La percepción alarmada de la cúpula contrainsurgente dominante y dirigente en Colombia, de que durante este año de gobierno «títere» de Duque (títere en el doble sentido: De Trump y de AUV) «la economía va mal y el país también», es algo que viene desde hace algunos meses, mucho antes de que las diversas encuestas […]
La percepción alarmada de la cúpula contrainsurgente dominante y dirigente en Colombia, de que durante este año de gobierno «títere» de Duque (títere en el doble sentido: De Trump y de AUV) «la economía va mal y el país también», es algo que viene desde hace algunos meses, mucho antes de que las diversas encuestas empezaran a mostrar los lamentables porcentajes sobre la gestión del subpresidente Duque, hoy (07.08.2019) exhibidos con la impudicia con que un pordiosero exhibe sus llagas.
Viene, desde cuando la crisis global del sistema económico- mundo, había empezado a golpear los indicadores económicos y sociales colombianos, y las medidas desesperadas del gobierno de los EEUU para seguir sosteniendo su hegemonía económica y política y superar dicha crisis, tales como sanciones y guerras comerciales y financieras contra diferentes países competidores o incluso adversarios, la apertura de diferentes focos de tensión militar a lo largo del globo para derrocar gobiernos como en Siria, Libia, Iran, o Venezuela, y vender masivamente armas, en lugar de despejar el panorama lo han enturbiado aún más, anunciando ya un cambio de era en la economía global hacia el fin de la dolarización imperante desde el final de la segunda guerra mundial, ahora basada en el patrón oro y con una fuerte competencia comercial abierta. Ver estos tres análisis relacionados que muestran esta tendencia:
1- China acapara oro y vende sus activos en dólares mientras se agrava la guerra comercial con EE.UU. Publicado: 25 jun 2019 https://actualidad.rt.com/
2- Las reservas de oro de Rusia superan los 100.000 millones de dólares. Publicado: 26 jul 2019 https://actualidad.rt.com/
3- EL Caos de la reserva federal de EEUU y el auge del oro. Inicio de la desdolarización. Publicado: 6 ago 2019 https://actualidad.rt.com/
Fuera de esto, «el asunto Guaidó» en quien Duke y AUV (obedeciendo a Trump) habían puesto todas sus esperanzas económicas y comerciales, no ha logrado derrocar al Presidente Maduro, y los esperados negocios binacionales cada día se ven más lejanos. La precipitada gira presidencial a China del sub presidente Duque con su séquito de empresarios adictos para lograr «un trascendental acuerdo comercial con China» (sic) no pasó de una pequeña venta, por fuera de los productos minero energéticos, de unos cuantos millones de dólares de los tradicionales productos comestibles como bananos, aguacates, café y carne bovina (¡Ay de Lafaurie, sus ganaderos y sus gremios!) que nunca equilibrarán la desastrosa balanza comercial habida con China, ni aportarán beneficio alguno a la gente del Común.
Pero hay más sobre toda esta oscura y difícil situación general que se debe agregar a lo que vengo escribiendo, con el fin de explicar por qué un 53% de los colombianos perciben mal el proceso de paz y un 26% lo ve regular, y solo el 20% de ellos lo ve bien. Ver https://canal1.com.co/
A la vez que nos permite mostrar otras varias cosas, a las allí señaladas:
1- Que un análisis, evaluación, balance, o auditoria, objetivo y creíble sobre este asunto (así solo sea de «los 25 puntos gruesos que desarrollan el Acuerdo», sic) debe ser íntegro e integral. Dos conceptos cercanos pero diferentes: Integral significa en castellano «que comprende todos los elementos o aspectos de algo», mientras que Íntegro significa «que, no carece de ninguna de sus partes, que está completo o tiene todas sus partes». Es decir, que sin tener en cuenta estos dos conceptos, no se puede hacer ningún balance objetivo y serio sobre esto.
