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Hacia un efectivo proceso de generación del conocimiento

Perspectivas, reflexión y praxis: La experiencia de la Escuela Libre BioBio Creativa en Concepción

Fuentes: Rebelión

Esta ponencia fue preparada por parte del equipo de la Escuela Libre BioBio Creativa, con motivo del I Primer Congreso de Educación Artística realizada en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción (Concepción-Chile), durante los días 11 y 12 de diciembre de 2015, instancia organizada por la Asociación de educadores […]

Esta ponencia fue preparada por parte del equipo de la Escuela Libre BioBio Creativa, con motivo del I Primer Congreso de Educación Artística realizada en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción (Concepción-Chile), durante los días 11 y 12 de diciembre de 2015, instancia organizada por la Asociación de educadores artísticos de la misma ciudad.

1. Descripción de la Escuela y los orígenes de nuestra iniciativa.

La Escuela Libre BioBio Creativa es una iniciativa de educación popular y alternativa, que trabaja con la infancia y la comunidad de Boca Sur (en San Pedro de la Paz) desde hace aproximadamente un año. Actualmente, nuestras jornadas se desarrollan cada viernes desde las 4pm en la sede del Comité de Medio Ambiente del barrio, donde preparamos, semana a semana, un abanico de actividades enfocadas en el desarrollo de habilidades artísticas y culturales desde una perspectiva comunitaria.

Este proyecto parte, en principio, por el interés que compartíamos entre un pequeño grupo de personas, de abrir un espacio de educación popular en algún barrio de la provincia. En ese momento, una de nuestras compañeras -Ana- era colega en el trabajo de un vecino de Boca Sur -Juan Pablo-, quien se mostró interesado en la idea y nos presentó a una de las dirigentas vecinales del sector.

Partimos a fines de noviembre del 2014, funcionando ininterrumpidamente hasta enero del 2015, con una participación de 12 a 15 niñas y niños por jornada, aproximadamente. En ese período de tiempo, pudimos establecer algún grado de relación con dirigentas del sector, funcionando principalmente en la sede de la junta de vecinos 8-R, en la biblioteca El Saber y en la sede del Comité de Medio Ambiente, con quienes desarrollamos una mejor relación, decidiendo conjuntamente seguir en ese lugar para la continuidad de la idea en abril del 2015.

2. Nuestro equipo de trabajo.

Nuestro equipo de trabajo está compuesto actualmente por un grupo de estudiantes de la Universidad de Concepción, de las carreras de Pedagogía en Historia (Matías), Psicología, (Ayleen y Francisca), Sociología (Eva y Lautaro) y Geografía (Joan y Natalia), además de dos compañeras profesionales de la educación (Pamela, profesora de Artes plásticas y Sara, Educadora de Párvulos). Ésto nos permite contar con una visión pedagógica holística, transversal y de carácter interdisciplinaria, elementos que profundizaremos más adelante.

 

3. Objetivos general y específicos.

Como objetivo general nos hemos planteado crear experiencias significativas de aprendizajes que produzcan impactos positivos en el espacio de trabajo, caracterizado por la vulnerabilidad de condiciones, ésto por medio de metodologías alternativas desarrolladas de acuerdo a las necesidades educativas e intereses de la población, inspiradas en las experiencias de los niños y niñas y de su comunidad.

Específicamente, ésto conlleva a) Establecer y mantener vínculos estrechos y constantes entre el equipo a cargo de la Escuela y los vecinos y vecinas del barrio; b) Diagnosticar necesidades educativas de las niñas y niños del sector; c) Establecer métodos de trabajo de acuerdo a los resultados del diagnóstico; d) Generar metodologías de trabajo amigables con el medio ambiente, promoviendo una toma de posición activa e impulsando una mayor conciencia medioambiental, en concordancia con los trabajos llevados a cabo en la Sede del Comité de Medio Ambiente del sector, espacio físico donde se desarrolla nuestro trabajo; e) Mantener un nivel de trabajo constante que marque presencia en el barrio y continuidad en el desarrollo de los desafíos educativos que nos vamos planteando; f) Finalmente, promover el rol activo de padres y madres dentro del proceso educativo de sus hijos e hijas, integrando su trabajo participativo en las mismas jornadas y/o en instancias externas.

4. En busca de una metodología de trabajo: la educación en movimiento.

Para poder comprender el cómo se organiza y ejecuta un proyecto educativo de nuevo tipo como éste, es necesario, primero, romper con la idea de educación que tenemos preconcebida y que heredamos al haber participado de la educación formal. Esta concepción educativa, está estrechamente vinculada a un modelo pedagógico estático, autoritario y disciplinador, que busca la atomización de los sujetos, por medio de la competencia y el logro individual.

