La Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, comisión conformada entre el gobierno y las Farc como parte de los diálogos de La Habana, presentó su informe en Febrero del año 2015, llamado «Contribución al entendimiento del conflicto armado en el Colombia: Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas», en el cual no se menciona, […]
La Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, comisión conformada entre el gobierno y las Farc como parte de los diálogos de La Habana, presentó su informe en Febrero del año 2015, llamado «Contribución al entendimiento del conflicto armado en el Colombia: Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas», en el cual no se menciona, en ninguna de sus 809 páginas, las violaciones a los derechos y el etnocidio de los pueblos étnicos en Colombia.
¿Por qué no se incluyó al pueblo negro en este voluminoso informe? ¡Es tan inexplicable como inadmisible! …El pueblo afrocolombiano ha sido particularmente sometido a niveles de discriminación de hecho y de racismo, explotación e injusticia por su origen, cultura, y no reconocimiento como pueblo y, como muchos otros sectores de la colectividad nacional, padece tratos y condiciones desiguales e injustas por su condición económica, étnica y social, al punto de sufrir un etnocidio por causa de la ofensiva económica capitalista salvaje sobre sus territorios y por el conflicto armado.
En tanto no se resuelva este problema y no sean reparados los daños de la Guerra al pueblo afro, sus potencialidades económicas, políticas, sociales y culturales jamás podrán desenvolverse en toda su magnitud y ocupar en el concierto nacional el lugar que le corresponde por su historia milenaria y la grandeza espiritual como pueblo afro.
En Colombia será posible desarraigar la opresión y la discriminación racista sólo si se reconocen en todos sus aspectos la identidad y los derechos de los pueblos étnicos que la han habitado y la habitan, componentes todos de su realidad actual y protagonistas de su desarrollo, en todo sentido. Por esto todos los asuntos de interés directo para los pueblos ancestrales demandan ser tratados por ellos y con ellos no con injerencia de agencias de cooperación como la USAID, agencia del país más comprometido con el exterminio del pueblo negro en Colombia y el mundo.
Por otra parte, vivimos la exclusión del Pueblo Negro, Afrocolombiano, Palenquero y Raizal de la agenda de paz del gobierno, como otra muestra del racismo estructural de las clases en el poder, que no sólo niega la violencia ejercida sobre este pueblo de forma sistemática, sino que niega la reparación histórica a la cual tiene derecho por los daños e impactos del conflicto armado, el terrorismo de Estado y el etnocidio aplicados sobre él y por la devastación de sus territorios por cuenta de la violencia del modelo económico extractivista.
Por lo anterior exigimos:
1. La inclusión de la agenda de paz del Pueblo Negro, Afrocolombiano, Palenquero y Raizal en los diálogos es ante todo una obligación del gobierno. El gobierno y las organizaciones insurgentes deben asumir el tema étnico en general y el étnico afro en particular, como una parte esencial de la salida política al conflicto. Este es el punto de partida de un enfoque diferencial en los procesos de justicia reparativa con el pueblo afrocolombiano como sujeto colectivo, portador de derechos en su condición de víctima y de autoridad étnica con jurisdicción especial, con un derecho propio y un sistema de justicia propio que actúa dentro de los derechos del sujeto colectivo como una opción alternativa de justicia considerada viable y legítima, para lo cual seguiremos aprovechando todo espacio institucional nacional e internacional que exista.
2. Demandamos el cese del modelo económico extractivista, energético, portuario, turístico y de monocultivos, de infraestructura y cultivos de uso ilícito en territorios negros porque ha dejado violencia, exterminio y etnocidio.
3. El tema de la identidad y derechos de los pueblos afros constituye un punto fundamental y de trascendencia histórica para el presente y futuro de Colombia, por esto debe estar en la mesa de negociación con participación directa de las organizaciones de los indígenas y el pueblo negro, afrodescendiente, palenquero y raizal.
4. Es importante que se reconozca que el pueblo afrocolombiano está configurado por diversas expresiones socioculturales de raíz común es decir diversas expresiones organizativas.
5. Que las mesas de negociación gobierno-guerrilla reconozcan y respeten la identidad y los derechos políticos, económicos, sociales y culturales del pueblo afrocolombiano, dentro de la unidad de la nacionalidad colombiana y como componente de dicha unidad.
6. Exigimos el pleno ejercicio de sus derechos y participación política, entorpeciendo su plenitud de valores, la rica fisonomía plural y cultural de Colombia.
7. Crear en el marco del decenio de los afrodescendientes una Comisión de la Reparación Histórica que estudie los impactos de la esclavitud sobre nuestro pueblo como crimen de lesa humanidad declarado en la Conferencia de Durban y sus impactos actuales en la sociedad colombiana, pero que a la vez investigue sobre los impactos del conflicto armado y sus consiguientes reparaciones éticas, educacionales, económicas de acuerdo al etnocidio perpetrado. Esta Comisión no puede estar en manos ni del gobierno ni de las Farc, de ninguno de los actores del conflicto armado, ¡sino en manos del mismo pueblo afrocolombiano! Los contenidos sobre derechos del pueblo afrocolombiano serán desarrollados por una comisión de paz y reparación colectiva. Reconstrucción de la memoria de las violaciones y del etnocidio al pueblo afro sin pactos de silencio sobre la verdad del etnocidio: la persistencia de la memoria: conformación de una comisión histórica para la reconstrucción de la memoria y de la reparación histórica del pueblo afro.
8. Adelantar una reunión de la mesa del gobierno y las Farc de La Habana, y con la que inicie con el ELN, con líderes afrocolombianos para exponer estas problemáticas y líneas de trabajo de acuerdo a una agenda concertada tanto con el gobierno como con las Farc, para exponer de forma detallada el etnocidio al que ha sido sometido el pueblo afrocolombiano por acción u omisión del estado y dejar claras las exigencia en materia de justicia social y económica, así como de libertad política.
9. Institucionalizar el decenio afrodescendientes declarado por la ONU en Colombia para el pueblo afrocolombiano. Cuyos ejes fundamentales sean, REPARACIÓN HISTÓRICA, RECONOCIMIENTO, JUSTICIA Y DESARROLLO, que debe materializarse en un PLAN DECENAL de cumplimiento y restablecimiento de los derechos étnicos, económicos, sociales, políticos y culturales del pueblo afro, en los territorios ancestrales y espacios urbanos donde habita la nueva diáspora étnica afro en Colombia.
10. Abogamos por una Asamblea Nacional Constituyente y exigimos su convocatoria para sellar un nuevo modelo social, económico, político y cultural, para el país y para las etnias en Colombia.
¡¡ Sin los afrodescendientes no habrá paz en Colombia!!