Lo cual contradice completamente la extraña consigna- programa que encabeza el Twitter del jefe del Partido Rosa Timoleón Londoño @TimoFarc, que dice así: Y que sea el momento oportuno para repetirlo: El acuerdo de paz nadie, nadie lo va a hacer trizas y si así lo hacen, recogeremos cada pedacito y lo reconstruiremos. Pues, el Acuerdo de la Habana contrariamente a la ilusión tanto de quien quería hacerlo trizas, como de quien desde arrodillado en suelo pretende recoger esas trizas para reconstruirlo; resultó NO ser un juego de rompecabezas con piezas armables que se puede desarmar a voluntad para volver a integrar, sino un Todo socioeconómico real e íntegro y que como tal hay que tratarlo.
2- Que como lo hemos señalado desde el mismo momento de su firma, el Acuerdo firmado en la Habana 2016, contiene clausulas sobre aspectos estructurales como el asunto agrario (ganadería y latifundismo, negocios agromineros, ordenamiento territorial) su relación con los cultivos ilícitos, la criminalidad, la salud pública, la miseria en el campo, lavado de dinero y especulación financiera con la tierra junto con la miseria de la población del campo, etc; como clausulas sobre aspectos supraestructurales (jurídicos como la impunidad en todos los involucrados, el DIH y los DDH; políticos como el clientelismo y la corrupción, la participación política; ideológicos como la alternatividad revolucionaria, y culturales como la paz, la verdad, la reparación integral de las víctimas, etc) también contiene aspectos procedimentales para su implementación y lograr el fin del conflicto, lo cual constituye un Todo dialectico imposible de separar arbitrariamente, ni siquiera en la mente más escindida, ilusoria, o cooptada.
Dicho lo anterior, como conclusión podemos estar de acuerdo con le auditoria hecha por la Silla Vacía en el enlace arriba mencionado:
1- Que «las trizas a ese maldito papel que llaman Acuerdo de paz», anunciada como lema del Uribismo por el señor Fernando Londoño en mayo 2017, han quedado en los «cambios» y mutilaciones que paulatinamente se le han venido haciendo por parte del presidente Duque durante su año de gobierno, como en los incumplimientos pérfidos (conejo) que venían de la administración Santos.
2- Que los escasos logros en lo implementado… «Se han hecho cuidando los intereses del Uribismo, como al objetar la ley estatutaria de la JEP, o al definir cómo será el catastro rural.
… Eso refleja, como nos dijo una alta fuente del Gobierno, que «para Duque el Acuerdo es un acuerdo de reincorporación», por lo que a lo que más le ha metido el acelerador es a que los excombatientes rasos pasen a la vida civil. (En este párrafo no se dice nada sobre el paso a la otra vida de los 138 exguerrilleros, ni de los más de 500 dirigentes sociales de las bases populares, fusilados hasta la fecha)
…También le ha apostado a que los municipios más golpeados por la guerra mejoren sus indicadores, dentro de su mirada de la estabilización (no del posconflicto) y con la bandera de la equidad, pues el Acuerdo da herramientas para canalizar recursos internacionales que pueden lograr metas de su Plan de Desarrollo.
…Sin embargo, no ha avanzado en lo que más votos y capital político puede darle a la Farc y en lo que más profundizaría la democracia, que era lo más revolucionario del Acuerdo, como sacar adelante una reforma política que cambie las reglas de juego para abrir el sistema, darle el alivio penal a su base cocalera, o que los campesinos participen en el catastro. Tampoco le ha metido la ficha a darles las curules a las víctimas» …. Sic
Así las cosas, ¿no valdría la pena contextualizar todo este asunto de la implementación del Acuerdo con las Farc en Colombia, en especial su financiamiento y repercusiones en la política doméstica, con todo lo que está sucediendo en economía-mundo, sus turbulencias y efectos en la burbuja económica colombiana construida a expensas del narco, con el objetivo de sacar conclusiones serias y objetivas, para estar mejor preparados ante un agravamiento de la situación general?
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.