En ese sentido, nuestra Escuelita es también un espacio de organización. Nos juntamos dos veces por semana como mínimo, exceptuando la veces en las que tenemos otras actividades que requieren mayor coordinación, como la preparación de esta ponencia que para nosotrxs es también una sistematización. Una, es la reunión de coordinación, donde dialogamos, evaluamos, debatimos sobre distintas temáticas y planificamos nuestro trabajo. Otra instancia, que tiene que ver con esta idea de praxis, son las propias jornadas de día viernes, donde ejecutamos lo planificado, pero además, donde nacen siempre más ideas, actividades y opiniones, propias del dinamismo de la escuelita y de la participación de las niñas y niños.

Cuando como colectivo pensamos que la educación es una búsqueda permanente por el conocimiento construido por cada unx de sus participantes, nos referimos a que también en nuestro proyecto nada es estático e inamovible. En ese sentido, nuestro proyecto ha estado marcado por su dinamismo metodológico, por ser un espacio de aprendizaje en movimiento, tensionado por nuestros aciertos y por nuestros errores. Por ejemplo, el ayuda tareas, espacio en el que intentamos colaborar con las materias y tareas de las niñas y niños, es la instancia que menos ha funcionado -debemos decirlo-, aunque sí hemos visto que se han generado aprendizajes de otro tipo y que están entrelazados con las inquietudes pedagógicas críticas que nos planteamos, como lo son el fortalecimiento de los afectos a través del diálogo en el compartir de la colación, instancia comunitaria dentro de una jornada, o en el cuentacuentos, que es un nuevo espacio que hemos estado implementando, por dar un par de ejemplos.

Como síntesis de todo este proceso, de diálogo, evaluación, reinvención y propuesta, la didáctica de las jornadas se ha ido reformulando permanentemente, ya no sólo desde nuestro equipo de trabajo, sino que desde la experiencia misma entre educadores/educadoras/educandos/educandas, situados en nuestra propia realidad educativa, compartiendo potencialidades y limitaciones en la praxis.

En lo concreto, cada jornada tiene pensados 4 momentos (ayuda tareas, colación comunitaria, juegos/actividad central y una asamblea final), pero que se han ido modificando de acuerdo a la temática que deseamos abordar.

5. ¿Qué tipo de aprendizajes buscamos generar?

Los fines que perseguimos en la generación de estas instancias, se alejan de los obtenidos bajo el alero de la educación tradicional; normalizadora y limitante de un óptimo desarrollo, tanto intelectual como en habilidades sociales y afectivas. Nuestras pretensiones giran en torno a un aprendizaje integrado trascendente de lo académico, que incorporen una diversidad de contenidos en respuesta a las necesidades de los niños y niñas para con su entorno, además de las propias necesidades sentidas del mismo territorio. Estos asuntos pueden facilitar un mayor despliegue de sus capacidades y potenciar el uso de ellas como elemento motivacional en su proceso de aprendizaje, permitiendo además el desarrollo de otras habilidades, tales como la creatividad, la afectividad y la comunicación que impulsen un trabajo desde, por y para su propio entorno.

6. Problemáticas Pedagógicas.

Nuestra principal inquietud pedagógica dice relación con poder responder a las problemáticas y necesidades educativas de la comunidad, esto a través de la construcción conjunta y cooperativa de un proyecto educativo entre los miembros de la comunidad y los integrantes de la escuelita, tomando en cuenta conceptos que constituyen la base valórica de nuestra propuesta educativa: Cooperación, Conciencia del espacio, Horizontalidad Educativa y Participación comunitaria.

6.1 Cooperación y participación comunitaria: Esto se expresa en la cooperación interdisciplinaria existente dentro del grupo de trabajo de la escuela y la participación de la comunidad en la construcción del espacio educativo, en el cual se busca el construir respuestas puntuales en relación con las necesidades que la comunidad expresa dentro de un ambiente de comunicación simétrico y de respeto.

6.2 Conciencia del espacio : haciendo una doble reflexión sobre el significado de esta conciencia del espacio, que puede referirse netamente a la corporalidad del niño o niña y su pertenencia al espacio físico que ocupa, concepto que por medio de actividades de expresión artística que se verán más adelante, se ha trabajado, y este otro espacio, del vivir, ligado a la geografía, el contexto en el que trabajamos, un barrio con una historia en particular, una ubicación definida por ciertos elementos que la configuran y definen una identidad compartida.

