El día domingo 19 de julio de 2015, a las 04:00 am aproximadamente 100 miembros de las Fuerzas Especiales Brigada 26 – ARHUACOS, llegaron al caserío Guayabal, Zona de Reserva campesina Pato Balsillas, San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá y se acantonaron en grupos de 10 hombres a pocos metros de varios lugares del […]
El día domingo 19 de julio de 2015, a las 04:00 am aproximadamente 100 miembros de las Fuerzas Especiales Brigada 26 – ARHUACOS, llegaron al caserío Guayabal, Zona de Reserva campesina Pato Balsillas, San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá y se acantonaron en grupos de 10 hombres a pocos metros de varios lugares del pueblo, entre ellos la planta eléctrica del pueblo, la iglesia, la casa de propiedad de Corpoamazonía, el único teléfono público que existe en el caserío, la escuela y demás bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario.
Los militares han monopolizado en particular la utilización del teléfono público, ubicado dentro de la escuela del caserío, generando miedo a la población civil ante posibles ataques de la guerrilla de las FARC EP con fuerte presencia en la zona, razón por la cual los padres de familia han planteado que de seguir la ocupación de estos bienes, la próxima semana contemplarían no enviar a sus hijos a estudiar debido a riesgo que representa.
Los niños que aún van a clases son llevados por sus profesores hasta pasar el lugar donde permanecen los militares en la entrada de la escuela.
Según nos informan los líderes comunales del caserío de Guayabal, genera preocupación los problemas de insalubridad que puedan provocar un grupo tan grande de hombres, con sus desperdicios y excrementos, en un caserío donde existen tan sólo 640 habitantes y un centenar de casas.
En horas de la tarde los militares requisaron a las personas que estaban en los establecimientos públicos, permaneciendo más tiempo aún en lugares con población civil, exponiendo con su presencia a los pobladores que temen que se desate alguna tragedia en caso de que la guerrilla decida atacarlos.
La Junta de Acción Comunal se reunió de emergencia para definir qué acciones preventivas tomar, decidiendo junto a los padres de familia que no permitirían a los niños hacer utilización del polideportivo del caserío, el cual se encuentra rodeado por los integrantes del grupo de militares, hasta tanto cese la ocupación.
Lo integrantes de la Junta de Acción Comunal del caserío dialogaron telefónicamente con miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja, poniendo en conocimiento lo sucedido, quienes anunciaron que visitarían la zona el 30 de julio.
Integrantes de este grupo especial de combate, regalan dulces y monedas a los niños, indagándoles sobre lo sucedido en el caserío y preguntando sobre personas del poblado.
La ZRC Pato Balsillas tiene una población civil aproximada de cerca de 8000 habitantes, contrastando la ausencia de médicos y enfermeros, con la presencia de alrededor de 1500 militares entre integrantes de la Fuerza de Tareas Júpiter, el Batallón de Alta Montaña #09 y el batallón cazadores en la parte baja.
Desde la instalación de la base militar a la entrada del pueblo y sobre el acueducto del caserío, la población civil propietaria de las viviendas colindantes con las garitas de los militares, presos del miedo iniciaron a abandonarlas y desplazándose al interior del caserío Guayabal e incluso lejos del pueblo. Lejos de prever protección a la población civil, el ejército copó estas viviendas y siguió entrando sus garitas e instalaciones militares de las bases hacia el pueblo, generando mayor desplazamiento de la población siendo actualmente ocupadas cerca de 20 viviendas, con el argumento de que sus propietarios no tienen título legal sobre esas viviendas.
Desde la instalación de la base militar, se han presentado bombardeos sobre predios civiles, provocando daños en ruedas pelton, viviendas, cafetales y causando heridas en población civil y muerte de semovientes. El más reciente, la muerte de 8 bestias de carga y yeguas, el domingo 16 de noviembre de 2014, a escasos 200 mts. del caserío Guayabal, producto de un impacto de granada de mortero lanzada por el Ejército Nacional, batallón de Alta Montaña #09 posterior a un ataque de la guerrilla a la base militar, que dejó como saldo un militar muerto y uno herido.
La guerrilla de las FARC EP anunció desde La Habana Cuba, el inicio de un cese unilateral al fuego desde las 00:00 horas del 20 julio, no correspondiendo este copamiento militar a dicho gesto, siendo una agresión directa a la tranquilidad de la población civil y representando una infracción al DIH al utilizar como escudo los bienes civiles y la población civil, que lejos de ser una medida con la que se busque proteger a la población civil, militariza la cotidianidad de los habitantes del caserío de Guayabal y los expone a ataques de la contra parte armada.
Según lo dialogado con líderes comunitarios de Guayabal, los militares han anunciado que estarán allí hasta final de año siendo una clara provocación e intimidación a la población que espera que se actúe denunciando lo sucedido y los militares dejan de ocupar predios protegidos por el derecho internacional humanitario, en lo referido al principio de distinción entre bienes protegidos civiles y bienes susceptibles de ataque en un conflicto armado interno, trasgredido este principio al utilizar la ocupación de bienes civiles para defenderse.