: «hemos mantenido demasiado tiempo un silencio parecido a la estupidez». [v]
En esta lucha sin cuartel contra el capital Venezuela ilumina e ilustra en forma dramática: por una parte la resistencia inclaudicable de un pueblo con conciencia de su lucha para si contra la enorme y poderosa jauría asuzada y financiada por el poder imperial. Estados Unidos declaró a Venezuela un «peligro inminente para su seguridad». ¡Qué falacia tan enorme! Aquí hay gente que impunemente sigue propalando estas ideas: son defraudadores sociales. Es claudicar pensar que derecha venezolana se someterá al dominio de las fuerzas populares o aceptará terminar definitivamente con su dictadura de clases.
Abandonar cuestiones de principios en la lucha por construir una nueva sociedad es el camino más seguro para terminar en el desastre. Pensar en la derrota del imperialismo, del capitalismo en cualquiera de las formas que adopte sólo en términos superficiales y de largo plazo es pura ilusión. Es lo que los viejos bolcheviques estigmatizaban como reformismo. El reformismo es la bancarrota de cualquier proceso revolucionario. Los revolucionarios venezolanos, que sin ninguna duda han puesto en jaque, más que nadie en los últimos tiempos al imperialismo, están pagando un alto costo. La insaciable bestia imperial no trepidará en ejercitar ningún crimen, incluso la invasión armada con todos los costos que esto pueda revertir por recuperar las reservas petroleras sitas en Venezuela. Recuérdese que Venezuela tiene las mayores reservas a nivel mundial de petróleo.
El triunfo de la derecha y de los grupos fascistas en Venezuela someterá al pueblo revolucionario de Venezuela a un baño de sangre. Su seudo vocación democrática terminó cuando comenzaron a perder las elecciones. Como sea para los hombres libres es todo junto a Venezuela libertaria. Sin vacilaciones. Para ellos también el 2015 ha sido un año magnífico de lucha y aprendizaje.
También este año vemos como los nuevos dirigentes políticos, que encabezaron las luchas estudiantiles, enfrentan la lucha política cotidiana sin vacilaciones ni claudicaciones y se convocan junto a los nuevos dirigentes sociales para un nuevo año de lucha y resistencia.
Patricio Malatrassi A. es Economista
[i] Referido a Sebastián Piñera empresario y ex presidente de Chile.
[ii] Datos del Banco Mundial.
[iii] 0,35 % PIB en ciencia; 2,2% Gasto Militar. Banco Mundial.
[iv] Los delincuentes habituales clasifican a la sociedad en los «vivos» que son ellos y los «giles» que son los demás y a cuya expensa viven.
[v] Citado en «Las venas abiertas de América Latina».
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.