6.3 Horizontalidad educativa: la propuesta va dirigida hacia una pedagogía crítica de las relaciones entre alumno y profesor dentro de la sala de clases, en donde se abandone la característica verticalidad existente entre los participantes del proceso educativo, en donde uno actúa como lumbre del conocimiento mientras el otro se limita a sólo recibir información y reproducirla, para pasar hacia un proceso simétrico de transmisión del conocimiento el cual se base en la idea de que ningún conocimiento es más valioso que otro, sino que cada uno es diferente del anterior. Para ejemplificar lo anterior, imaginemos una clase en un espacio rural, la alumna podrá aprender de la profesora de historia los contenidos del currículum, mientras la profesora puede adquirir conocimientos de la alumna en relación a la historia de la localidad y los conocimientos que la niña posea respecto al territorio, integrando así un punto de vista antes desconocido por la asimetría de las relaciones en la sala de clases.

Nuestra propuesta aspira a superar la concepción actual de escuela como institución encargada de la reproducción de contenidos y transformarla en un espacio de participación, reflexión y práctica comunitaria, que sea capaz de encontrar respuestas a inquietudes locales, individuales y colectivas. Para lo anterior, será necesario utilizar métodos que permitan construir el conocimiento desde una base que contemple la experiencia y la práctica.

7. Elementos a nuestro favor.

La motivación e iniciativa tanto nuestra, como de los niños y niñas, son un impulso en el mantenimiento constante y al avance del proyecto, proceso que ha sido facilitado por la comunicación sostenida dentro del equipo en reuniones, jornadas y otras instancias de encuentro.

Por otra parte, la disposición interdisciplinaria del equipo de trabajo, que comprende educación, geografía y otras ciencias sociales, facilita una buena integración de diversas didácticas, además de mejorar la distribución de tareas de acuerdo a habilidades y conocimientos específicos, permitiendo a su vez nutrirnos no tan sólo de las experiencias de los niños, niñas y el entorno, sino también de las propias experiencias de nuestro compañeros y compañeras de equipo, contribuyendo en el desarrollo de un mejor trabajo.

8. ¿Por qué la necesidad de desvincularse del sistema formal, generando un espacio alternativo?

El actual sistema educacional chileno se encuentra condicionado a satisfacer las demandas propias de una sociedad orientada al mercado, esto se expresa en hechos concretos tales como la aplicación de pruebas estandarizadas, reproducción parcial de contenidos con carencia de análisis crítico y participativo, además de la desconexión con el tejido social que plantean los métodos pedagógicos individualistas actuales. Pensamos que, para nuestro caso, es necesaria la desvinculación del sistema formal para poder cambiar el enfoque pedagógico de la escuela, ya que de encontrarse en la formalidad, se vería obligada a cumplir con los requerimientos del actual sistema educacional chileno.

9. Rol del quehacer plástico y corporal como medio para desarrollar nuestra metodología de trabajo.

Desde el comienzo y como parte de nuestras reflexiones sobre el cómo generar aprendizajes significativos, de acuerdo al contexto de los niños y niñas, sus edades y también sin descuidar las habilidades y características personales de cada monitor o monitora, siempre se ha buscado el encontrar un punto intermedio en esta práctica educativa, ser guías, generando confianza entre el equipo de la escuela y quienes asisten a ella, ser de alguna forma una autoridad, en la que niñas, niños, monitores y monitoras puedan confiar, sin autoritarismos, ya que el elemento personal y si se quiere, también emocional y afectivo, se da de manera natural, siendo un conductor y facilitador para que éstas experiencias se generen y tengan resultados con el avance sostenido en el tiempo.

Dentro de esto y luego del período de diagnóstico, -que en el fondo es un proceso de continua observación, apreciación y conocimiento de los niños y niñas, a los que se suma la necesidad de encontrar y generar actividades, es decir, formas de trabajo que acompañen nuestra misión- ha sido posible ver cómo hay una tendencia y un interés natural a realizar trabajos que tienen relación con la expresión artística, primero, por medio del dibujo y la pintura. Otro elemento importante que se desprende de este asunto, es la importancia de realizar actividades que vayan también de la mano con el trabajo corporal, que puede estar unido a actividades de tipo artístico y que conlleven mayor dinámica, como el trabajo de tipo tridimensional.

