La Red de Derechos Humanos del Putumayo, la Baja Bota Caucana y Cofanía Jardines de Sucumbíos de Ipiales, informa a la comunidad nacional e internacional, defensores de derechos humanos, al movimiento social y popular en general y a las plataformas de unidad, los hechos que amenazan la vida e integridad de líderes sociales y defensores […]
La Red de Derechos Humanos del Putumayo, la Baja Bota Caucana y Cofanía Jardines de Sucumbíos de Ipiales, informa a la comunidad nacional e internacional, defensores de derechos humanos, al movimiento social y popular en general y a las plataformas de unidad, los hechos que amenazan la vida e integridad de líderes sociales y defensores de derechos humanos en esta región:
El 15 de diciembre de 2016, en el trayecto que conduce a la vereda San Juan Bosco del municipio San Miguel, una moto siguió por espacio de tres horas al concejal Ramiro Palma, quien verificó que la moto se encontraba sin placas de identificación y la persona que conducía el vehículo cubría su rostro con un poncho y gafas. El 28 de diciembre de 2016 personas desconocidas estuvieron rodeando la vivienda del concejal en el casco urbano de La Dorada.
El 8 de enero de 2017, a las 3:00 de la tarde, en La Dorada, Ramiro Palma recibió información de que querían atentar contra su vida. La persona que entregó el mensaje dijo temer por su vida también y que, conociendo su actividad como concejal, le recomendaba abandonar el pueblo. Este hecho fue puesto en conocimiento de la Fiscalía y la Personería Municipal de San Miguel.
El 13 de enero de 2017 se conoció que los perros de Carlos Chapuel, que cuidaban su predio en la vereda Tres Islas, habían sido asesinados con arma de fuego. Carlos Chapuel es un líder social, presidente de la organización social ATCAFM, vocero de la Mesa Regional de Organizaciones Sociales -MEROS- e integrante del movimiento político y social Marcha Patriótica. El 14 de enero de 2017 personas cercanas a la organización social ATCAFM afirmaron que algunos desconocidos habían preguntado por el paradero de Carlos Chapuel causando temor en amigos y vecinos de los integrantes de la organización social ATCAFM.
El 24 de enero de 2017 en la vereda Tres Islas, siendo las 10:30 de la mañana, Carlos Yama, campesino de 40 años, fue asesinado con arma de fuego. La Junta de Acción Comunal hizo el levantamiento del cadáver y se encargó de las honras fúnebres. A la fecha, al parecer por la distancia del casco urbano, no ha hecho presencia ninguna autoridad competente para investigar y proteger la integridad de los habitantes de dicha vereda. Es de anotar que la muerte de Carlos Yama sucedió en el predio contiguo al del líder social Carlos Chapuel.
La Red de Derechos Humanos del Putumayo denunció desde octubre de 2016 la aparición de panfletos firmados por paramilitares en los que se amenaza a campesinos, defensores de derechos humanos y líderes sociales. Asimismo denunció seguimientos y hostigamientos contra quienes están de acuerdo con los programas voluntarios de sustitución de cultivos de uso ilícito y con la implementación del punto cuatro del Acuerdo Final de Paz.
Los líderes sociales, integrantes de MEROS y militantes de Marcha Patriótica y de la Asociación de Trabajadores Campesinos Amazónicos de la Frontera -ATCAFM-, temen que los hechos violentos obedezcan a un «plan pistola» debido a los patrones de comportamiento del paramilitarismo. El grupo ilegal ha anunciado que están haciendo presencia en la zona y que quieren imponer su propio orden.
Ramiro Palma y Carlos Chapuel temen por su integridad física y, a pesar de las denuncias ante los organismos correspondientes, quienes ya se han entrevistado con ellos; se requiere de acciones inmediatas frente al fenómeno paramilitar, hallar a los responsables de los crímenes contra la vida, y activar mecanismos idóneas para proteger los derechos humanos de quienes construyen la unidad de los sectores sociales y defienden una paz estable y duradera para todos.
La organización social ATCAFM, MEROS y Marcha Patriótica están integradas por líderes sociales y populares que defienden la vida en toda su expresión; por eso temen que intereses particulares y la corrupción aumenten los riesgos o sean factores en contra de la defensa de los derechos humanos.
Fuente original: http://prensarural.org/spip/spip.php?article20931