El pasado 23 de septiembre, en el municipio de El Bagre ocurrieron dos hechos que aumentan la zozobra de las comunidades rurales y de nuevo confirman lo que la Asociación ha denunciado desde sus orígenes. En horas de la mañana, en el patio de una casa ubicada dentro de la cabecera corregimental de Puerto López, […]
El pasado 23 de septiembre, en el municipio de El Bagre ocurrieron dos hechos que aumentan la zozobra de las comunidades rurales y de nuevo confirman lo que la Asociación ha denunciado desde sus orígenes.
En horas de la mañana, en el patio de una casa ubicada dentro de la cabecera corregimental de Puerto López, mientras sus habitantes aseaban, encontraron un artefacto explosivo escondido entre escombros. Acto seguido, le informaron a la inspectora municipal y el domingo 24 fue desactivado por el Gaula.
Por otro lado, en la tarde, a la vereda El Coral del corregimiento de Puerto Claver, ingresó un grupo de cerca de 30 paramilitares y en la finca Torcoral, que es uno de los terrenos entregados por las FARC al gobierno nacional, secuestraron a tres excombatientes de la misma organización en proceso de reintegración, dos hombres y una mujer, compañera sentimental de uno de ellos, además hurtaron el ganado de la finca. Posteriormente, y gracias a que las denuncias públicas no se hicieron esperar, los secuestrados fueron liberados, luego de que los paramilitares los movieran a través las veredas La Celestina, Moquí, La Llana y la Hacienda Santa Rosa, en donde fueron liberados.
La Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó Aheramigua es una organización que nació en el año 2007, por iniciativa de campesinos y mineros habitantes de la región de Guamocó, en la serranía de San Lucas, dirigida al trabajo por la defensa de la vida digna y la permanencia en el territorio. Desde su nacimiento ha documentado a través de diversos escenarios públicos, denuncias, entre otras, la presencia de los diversos actores armados, incluidos los grupos paramilitares. De esta forma, ni para la comunidad local ni para la opinión pública no es nuevo lo ocurrido el pasado fin de semana. Para tal efecto, sólo es necesario citar algunas de las situaciones presentadas durante los últimos dos años:
El 9 de enero de 2016, Jair Suárez, hermano de un miembro de la asociación, fue desaparecido por paramilitares de las «Autodefensas Gaitanistas». En los mismos hechos, los grupos paramilitares desaparecieron a dos campesinos más y desplazaron a más de 500 personas hacia la cabecera corregimental de Puerto Claver.
Los días 3 y 6 de marzo, María Arrieta, miembro de la asociación, recibió amenazas a través de mensajes de texto.
El 7 de marzo fue asesinado el líder y tesorero de la asociación, William Castillo.
Así mismo los días 6 y 7 de abril, los compañeros Alberto Osorio y Germán Espinel fueron intimidados a causa de los seguimientos que recibieron por parte de extraños.
Durante el mes de septiembre, el compañero Jairo Rodriguez, vocal de Puerto López, recibió amenazas telefónicas a causa de su activismo social en la Aheramigua.
El 22 de noviembre, en Puerto López, los hogares de quienes fueran líderes comunitarios, comerciantes y personas que se han tenido que refugiar en las zonas rurales a causa de amenazas paramilitares, amanecieron pintadas con grandes cruces negras.
Los paramilitares de puerto López, durante los últimos días del mes de enero de 2017 estuvieron patrullando la cabecera corregimental y las veredas aledañas.
El 7 de marzo de este año, paramilitares amenazaron a una compañera de Puerto López, Bagre, a través de unos panfletos dejados a la puerta de la casa.
A finales del mes de marzo del presente año, todo el municipio del Bagre amaneció con panfletos que indicaban «limpieza social» y «toque de queda».
En las veredas Mellizos, La Coquera y la Corona, ubicadas en la zona rural del municipio del Bagre, Antioquia, desde el pasado miércoles 9 de agosto se han observado alrededor de 15 hombres de civil, armados con armas cortas y quienes se transportan en varias motos.
Se debe recordar que el 13 de julio de 2016 en la cabecera municipal, como resultado de la instalación comunitaria y organizativa de un Campamento de Refugio Humanitario en Puerto López, se logró una reunión interinstitucional con la comunidad, en el marco del Subcomité de Prevención, Protección y Garantías de no Repetición. En ella se llegaron a diversos acuerdos que las distintas instituciones tendrían la responsabilidad de hacer cumplir. De tales compromisos, únicamente tres fueron cumplidos y estaban directamente relacionados con el levantamiento de la acción humanitaria por parte de la comunidad, los demás, en cabeza del Estado, fueron totalmente incumplidos.
Como consecuencia de la ausencia institucional en el municipio, la crisis humanitaria persiste y va en ascenso, amenazando además la implementación de los acuerdos de paz y la pretensión de una paz estable y duradera. Ya con anterioridad manifestamos nuestra preocupación por la presencia de grupos paramilitares a escasas dos horas de lo que en ese momento era la Zona Veredal de Carrizal y ahora tales preocupaciones toman forma de hechos concretos.
Es así que exigimos al Gobierno nacional cumplir los compromisos firmados con la comunidad del Bagre, así como presencia interinstitucional y acciones concretas que garanticen el efectivo ejercicio de los derechos de las comunidades mencionadas acá. Por otro lado, solicitamos a la comunidad internacional que haga veeduría y observación permanente a la situación humanitaria en la región.
Fuente original: http://prensarural.org/spip/spip.php?article22092