Es así como se pueden clasificar estas actividades en dos tipos: aquellas en las que el dibujo o la pintura o el collage se ha transformado en un medio para expresar ideas y sentimientos personales, transformándose a veces en narraciones, en algunos casos guiadas de cierta forma para generar reflexiones en torno a las problemáticas que como equipo hemos diagnosticado. Y el segundo tipo, en que la actividad en sí misma es un medio de expresión no guiado donde el objetivo es lograr el trabajo en equipo y la expresión libre, con el fin de crear un producto construido por ese diálogo grupal. Es así como el elemento creativo y su expresión para la generación de un producto, se une con este concepto de la presencia del espacio, en tanto corporal, como también desde la óptica de sujetos individuales y sociales que ocupan un determinado lugar de este mundo, por medio su creación deja una huella de esta existencia.

Es aquí donde es necesario el punto medio del cual se hablaba al comienzo, ya que en ningún momento queremos conducir la actividad de tal modo en el que de pronto la necesidad del niño o niña de expresar tal o cual idea se diluya, debido a que en cierta circunstancia el monitor/monitora quiso guiar demasiado la actividad, dada por la inexperiencia o demasiado ímpetu, o porque no se dio la oportunidad para que éste pueda generar ese espacio pequeño de confianza en el que el niño o niña pueda depositar su idea. Es por eso que siempre se busca ir en pos de esta libertad expresiva en donde los márgenes de trabajo pueden ampliarse o simplemente pueden desaparecer. De repente se comienza una actividad con cierto fin y siempre hay que estar sujetos y atentos a que ésta se dispare y vuelva.

Más allá de sonar metafórico o poético, ésta es una habilidad importante que buscamos desarrollar en el grupo y que tiene que ver con la comunicación entre nosotros, una cohesión que exista, nos permita dialogar, debatir, converger y que también se alcanzará de acuerdo a la experiencia que se vaya obteniendo del trabajo con los niños y niñas de la escuelita.

Por lo demás, esta es una capacidad que el educador o educadora debería poseer, en el contexto que sea y no solamente en la educación artística, al poder situarse como un precursor del aprendizaje, ayudando a gestar conocimiento, siendo un orientador/orientadora, entregando de a poco, sin dar todas las soluciones de una vez, para que sea el mismo niño o niña en diálogo quien lo realice.

10. ¿ Hacia dónde vamos?

Como decíamos anteriormente, al concebir la educación como un proceso liberador, pero también como un espacio de organización, hemos ido fijándonos proyecciones que se configuran como una hoja de ruta en esta búsqueda metodológica, algunos de los cuales hemos logrado por medio del aterrizaje concreto de las ideas, articulando un quehacer de tareas específicas que esperamos nos permitan seguir sosteniendo nuestro proyecto en el tiempo, con una proyección futura unitaria y flexible. Algunas de las tareas concretas que nos hemos propuesto en el corto y mediano plazo son cuatro principalmente:

i) Establecer un registro sistemático de cada jornada, en cuanto a asistencia, inquietudes, observaciones y actividades logradas/no logradas, de manera de plasmar en una suerte de «libro de clases» que facilite la sistematización de nuestra experiencia comunitaria.

ii) Conformarnos como una organización social formal con personalidad jurídica, incorporando a las familias de las niñas y niños participantes de la escuelita, además de aquellos vecinos y vecinas interesadas en el trabajo conjunto que podamos impulsar colectivamente.

iii) Crear nuevos espacios de aprendizaje, ya no solo con la infancia del sector, sino que con vecinos y vecinas, de acuerdo a los intereses expresados en instancias articuladas en función de técnicas participativas de diagnóstico.

iv) Vincularnos con otras experiencias territoriales y/o comunitarias relevantes en la provincia/región, por medio del diálogo y el trabajo conjunto en cuestiones específicas, permitiendo la retroalimentación en la mejora constante de nuestro andar y el de esas otras experiencias significativas.

Finalmente, pensamos que esta hoja de ruta, articulada con nuestros objetivos y propósitos pedagógicos, podrán contribuir con nuestro granito de arena, semana a semana, en la construcción de «otra educación para otra sociedad»: otro mundo es posible.

Concepción, diciembre del 2015.

Ponencia/Sistematización escrita por: 

– Pamela González Millacura – Profesora de Artes Asociación de Educadores Artísticos.

– Francisca González Salazar – estudiante Psicología Universidad de Concepción.

– Lautaro Llanos Vargas estudiante Sociología Universidad de Concepción.

– Matías Neira Triviño – estudiante Pedagogía en Historia y Geografía Universidad de Concepción.

– Escuela Libre BioBio Creativa


 

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