Nos encontramos gobernados por una ficción, un producto creado por el marketing neoliberal, por un insumo de encuestas que fueron en su momento exitosas y que situó en la Moneda a un personaje mediocre, que pudo ocultar su incapacidad por varios años, pero que finalmente ha quedado develado. Vivimos un momento como del personaje «Chauncey […]
Nos encontramos gobernados por una ficción, un producto creado por el marketing neoliberal, por un insumo de encuestas que fueron en su momento exitosas y que situó en la Moneda a un personaje mediocre, que pudo ocultar su incapacidad por varios años, pero que finalmente ha quedado develado.
Vivimos un momento como del personaje «Chauncey Gardiner» del libro «Desde el Jardín» del autor Jerzy Kosinski, personaje que solo sabía de jardín y que se encuentra por casualidad con el mundo del poder, que la gente escuchaba de él lo que solo quería o necesitaba escuchar, instalándolo en la cúspide del poder en un país en crisis.
Con juegos de pre digitación se puede incluso gobernar, pero ineludiblemente los hechos tocan a la puerta y nos muestra su feo rostro sincerando la realidad de una vez. Ante la falta de contenidos y propuestas, de reflexiones profundas ante la realidad a superar, Bachelet nos entrego solo su imagen maternal, gordita y rechoncha como la ideal madre de todos.
Administradora del modelo neoliberal y dirigida y monitoreada por el verdadero poder, que en el primer periodo del gobierno de Bachelet logro mantenerse oculto en el escenario nacional. Pero que hoy donde la torpeza y la mediocridad son evidentes para el pueblo, rompen con los hilos invisibles y salen a poner orden, llegando incluso Jorge Burgos Ministro del Interior a mostrar total independencia del mandato de Bachelet, dando una clara señal al gran capital que todo está controlado que la «señora» no es la que gobierna.
Bachelet es la presidenta justa para el modelo, el neoliberalismo que es otra mentira, otra farsa, no es un modelo de desarrollo, es un administrador de la crisis, un modelo del saqueo, que ya no se sostiene, y que mostraron como exitoso y panacea de la economía capitalista durante décadas, hoy simplemente se devela su inoperancia a través de la debacle de las AFP, la salud, la educación de mercado, las privatizaciones de la industria nacional y de todos los recursos naturales como el cobre, el agua, el litio, el mar, el total despojo de nuestra propia soberanía nacional, etc.
La historia es implacable, y no resiste simulacros, el sinceramiento de ella llega tarde o temprano, la historia es el juicio final, y será para Bachelet y para el modelo neoliberal en Chile.
La crisis de representatividad del duopolio, que ha puesto en entre dicho la hegemonía de los corruptos se encontrara en lo inmediato con los efectos de la gran crisis que se despliega a escala planetaria, no hay ninguna posibilidad, ni remota que el actual modelo se capaz de contener dichos efectos, todo lo contrario, la estructura política y económica de Chile actuara como un amplificador de dicha crisis.
Cada vez que creemos que el duopolio y el gobierno tocan fondo, nos demuestran que es posible llegar más a abajo aun, lo demuestra cómo han tratado el conflicto mapuche, estudiantil y el sedicioso conflicto camionero o los apetitos de poder del fuego amigo de Bachelet como Lagos y otros.
Estamos frente a un espectáculo que aun no termina o no ha dado aun todas sus escenas y actos, pero algo sabemos, estamos presenciando una farsa, y aun podemos sentir más vergüenza de los protagonistas, aun hay mas miserias humanas por ver, pero al terminar esta obra solo quedara la risa liberadora de nosotros los espectadores, que saliendo de este mal teatro construiremos la alternativa para Refundar Chile.
Jorge Gálvez es dirigente Rodriguista
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