Analizando con más detenimiento la propuesta que el presidente Piñera diera a conocer el día domingo pasado, se confirmar lo que la gran mayoría de chilenos y chilenas presumía. Sebastián Piñera, que en el pasado también se benefició de este sistema de ahorro forzoso a través de LAN, hoy intenta consolidarlo pues constituye la mejor […]
Analizando con más detenimiento la propuesta que el presidente Piñera diera a conocer el día domingo pasado, se confirmar lo que la gran mayoría de chilenos y chilenas presumía. Sebastián Piñera, que en el pasado también se benefició de este sistema de ahorro forzoso a través de LAN, hoy intenta consolidarlo pues constituye la mejor herramienta para que el poder siga concentrándose en una minoría; los grandes empresarios que se apropian de nuestros recursos; expanden sus negocios dentro y fuera del país; concentran la propiedad negando derechos fundamentales, como la negociación colectiva ramal; controlan los medios de comunicación manipulando la información en beneficio de sus intereses y, lo que es peor, atentan contra la Democracia.
El gobierno desdeña al movimiento social, pero ahora, viene con una muy peligrosa estrategia que debemos tener presente: legislar imponiendo ultimátum: «o se está con mi proyecto, o se está contra el sentido común», fue lo que implementó a través del proyecto de «aula segura».
Lo mismo pretende hacer ahora, o se aprueba íntegramente mi proyecto, o se está contra el aumento de las pensiones a los más pobres, a los ancianos.
Esta forma, propia de los totalitarismos es lo que está desarrollando Piñera y, tendrá éxito, en la medida que no sea el pueblo, los trabajadores y trabajadoras, organizados y no organizados los que nos movilicemos por restituir derechos fundamentales que por tanto tiempo hemos demandado.
Hay que explicarle a la ciudadanía, pues los medios de comunicación en poder de ellos, han desatado toda una campaña comunicacional que busca, a través de tergiversar la verdad provocar que sea la propia ciudadanía la que termine yéndose contra el movimiento social.
Hay que decir que el aumento del Pensión Básica Solidaria significa un aumento de $10,700.-, o sea, $356 diarios que alcanza para un cuarto de kilo de pan. Y, que para obtener un mejoramiento de las pensiones habrá que esperar hasta los 80 años en el caso de las mujeres para mejorar un poco la miserable pensión.
De eso estamos hablando, de una manipulación. Se mantiene intacto el sistema de AFP. Peor aún, se les terminará entregando un mayor porcentaje de nuestros salarios para que sigan beneficiándose unos pocos en desmedro de las mayorías.
Está claro bajo el actual sistema, es decir bajo la capitalización individual, jamás habrá mejoramiento de las pensiones, solo con un sistema solidario que incorpore fuertemente el reparto se podrá alcanzar ese legítimo derecho que la propia tiranía nos arrebató.
Ahora más que nunca se requiere actuar con unidad y movilización. Debemos advertir a todo el movimiento social, pobladores, estudiantes, congresistas; pero, por sobre todos a los trabajadores y trabajadoras que se vienen tiempos difíciles y, que la única forma de restituir derechos es uniéndonos y movilizándonos.
Luis Mesina es Vocero Nacional de la Coordinadora Nacional de Trabajadores y Trabajadoras NO+AFP
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