¿Cómo?, el PSOE presenta a Margarita Robles -Subsecretaria del Ministerio de Justicia y Secretaria de Estado de Interior en la última legislatura de Felipe González, aquélla en la que se aprobó el Código Penal del 95- como número dos en las listas del PSOE por Madrid y como «una excelente profesional», «con un gran compromiso […]
¿Cómo?, el PSOE presenta a Margarita Robles -Subsecretaria del Ministerio de Justicia y Secretaria de Estado de Interior en la última legislatura de Felipe González, aquélla en la que se aprobó el Código Penal del 95- como número dos en las listas del PSOE por Madrid y como «una excelente profesional», «con un gran compromiso social de igualdad y sobre todo, también, progresista», además de «progesista de corazón». Pero resulta que, entre otras cosas, cuando la señora Margarita Robles era Vocal del Consejo General del Poder Judicial fue ponente de una sentencia judicial -además de presidenta del Tribunal que la dictó- que condenó a dos inocentes a la pena de prisión por no saber interpretar los datos de ADN que excluían a los acusados, uno de ellos Ahmed Tommouhi. Aunque, ciertamente, podría haber sido mayor el número de afectados en otros procesos penales distintos. No obstante, la condena de la que era ponente Margarita Robles fue la primera y se podría decir que fue la condena que dio origen a las restantes condenas de estas dos personas, al haber señalado la Justicia y una sentencia judicial a unos culpables de toda una serie de delitos de violación perpetrados con el mismo modus operandi, de la misma zona o región y de autores de sem e jantes características físicas . Pero esto de que Margarita Robles no interpretó correctamente el informe de ADN no lo dice cualquiera, lo dice el diario ELPAIS en el año 2010, en el párrafo número 11 de la siguiente noticia: http://elpais.com/diario/2010/
En total Ahmed pasó 15 años en prisión y el otro acusado junto a él, Mounib, murió en la cárcel en el año 2000. El caso de Ahmed lo documenta un libro de investigación del periodista Braulio García Jaén titulado: Justicia Poética, el caso de dos condenados por la cara, editorial Seix Barral. El libro relata las grandes y múltiples irregularidades del caso. A continuación reproduzco textualmente una conversación entre el autor del libro y Margarita Robles, extraída de la página 252 del libro, además de una cita de la propia Margarita Robles, también extraída del libro en cuestión, página 259 del libro:
[M.R.] – La verdad, me parece absurdo hablar sobre un caso que pasó hace tantos años. Porque si usted me dice que se acuerda de un artículo de hace catorce años, yo es que no me lo creo, sinceramente. Es absurdo.
[AUTOR] – Bueno, no es tan absurdo teniendo en cuenta que esta persona sigue en la cárcel.
[M.R] – Ya, pero ése no es mi problema. Si yo dicté una sentencia, seguro que lo hicimos con toda seguridad. Porque si algo tengo es profesionalidad. Así que si yo dicté esa sentencia es porque habría motivos suficientes y que se ajustaba a derecho. Así que no me venga a mí usted a decirme que es absurdo. Si esa persona está en la cárcel y yo dicté una sentencia, será porque se ajustaba a derecho. Y si no, para eso está el Supremo. Así que…
[AUTOR] – Ya, pero… ¿incluso si hubo análisis que lo excul…?
[M.R.] – Mire de verdad, que no tengo nada más que añadir, eh. Buenas tardes, gracias…
Nota: El texto entre […] ha sido añadido por mí.
Soy una persona de pocas dudas -dice- porque si tomo una decisión es la mejor que podía tomar y lo demás son tonterías, es saludable para la mente.
«Margarita Robles: La primera de la clase»
Pero, por cierto, Margarita Robles nunca llegó a pedir por ello, ni se tomó ninguna medida disciplinaria o penal contra ella. Ella, en tanto que magistrada y jueza, debía saber y conocer lo que estaba haciendo: condenar a un inocente sin saber interpretar correctamente las pruebas e informes de ADN. Es ciertamente inútil negar que Margarita Robles aún guarda una cierta responsabilidad, aunque sólo fuese moral, por todo ello. Podría decirse incluso que todo lo referido al caso de Ahmed y Mounib, como poco, pudo suponer una cierta negligencia procesal, aunque no constituya actualmente un delito tipificado en nuestra jurisdicción penal.
Ahora, que Margarita Robles es número dos por Madrid por el PSOE para el 26-J y, según Pedro Sánchez, ella es una persona comprometida «con unos ideales y unos valores», tiene la oportunidad de responder por tal injusticia y de pedir perdón. Aunque lo más probable es que a Margarita Robles le parezca aún más «absurdo», ya que ha pasado mucho más tiempo que cuando tuvo lugar la citada conversación referida en el libro. Debería, al menos, pedir perdón; aunque ella consideraba en el momento de la conversación que no era su problema que fuese ponente de la sentencia que dio origen a la condenas posteriores de una larga serie de delitos de violación cometidos por otras personas; pero no por Ahmed, ni por Mounib. La condena, según Margarita Robles «se ajustaba a derecho. Y si no para eso está el Supremo»; aunque la verdad es que no se supo por dónde coger los datos periciales del ADN y quien tuvo que acarrear con las consecuencias no fueron los responsables de dicho error judicial, sino dos personas inocentes que vieron cómo se les privaba de su derecho fundamental a la libertad durante largos años en la cárcel.
Sin lugar a dudas, y como se dice en el vídeo de Pedro Sánchez Castejón en su presentación como candidata, Margarita Robles es «de las mejores y los mejores», de «reconocido prestigio», «ha luchado toda su vida por la justicia social»; además de ser «una mujer independiente, una mujer progresista, una mujer feminista…» y es, qué duda cabe, «un gran placer contar con una persona como Margarita en el equipo, en la gran familia socialista».
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