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230 periodistas sufrieron prisión política y tortura

Fuentes:

Los medios y periodistas afines a la dictadura militar omitieron las violaciones a los derechos humanos, denigraron a las víctimas y defendieron la represión


Doscientos treinta periodistas chilenos
fueron víctimas de prisión política y tortura durante la dictadura
militar, reveló el Informe Valech que recogió el testimonio de unas 35
mil personas, víctimas de la represión entre 1973 y 1990 en Chile. Esa
cantidad se sumó a los 23 casos de profesionales de la prensa
ejecutados o desaparecidos después del Golpe de Estado de 1973.

Junto a lo anterior, el Informe, originado en el trabajo de una
comisión encabezada por Monseñor Sergio Valech, emitió cuestionamientos
al papel jugado por medios de comunicación proclives al régimen militar
y que, entre otras cosas, omitieron hechos de graves violaciones a los
derechos humanos de decenas de miles de personas.

A raíz del documento también surgieron críticas a profesionales de la
prensa aliados de la dictadura que llegaron a trabajar de la mano con
los organismos represivos, tuvieron tratos denigrantes con detenidos
políticos y ocultaron información sobre la represión a la población.

En estas semanas se han conocido testimonios y se han reeditado
artículos de periodistas -de derecha y de la Democracia Cristiana
principalmente- que defendieron las medidas de la Junta Militar,
deslegitimaron y denigraron denuncias de violaciones de derechos
humanos y dieron trato denigrante a víctimas de la represión.

Incluso se ha recordado que en los días del Golpe Militar la
presidencia del Colegio de Periodistas adoptó una actitud de respaldo a
los uniformados.

En este contexto, un grupo de periodistas chilenos decidió impulsar
unas jornadas de reflexión sobre el Informe Valech y la realidad y
efectos de la violación a los derechos humanos en el medio periodístico.

De acuerdo con el dirigente gremial Guillermo Torres, miembro de la
directiva de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP),
estas reflexiones se deben enmarcar «en un aporte a la verdad de lo
ocurrido, a que se haga justicia y la reparación hacia las víctimas».

Planteó que «es un imperativo nuestro la revisión de todo el proceso
vivido por los periodistas y los medios de comunicación en estos 30
años de la historia de nuestro país, sobre todo en esos dramáticos años
de la dictadura».

En una convocatoria a la reflexión, firmada por varios dirigentes, se
indicó que «los periodistas tenemos pendiente un debate propio sobre
los temas del Informe Valech, entre ellos, la responsabilidad de los
medios de comunicación, la actitud ética de algunos colegas e incluso,
el papel que le cupo al Colegio».

Hernán Uribe, Presidente de la Comisión de Atentados a Periodistas
(CIAP), manifestó que «les corresponde a los periodistas asumir una
posición muy seria frente a este tema. Debemos asumir estas jornadas
considerando el aspecto ético-moral, esclareciendo la actitud que tuvo
el Colegio de Periodistas frente al golpe militar y todo el tema legal
en relación a los delitos que se cometieron en contra de los
periodistas».

En un primer encuentro en que participaron una veintena de
profesionales de la prensa se acordó la realización de las jornadas
para el primer semestre del 2005 con la amplia participación de
trabajadores de la comunicación, estudiantes de periodismo y
representantes del mundo social.

Ethel Pliscoff, presidenta del Consejo Metropolitano de Periodistas,
dijo que «no se puede descartar que se presenten casos al Tribunal de
Ética del Colegio de Periodistas por acciones negativas de parte de
periodistas durante la dictadura» e insistió en la pertinencia de que
se aborde en el mundo de la prensa el periodo histórico que analizó el
Informe Valech.